FAMOSOS Y ARMAS.

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Pues que a Brad Pitt le gusta tener un arma escondida en su casa y que no se siente seguro si no la tiene. Angelina agrega que no dudaría en disparar si alguien entrara. Aunque en principio pueda parecer una superficialidad propia de las revistas del corazón saber cómo viven los famosos y cómo cuidan a sus hijos, en el caso de estas personalidades que van por la vida imponiendo sus inalcanzables estilos, glamour y forma de ver el mundo, es impactante lo peligroso que resulta una declaración de este tipo. Si Angelina Jolie, instalada en mansiones de lujo, grandes hoteles y rodeada de guardaespaldas necesita tener un arma para proteger a sus hijos, ¿qué podemos esperar los simples mortales que ni siquiera tenemos un videoportero en el hogar?

En la participación de ayer en Las del Estribo hablamos de otras estrellas de Hollywood que también son integrantes de la Asociación Nacional del Rifle en EEUU o que gustan de las armas, y por el contrario, de algunos de los actores más emblemáticos de acción a los que estamos acostumbrados a ver con el AK47 en la mano y que en la vida real apoyan a las campañas por el control de las armas de fuego y promueven una legislación más restrictiva.

Aquí el audio Armas y Celebridades en Las del Estribo

Lo grave de que estrellas tomen posiciones sobre un tema de seguridad ciudadana, no sólo es la frivolización que Hollywood ha hecho en sus producto, con respecto a la facilidad del uso de las armas de fuego: cualquiera sin ningún entrenamiento puede disparar un arma de cualquier calibre y detener una posible agresión. Nada más alejado de la realidad.

Las estadísticas hablan que en los hogares donde se guardan armas de fuego hay 42 veces más probabilidades de disparar a alguien conocido de la familia que a un extraño en defensa propia y que se incrementan las posibilidades de suicidio 16 veces. Un tercio de los accidentes con armas de fuego involucran a menores de 15 años.

Otro estudio realizado en ciudades de Estados Unidos demostró que por cada vez que un arma en la casa fue utilizada en defensa propia, se realizaron 4 disparos no intencionales, 7 disparos en crímenes y homicidios, así como 11 intentos o suicidios completados con armas de fuego. Adicionalmente, 200 mil personas, cada año, reciben una lesión no mortal causada con armas de fuego en los Estados Unidos, las cuales representan un alto costo al sistema sanitario o a los presupuestos familiares de los americanos.

Además, estas posiciones siguen perpetuando la construcción de una masculinidad basada en la agresividad, el valor físico, la independencia, sortear dificultades y enfrentar riesgos que para ganarse el respeto, el prestigio y alcanzar autoridad ante sus semejantes debe esconder su sensibilidad, pasar por encima de los demás, ser el más fuerte y echar mano de la violencia, para lo cual, frecuentemente es útil un arma de fuego.