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jueves, 4 de octubre de 2012


Unos padres de EEUU demandan a su hija enferma terminal para evitar que los médicos cumplan su deseo de morir

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  • La joven, de 28 años, ha pedido a los doctores que desconecten las máquinas que la mantienen con vida.
  • Sus progenitores se oponen a la decisión ya que lo considerarían “un suicidio” y condenaría a su hija “al infierno”.

    “Quiero morir”. Esas son las únicas palabras que desde hace días salen de la boca de Grace Sung Eun Lee, una joven neoyorquina de 28 años enferma terminal de cáncer que ha pedido a los médicos que la desconecten de las máquinas que desde el pasado 3 de septiembre la mantienen con vida, paralizada de cuello para abajo, en una cama del Hospital North Shore de Long Island. Sin embargo, a Grace no le resultará sencillo poner punto y final a su sufrimiento

    Sus padres, Manho Lee y Jin-ah Lee, se oponen a la desconexión de su hija argumentando que se encuentra deprimida e incapacitada para tomar semejante decisión pese a que los médicos que la tratan afirman lo contrario. Según los doctores, a pesar del tumor que tiene localizado en el cerebro, la joven “es consciente y ha manifestado claramente su deseo”. Pero los Lee han acudido a los tribunales para impedirlo.

    De ascendencia coreana y pastor de la Iglesia Baptista de Antioquía enNueva York, Manho Lee cree que si los médicos cumplen con las instrucciones de Grace, su religión lo consideraría “un suicidio” y su hija estaría inevitablemente condenada “al infierno”, según ha declarado al diario ‘New York Daily News’. Para evitarlo ha demandado a su propia hija y a sus cuidadores ante el tribunal de distrito de Nassau en Long Island.    

    La intención del reverendo Lee y su esposa es que un tribunal declare a su hija mentalmente incapaz y les permita a ellos decidir sobre su futuro. “Creemos que nuestra hija está sometida a una medicación muy fuerte yestá incapacitada para tomar sus propias decisiones”, aseguró ayer el padre ante los medios de comunicación.


    Los médicos no están de acuerdo. Dana Lustbader, jefa de cuidados paliativos del Hospital North Shore, ha testificado ante el juez que “Grace se emociona cada vez que piensa la muerte, pero cada día nos ruega que desconectemos el tubo por el que respira”.

    Cuestión de tiempo

    Hasta el pasado otoño, Grace Sung Eun Lee era una vital joven de 28 años con una carrera prometedora en el mundo de las finanzas. De adolescente había llegado a la Gran Manzana junto a su familia y, tras licenciarse en la Universidad de Carolina del Norte, encontró trabajo enBank of America. Poco después la ascendieron a directora de sucursal.

    Mientras se entrenaba para correr la maratón de la ciudad, Grace se encontró indispuesta. Se sometió a distintas pruebas médicas y sólo un mes antes de la carrera le diagnosticaron un tumor cerebral.

    Se sometió a tratamientos de radiación y quimioterapia, pero la enfermedad no remitió y a principios del pasado verano ya apenas podía moverse. El 3 de septiembre sufrió un ataque y una ambulancia la trasladó al hospital, del que ya no ha salido.

    Los médicos la entubaron y la trasladaron a la unidad de cuidados paliativos: la gravedad de la patología hace que la esperanza de vida sea de sólo unas pocas semanas. Demasiado tiempo para Grace, que quiere morir cuanto antes, aunque sea a costa de enfrentarse a su familia y sus creencias

    Lucha judicial

    El caso reavivado la vieja polémica sobre los límites del sufrimiento humano, la ética médica y la religión. Mientras la familia y los médicos que tratan a Grace se enfrentan en una sala de juicios, la joven continúa su sufrimiento en una cama de hospital en la que casi lo único que puede hacer es parpadear.

    La batalla judicial se inició la noche del pasado 23 de septiembre. Cuando fue a visitar a su hija, Jin-ah Lee se encontró a Grace charlando con una enfermera sobre cómo a la mañana siguiente desconectarían el tubo de respiración artificial.


    Aquello desató la furia de la los padres, que inmediatamente llamaron a la policía. Los médicos decidieron posponer la desconexión unas horas, tiempo que aprovechó la familia para poner una demanda en el juzgadoe iniciar un proceso legal que deja en manos de un juez el cumplimiento o no de la última voluntad de la joven.

    En primera instancia, el magistrado Thomas Phelan aseguró que “aunque mi corazón está con los padres” debía fallar a favor de su hija “y dejar a Grace en las manos de Dios”. Los Lee no perdieron el tiempo y apelaron la decisión. El caso pasará ahora a la corte federal de apelaciones y, eventualmente, podría llegar al Tribunal Supremo si Grace no fallece antes por causas naturales.

4 comentarios:

  1. No voy a realizar comentario sobre este tema, reservandome ello para una nueva oportunidad. Aqui quiero dejar mis FELICITACIONES a Gema, nuestra bloguera predilecta, pues ha rendido exitosamente varios dificiles examenes de derecho, lo cual la convierte de hecho, en una CUASI-ABOGADA. Es meritorio su esfuerzo, su lucidez, su comprobada capacidad de estudio y contraccion al trabajo. Es una brillante estudiante y será sin dudas, una excelente profesional del derecho. Orgullosamente, su amigo porteño, Carlos María.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras Carlos.
      Sabes que para mi, es una alago tú sabes bien mi trayectoria y seguimiento sobre todo en estos últimos examenes verdad. Pese a la distancia he tenido un buen amigo y seguidor de este gran reto que es afrontar la vida diaria!!
      Ojalá, la verdad sea así y tus palabras seas veraces aplicadas a mi vida real. Por lo menos, lo intentaré.
      Un abrazo yo también estoy muy orgullosa de ti!

      Gema

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  2. Me uno al comentario precedente, pero yo sí comentaré el tema. No entraré en la eutanasia, ni la distanasia, ni ortotanasia, ni el derecho a decidir,... que siendo temas muy interesantes y que pueden dar mucho que escribir, han sido y serán tratados muchas veces. Lo que me ha llamado la atención es la actitud de los padres. Demandan a su hija para evitar que se haga su voluntad y, por lo tanto, que siga sufriendo.
    Esto me supera. Tal vez los años que he pasado viendo morir y nacer (trabajé en UCI y tenía la sala de partos enfrente) me han dado una visión diferente de la vida y la muerte. Tal vez mi concepto religioso sea muy laxo para muchos, aunque creo que mi formación religiosa (incluida su historia) ha sido bastante completa y diversa. En definitiva, no entiendo que permitas que una persona, a la que amas, sufra. Y llegando a esos extremos!

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    1. Estimado Daniel,

      muchas gracias también por tus palabras, gracias de corazón.
      En lo que concierne a este art., me parece que llevas toda la razón, todos los estados que indicas de inducción a la muerte .. no conozco los que indicas a expensas, de la eutanasia la cual creo que debería de estar aprobada y regulada por ley, de forma taxativa. Y cierto es al menos la eutanasia, temas muy interesantes.
      Los padres, se aferran a cualquier halo de esperanza porque la vida de su hija no se apague, pero bien es cierto que en este caso y en la potestad unitaria personal de la muchacha ella es quién ha de decidir sobre su vida.
      Hay que entender, que cada caso es un mundo, y lógicamente en este caso si ella sufre, su vida se apaga ella es quién a propia voluntad por encima de sus progenitores ha de decidir. Yo tampoco entiendo y estoy contigo que cómo esos padres, si profesan ese amor a su hija la dejan que sufra así. No lo entiendo. Saludos y mil gracias de corazón Daniel.
      Gema

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