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martes, 9 de abril de 2013


Argentina: Ricos cada vez más ricos, pobres... más pobres

Argentina: Ricos cada vez más ricos, pobres... más pobres
Nota de tapa de la Revista Machete N° 2. "...a pesar de las abundantes riquezas, los recursos no son ilimitados y la depredación sostenida ininterrumpidamente marcha inexorablemente hacia una dilapidación de los mismos."
Por Ariel Aloi

La economía nacional en estos diez años de Gobierno kirchnerista atravesó por diferentes etapas: de crecimientos lentos y acelerados, de avances y estancamientos. Sin embargo, los períodos de balanzas comerciales favorables y de números fiscales históricos arrojados por las altas tasas de crecimiento -en un período diferente al actual- aún no encontraron su correspondencia con las condiciones de vida de millones de argentinos. Es así que las estadísticas favorables parecen disociarse de una realidad que se empecina en mostrar la enorme brecha que divide a los más ricos de los más pobres.
EL FLAGELO DE LA POBREZA
El flagelo de la pobreza, hasta ahora, no da marcha atrás. Es paradigmático que millones de personas no se hayan enterado, a partir de mejoras sustanciales en las condiciones de vida propias, que la economía tuviera períodos de crecimiento acelerado en lo que se llamó la “posconveribilidad”. De este modo, el cuadro social que se inaugura en discursos y relatos -ideado en las usinas del poder- produce una brecha aún mayor entre “fantasía” y realidad, a la arrojada por la comparación entre los que más tienen y los que menos. 
En los períodos de crecimiento las condiciones de vida no mejoran sustancialmente, como sí lo hacen, en sentido inverso, cuando llega el estancamiento o el retroceso. El pueblo vive de mal en peor, sucesivamente. Esto sucede porque la estructura política, económica y social -y no un mero ejercicio redistributivo en sí mismo- impone las condiciones de pobreza y la desigualdad en la distribución de recursos productivos e ingresos. Si hay riqueza concentrada, es inevitable que exista miseria extendida.
El rigor de estas condiciones impone, por ejemplo, que 7 de cada 10 hogares lleguen con lo justo a fin de mes (en base a los $7.000 de la canasta básica familiar), de ellos que 3,5 vivan en la pobreza y un tercio pase hambre. Es así que la pobreza supera el 30% de la población y se torna irreversible a partir de la perpetuación de una escandalosa acumulación de riquezas en pocas manos. En el barrio, y no en las estadísticas diseñadas, se dispara esta realidad que se visibiliza en diferentes expresiones: precariedad habitacional, deserción escolar, malnutrición y desnutrición, inundaciones, contaminación, violencia familiar, adicciones, falta de acceso a la salud, etc.

LA OPULENCIA DE LA RIQUEZA
Los placeres de la riqueza que disfrutan unos pocos, son las privaciones que padecen las mayorías. Veamos dos ejemplos sin develar aún una visión más completa de la realidad: por un lado, la Presidenta de la Nación ostenta un patrimonio personal de 70 millones de pesos, y por otro, el Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, de unos 71 millones. Sus situaciones difieren ampliamente de los 7 de cada 10 hogares que apenas llegan a fin de mes, y mucho más si hablamos específicamente de aquellos que acceden a los “bondadosos” programas sociales que oscilan en ingresos de $300, pasando por $1200 y llegan, extraordinariamente, a unos $2400 (Plan Argentina Trabaja, cada 2 meses), o de los que poseen trabajos informales o precarizados. Pero si dijéramos que estos son índices estimativos de la brecha que divide a los más ricos de los más pobres estaríamos mintiendo. Ni Macri ni Cristina, ni ninguno de los políticos tradicionales -que en su mayoría conservan y amplían jugosos botines-, son los que acumulan mayores riquezas y realizan los mayores negocios en la Argentina.
Sigamos con otro ejemplo: Argentina tiene 12 mil millones de dólares como saldo comercial agregado, pero, he aquí la sorpresa, las 50 empresas más importantes instaladas en el país sustentan unos 50 mil millones de dólares de saldo anual -a través de remisiones de utilidades al exterior o directamente en fuga de capitales-. Una distante brecha que se amplía, aún más, del 30% de pobres. Identificar la presencia de estas empresas, mayoritariamente extranjeras y multinacionales, nos da una visión más integral de nuestra realidad, de las privaciones y de los problemas que persisten irreparables a lo largo y ancho del país. De estos simples datos encontramos una primera explicación de por qué los países desarrollados consumen 66 veces más que las cinco naciones más pobres.
La vida que recorren magnates financieros, empresarios y políticos títeres, entre lujos y abundancia, nos señala un polo de la sociedad. El otro, al extremo opuesto, devela a todos aquellos que ni siquiera pueden asegurarse la cantidad de alimento diario para la subsistencia física: son el 10,8 de la población argentina y las estadísticas los encuadran bajo el título de “indigentes”.

