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martes, 17 de julio de 2012

Sin lugar a dudas el ser humano tiene el derecho y plena autonomía y potestad para querer acabar con su vida en caso de enfermedades degenerativas irreversibles ... siempre prevalece la plena capacidad de la persona que lo padece.
Interesante lo de nuestros vecinos franceses...
Saludos,

Hollande abre el debate para aprobar la eutanasia sin citar la palabra

El 91% de los franceses es favorable a que los médicos ayuden a morir a los pacientes incurables

El presidente francés, Françoiss Hollande, durante su visita al centro médico Maison Medicale Notre Dame du Lac de París. /PIERRE VERDY (AFP)
Sin pronunciar la palabra, igual que hizo en la campaña electoral, François Hollande ha lanzado hoy un debate nacional sobre la eutanasia y se ha comprometido a desarrollar los cuidados paliativos y a reformar la ley que regula la muerte digna en “los próximos meses”. La norma vigente, conocida como ley Leonetti y aprobada en 2005, previene el encarnizamiento terapéutico aunque no permite el gesto médico de ayudar a morir a los pacientes terminales. El 91% de los franceses, según una encuesta aparecida el lunes, es favorable a la eutanasia activa, propuesta de los socialistas a la que Hollande parece sumarse a regañadientes y con pies de plomo.
Desde el 22 de abril de 2005, fecha en que se promulgó la ley sobre la muerte digna y los derechos de los pacientes, es legal en Francia la anteriormente eutanasia pasiva para los enfermos incurables (fin de la obstinación terapéutica), es decir la posibilidad de poner fin a un tratamiento y pasar a administrar analgésicos en dosis susceptibles de resultar mortales, lo que se conoce como sedación paliativa. Pero cualquier gesto que provoque directamente la muerte de un paciente sigue estando penado por ley. La situación en España es igual.
El martes, Hollande visitaba una clínica situada en Rueil-Malmaison, cerca de París, especializada en muerte digna y cuidados paliativos de enfermos terminales o con dolor, y en su discurso pedía a los franceses que debatan sobre el asunto con nobleza y dignidad, y se preguntaba -de forma retórica-. “¿Podemos ir más allá en los casos excepcionales donde la ausencia de terapias no bastan para aliviar a los pacientes que sufren un dolor insoportable y que reclaman un acto médico al final de una decisión compartida y meditada?”.
En realidad, el acto ha servido para que Hollande anunciara que ha confiado a Didier Sicard, presidente honorario del Comité Nacional de Ética, que ponga en marcha los trabajos para concertar el asunto antes de reformar la ley. Cuando un periodista ha preguntado al presidente si la eutanasia es una palabra tabú, el presidente ha dicho: “No es esa la palabra que yo he usado”.
Hollande ha dicho alguna vez que el término eutanasia evoca “una forma de suicidio” inaceptable. La mejora de la ley Leonetti entró en la lista de 60 reformas del candidato porque formaba parte del programa del Partido Socialista (PS) y este le presionó para que la adoptara. Durante la campaña Hollande jamás pronunció la palabra eutanasia, y más tarde, su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, evitó toda referencia al tema durante su discurso de investidura, lo que produjo cierto malestar en el PS.
En su programa, Hollande proponía que sea legal que “toda persona mayor de edad, en fase avanzada o terminal de una enfermedad incurable, que le provoque un sufrimiento físico y psíquico insoportable (...), pueda pedir, en condiciones precisas y estrictas, beneficiarse de una ayuda médica para acabar su vida con dignidad”.
Un estudio reciente sobre los cuidados paliativos señala que el envejecimiento de la población y el progreso médico han cronificado enfermedades que antes eran mortales
En realidad, el debate parece ganado de antemano, porque la opinión pública francesa se muestra abrumadoramente favorable a legalizar la eutanasia activa. El lunes se supo que el 91% de los encuestados por Harris Interactive para la revista Grazia afirman ser partidarios de ayudar a morir a “los pacientes incurables que hagan la petición expresa”.
De ese porcentaje, el 40% cree que la ayuda debe estar disponible en todos los casos, contra un 51% que piensa que debe limitarse a los pacientes que sufran dolores sin alivio médico posible. En caso de que el enfermo no pueda expresar su voluntad, el 94% de los galos confiaría la decisión a los familiares y un grupo de médicos. El 86% afirma que desea recurrir a la eutanasia si un día sufre una enfermedad incurable que entrañe sufrimiento.
Un estudio reciente sobre los cuidados paliativos señala que el envejecimiento de la población y el progreso médico han cronificado enfermedades que antes eran mortales, lo que ha aumentado la esperanza de vida de personas sin cura y hace indispensable aumentar los cuidados paliativos a fases anteriores al fin de la vida. Según las cifras de ese estudio, dos de cada tres personas que mueren de enfermedad pueden necesitar hoy atención paliativa, lo que en 2008 equivalía a 322.000 personas, cerca de la mitad de las cuales sufrían cáncer.
El autor de la ley, Jean Leonetti, diputado de la conservadora UMP, se mostró a favor de reformar la norma “sin dividir a la sociedad”. Pero el alcalde de Rueil-Malmaison, Patrick Ollier, se opone firmemente: “Abrir el debate sin emplear la palabra puede parecer hábil, pero eso no evitará la fractura de a la sociedad francesa”, pronostica. Ollier pide a Hollande que no permita el acto médico de ayudar a la muerte y que insista en “la formación del personal sanitario para los paliativos y en la información a la opinión pública”.


