Wikipedia

Resultados de la búsqueda

martes, 26 de marzo de 2013


WILLIAM WOLFRAM, CREADOR DEL PORTAL 'DEALDASH'

Cómo facturar 44 millones antes de los 20 partiendo desde cero


Era todo un juego. El jovencísimo finlandés William Wolfram mataba las tardes viendo vídeos en YouTube. Por aquel entonces contaba apenas con quince primaveras, pero olfateó pronto el aroma del dinero: se dedicó a buscar los usuarios de la red vídeos que acumulaban más visitas y les ofreció adquirir sus cuentas por un importe que oscilaba entre los 50 y los 100 dólares. Dinero fácil para buena parte de los titulares de las cuentas que no dudaron en vender su propiedad a este incipiente emprendedor. 

A su edad, no podía firmar cheques, así que fue su madre la que los rubricó por él. Su estrategia resultó ganadora: nuestro protagonista se hizo con una buena colección de cuentas de primer orden en YouTube e insertó publicidad en ellas. Un planteamiento global que nunca estuvo al alcance de los titulares de las mismas.
Y pronto llegó el dinero, y a raudales. Sus padre no daban crédito. Su rebelde criatura logró amasar en poco tiempo medio millón de dólares proveniente de la publicidad en los vídeos. Esta cantidad de 'cash' en el bolsillo de un adolescente puede resultar incendiaria, pero no para nuestro protagonista. Murió el niño y nació el emprendedor. 
William ahorró dinero para catapultar su nuevo proyecto, aquel que le ha llevado a ocupar este titular: en febrero de 2009 había nacido DealDash, una firma que hoy da empleo a 67 empleados y que facturó el año pasado la friolera de 44 millones de dólares. Un negocio boyante que cuenta con muchos ingredientes y la habilidad de un emprendedor de éxito que acaba de cumplir 20 años.

Una subasta que engancha

Lo curioso del asunto es que DealDash ni siquiera es una idea original: se trata de una web en la que la que se puja en grupo por un artículo gancho. Digamos que lo que se vende es un iPad, y los pujadores invierten en el equipo 20 dólares cada uno. Pues bien, uno de los pujadores se llevará el cotizado equipo a precio de ganga, mientras el resto ha tirado el dinero y la firma recauda el sobrante. 
Un negocio redondo pero, como apuntamos, no es ni de lejos nuevo en la red. ¿Por qué, en este caso, ha triunfado Wolfram? Nuestro protagonista, de hecho, obtuvo la idea de una página similar de subastas, en la que pujó por un MacBook no resultando ganador y perdiendo todo el dinero. Una injusticia, debió de pensar, y maquinó un negocio más justo.
  1. En DealDash el pujador tiene la posibilidad de no perder nunca: si resulta ganador, obtiene el preciado producto con un descuento entre el 60 y el 99% (imaginen llevarse un iPad nuevo por, digamos, 2 euros), pero si no gana, que es lo estadísticamente habitual, tiene la opción de llevarse el producto a precio de mercado, con lo que nunca pierde. 
Sólo se queda sin el importe pujado si se retira y no opta por ninguna de estas dos vías. Sumen a este 'win-win' a una estrategia de juego (con barras de progreso y temporizadores que estimulan la puja) que atrapa a los usuarios, que vuelven una y otra vez a pujar, para comprender lo redondo del negocio. Pero no es oro todo lo que reduce: sobre la marca sobrevuela la acusación de "timo" de un numeroso grupo de usuarios que pujaron en navidades por un producto y tuvieron que esperar meses a recibirlo. 
  1. Un 'overbooking' que costó caro a DealDash en concepto de devoluciones, pero sobre todo en prestigio. "Ahí la liamos", reconoce William
    .

No hay comentarios:

Publicar un comentario