¿Qué está en juego en Mali?
La situación en Mali ha dado un giro de 180 grados tras la decisión del Gobierno francés de François Hollande de enviar tropas al país africano para detener la ofensiva islamista. La operación gala está respaldada a nivel logístico por el Reino Unido. El hecho de que hasta ahora no se haya lanzado un operativo mayor de tropas extranjeras no se debe únicamente a las dudas expresadas por el Gobierno interino de Mali sino a las numerosas incógnitas que plantea la operación. Hacemos un recorrido por algunas de ellas:
¿Por qué interviene ahora Francia, antigua potencia colonial?
En los últimos meses, Francia intentó en reiteradas ocasiones persuadir a los gobiernos de Estados Unidos y a Naciones Unidas sobre la necesidad de intervenir en el norte deMali. Pero sus múltiples llamamientos cayeron en saco roto.
Entre los diferentes factores que han empujado a Hollande a intervenir en el país, se encuentra el hecho de que diversos grupos islamistas mantienen como rehenes a ciudadanos franceses en África. Además, intervienen los intereses económicos. El avance de las fuerzas islamistas sobre la ciudad de Mopti, de relevancia estratégica, ha forzado laintervención del país europeo. Francia ve desde hace tiempo que su influencia en la región, a tan sólo tres horas de vuelo de Europa, corre peligro, y que el avance de fuerzas insurgentes podría repercutir en la propia Francia debido a que muchos de los líderes rebeldes hablan francés y tienen familiares en territorio galo.
¿Cuáles son las tres fuerzas que integran las filas islamistas en Mali?
Se considera que las filas rebeldes están lideradas por la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico. Se estima que esta red dispone de millones de dólares generados por el tráfico de drogas y el dinero obtenido a cambio de la liberación de extranjeros secuestrados.
Según fuentes de los servicios secretos, los islamistas cuentan en el norte de Mali con 6.000 combatientes entrenados, entre ellos yihadistas de Egipto, Sudán y otros países. En sus filas también luchan hombres tuareg que se denominan 'Ansar Dine'. Junto a ellos figura además el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental, que también defiende la implantación de la sharia (ley islámica).
¿Por qué Mali podría convertirse en el segundo Afganistán?
Durante mucho tiempo, Mali fue uno de los pocos países democráticos ejemplares de África. Pero, tras el golpe militar, en marzo de 2012, en la capital, Bamako, en el sur del país, un grupo de combatientes tuareg conquistó junto con agrupaciones islamistas el norte de la nación.
Los islamistas ordenaron destruir numerosos objetos de valor histórico que se encontraban en Tombuctú, donde hay mausoleos y cementerios que son Patrimonio de la Humanidad. Los analistas temen que el enorme norte del país, al quedar fuera del control estatal, se convierta en una zona de crecimiento de células terroristas, como sucedió en Afganistán bajo el régimen talibán. En el caso de Afganistán, la primera señal que puso en alerta a la opinión pública internacional fue la destrucción de valiosos objetos culturales.
¿Existe relación entre la muerte de Gadafi y el conflicto en Mali?
Algunos conocedores del continente africano afirman que el conflicto en Mali es una venganza por la muerte del líder libio Muamar al Gadafi. El líder libio reclutó en su momento a tuaregs del norte de Mali para sus propias fuerzas de seguridad. Al caer Gadafi, muchos de ellos regresaron a su país provistos de armas modernas, con las que dieron el respaldo a los insurgentes en su lucha contra el Gobierno, en el sur del país.
¿La comunidad internacional ignoró la evolución de Mali?
Los dramáticos sucesos son una catástrofe anunciada. Francia, Estados Unidos y Naciones Unidas emitieron durante meses advertencias sobre los 'señores de la guerra' en el norte del país. Sin embargo, el Gobierno de transición nacional sostiene que fue poco lo que se hizo.
Alarmado por los recientes avances de los islamistas, el Consejo de Seguridad destacó este viernes que la misión de respaldo Afisma debe empezar a intervenir con mayor rapidez en el país. De hecho su envío ya estaba decidido desde hacía semanas, pero la realidad es que aún no se había producido ningún avance en su actuación. Uno de los obstáculos eran las reticencias expresadas por Mali contra la intervención de soldados de países vecinos. Se teme además que el conflicto se extienda a otros estados de la región.
Raramente uno se pone a pensar en las ideas de los demás, por eso asusta la idea de que otros solo tengan su tiempo dedicado a maquinar la destrucción de quienes no piensan igual. Sean éstos los señores de la guerra o sean los que quieren ser señores de la guerra, de cualquier forma somos rehenes de gente a la que no conocemos, a la que vemos en películas, o al menos eso creemos; tal vez están a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarAquí en el fin del mundo poco y nada es lo que percibimos sobre la realidad de lo que se vive en países donde los pensamientos radicales abundan, y no me refiero al medio oriente únicamente; creo que la palabra temor sería la apropiada a la hora de imaginar un sentimiento con el que vive la población que convive cerca de aquellos.
A veces, todo parece tener sustento en la religión, cada idea extrema proviene de algún libro, de alguna historia, de alguno de los dioses que se ha revelado en la antigüedad; sin ser irrespetuoso o parecer incrédulo, una cosa es lo revelado y otra es quien lo transmite. Es por eso que dejando a salvo las creencias de cada individuo de este planeta, lo que por momentos parece ser una lectura extrema o errada acerca de algún mandato divino, termina transformándose en la interpretación de un individuo, o unos pocos, o miles, da igual, sobre lo que más les conviene; termina siendo su revelación. Entonces aparecen sus necesidades, sus realidades, sus carencias y falencias como seres humanos, y todo se resume a una idea: la necesidad económica y política de transformar a las masas hacia la conveniencia de un modelo social que termine por dar poder a unos pocos y sumir al resto a la voluntad de éstos.
Cada país tiene sus insurgentes, sus radicales, sus señores de la guerra, y al parecer por otro lado estamos los que queremos paz, tranquilidad, trabajo, familia, amor, unidad, democracia, libertad, vida.
Tal vez estoy absolutamente equivocado, es solo una idea. También soy un radical en ese sentido.
Estimado amigo José,
ResponderEliminarbien en el contexto de la guerra de Mali, puede dilucidarse que aquí Francia ha tomado cartas en el asunto de manera unilateral, si bien tenemos que estructurar y atar cabos, ya que según se indica estos los franceses intentan paliar el saqueo y arresto de los rehenes de nacionalidad francesa, o bien.. según se relata en el texto quieren vengar la muerte de Gadafi, veremos que investigamos si esto es así y estamos en lo cierto.
Lo que sin duda me estremece y me hace pensar, el por qué de los dirigentes políticos, de los organismos de la ONU no toman carta en estos asuntos e intentan erradicar, el daño que se hace a los niños, mujeres, hombres, en definitiva a LA POBLACIÓN CIVIL. Realmente, los insurgentes los hay en todos los países, de una manera u otra intentar hacerse latir pero sinceramente esto un país llevar al borde de una guerra civil sangrienta no lo quiero, y por ello pienso que Francia no debería haber tomado cartas en este asunto y no pensar al unísono en su población solamente, estos países o p.e. Corea de Norte hay que andarse con pies de plomos son gente politizada con personalidades muy feroces en sus actuaciones y sin escrúpulos..
Y no tus pensamientos para nada, me detonan ningún ápice de ser radical amigo José.
Gracias por tus comentarios!
Gema