2 comentarios:

  1. Aquí les dejo un aporte sobre el tema
    Ley de muerte digna, como se aplica en Argentina. Antecedentes en el mundo y América Latina
    El Poder Ejecutivo promulgó la Ley 26.742 de "Muerte digna", el último 24 de mayo después de que la misma fuera sancionada por unanimidad. Esta ley implica una extensión del inciso e) del artículo 2° de la Ley 26.529, referido a los "Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud".
    El paciente "podrá rechazar procedimientos de hidratación o alimentación cuando los mismos produzcan como único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable", como también podrá expresar su voluntad respecto de la "reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital cuando sean extraordinarias o desproporcionadas en relación con la perspectiva de mejoría, o produzcan un sufrimiento desmesurado".Los nuevos derechos de este tipo de pacientes no implican que haya lugar a la interrupción "de aquellas medidas y acciones para el adecuado control y alivio del sufrimiento".
    Para que todo esto sea efectivo, el paciente en cuestión debe expresar su voluntad (la cual puedeluego revocar) luego de haber sido informado por el profesional interviniente acerca de su estado de salud, beneficios y riesgos de todos los posibles tratamientos, como así también sobre las consecuencias del rechazo de los mismos. En caso de que el paciente esté imposibilitado de manifestar su decisión, esta será tomada por su familia o por los responsables legales.//

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  2. /// Continuación comentario:
    El caso de Melina González, que ni c medicación dejaba de tener dolor por una enfermedad degenerativa del sistema nervioso; Melina sólo habló de su caso, en febrero del año pasado, en una entrevista en la que señaló: "Yo les ruego cada día, no sé como pedirles (a los médicos) que me duerman, para poder estar en paz".
    Esta joven tenía apenas 19 años, pesaba 18 kilos y había sido sometida a numerosas cirugías. Prácticamente todo su cuerpo estaba paralizado.
    "Lo poco que siento, me duele. No puedo sostener ni una taza y tengo que estar acostada. Me ahogo, no puedo respirar. No es vida, no quiero seguir así.
    Melina murió poco después de que se conociese su caso y su madre llevó a cabo la tarea que le dejó su hija de abogar por una ley de "muerte digna".

    En varios países europeos se permite la llamada muerte digna.
    En la región, Colombia es pionero en esta temática ya que es el único país
    La ortotanasia o muerte digna, designa la actuación correcta ante la muerte por parte de quienes atienden al que sufre una enfermedad incurable o en fase terminal y se distingue de la eutanasia en que la primera nunca pretende deliberadamente el adelanto de la muerte del paciente.El procedimiento es inducir al enfermo sufriente a un coma farmacológico liberándolo de todo tipo de tratamiento, excepto los paliativos del dolor y dejando que la naturaleza cumpla su ciclo hasta que su organismo colapse y en casos de demanda desconectarlo de todo aquello que lo mantenga con vid de manera artificial.


    DESDE LA BIOÉTICA SOSTIENEN QUE"La nueva ley es importante porque guía a los médicos a ejercer de mejor manera su profesión. Muchos sostenían las vidas ininterrumpidamente por el miedo a ser demandados por mala praxis", señaló una mujer cuyo esposo murió hace más de 10 años tras permanecer cuatro años en estado vegetativo.

    Quienes decidan ampararse en la nueva ley ahora no tendrán que obtener una orden judicial para tomar la decisión de una "muerta digna", si no que les bastará un documento notariado con la firma de dos testigos.
    El empuje humano

    Desde su promulgación, los pacientes terminales tienen la posibilidad de negarse a aceptar tratamientos, medicación o intervenciones quirúrgicas con el fin de mantenerlos vivos. Asimismo podrán rechazar "medidas de soporte vital" en los casos en que las mismas solo contribuyan a prolongar su estado y no lo reviertan. La polémica está instaurada en la sociedad.

    Quienes decidan ampararse en la nueva ley ahora no tendrán que obtener una orden judicial para tomar la decisión de una "muerta digna", si no que les bastará un documento notariado con la firma de dos testigos.
    Espero que les sea de utilidad Un Abrazooo desde Argentina

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