SI HABLAMOS DE BIENESTAR...
La alimentación, la salud, la educación, la cultura, la recreación, el deporte y principalmente, el bienestar, son derechos que no se resuelven en favor de las mayorías y que cada tanto aparecen en las crónicas oficiales u “opositoras” como promesas de campaña o en su lamentable versión de migaja cuando, cada cuatro años, se “eligen” y se inician nuevos mandatos de presidentes, gobernadores e intendentes. 
Los indicadores de desocupación, miseria y desigualdad en la distribución de las riquezas son permanentemente falseados, como lo es la pauta inflacionaria. Los datos elaborados por los oficialismos configuran un panorama social -imaginario o mágico- que cualquier desprevenido podría caracterizar de favorable, excelente o superador a cualquier otro en la historia. Como ya vimos, la mentira es una base exquisita para borrar, al menos en números, la existencia de pobres e indigentes. Es así que las migajas del banquete para pocos adquieren la forma de “programas sociales” y se presentan en sociedad como una forma de solucionar la situación de desigualdad social que arroja un sistema de concentración, polarización y depredación de recursos.
Naturalmente, para resolver el problema de la pobreza, que condena a millones de argentinos y argentinas al más vil sufrimiento y desamparo, no alcanzaría con distribuir mejor la riqueza, o con que el rico sea un poco menos rico y el pobre un poco menos pobre. Si hablamos de bienestar, para esos 7 de cada 10 hogares, ese 30% de pobres o ese 10,8% de indigentes, deberíamos terminar con la opulencia y la concentración de riquezas en unas pocas manos.

ES POSIBLE UN PAÍS SIN SAQUEO Y POBREZA
En nuestro país las empresas extranjeras y las multinacionales tienen la potestad de acceder a los recursos naturales que precisan. Suele decirse que las grandes inversiones de estos sectores permiten potenciales mejoras y que cuando no se realizan es porque los países cometen errores o no alcanzan los índices de confiabilidad financiera. Naturalmente, los yerros se atribuyen a las naciones menos desarrolladas y dependientes, y no a los países desarrollados y ricos que son los principales beneficiarios de un orden mundial desigual e injusto. 
Si las naciones más poderosas consumen 66 veces más que las cinco más pobres ¿se puede hablar de justicia, igualdad o libertad? Esta abismal diferencia se acrecienta gracias a la docilidad de Gobiernos como el argentino y significa no sólo la dilapidación de recursos no renovables en suelo patrio, sino también la aprobación a la tendencia de los países más ricos y sus transnacionales al saqueo, al derroche, al desarrollo de la próspera industria bélica y a la alteración de las condiciones naturales expresadas en el cambio climático y el calentamiento global.
En fin, las grandes inversiones de las empresas multinacionales no contribuyeron nunca al desarrollo del país y del pueblo. Todo lo contrario: ampliaron la brecha que divide a los más ricos de los más pobres, generando, por un lado, multimillonarios negocios y por otro, jugosos negociados para los Gobiernos que ceden a una paternidad transnacional. Por ello, al día de hoy, con los elevados índices de pobreza sobre la mesa, podemos constatar que las empresas extranjeras son dueñas mayoritarias de nuestros recursos, ríos, yacimientos, minas, tierras, fábricas y bancos.

MILLONES CONTRA LAS TRANSNACIONALES
La generación y acumulación de riquezas en pocas manos difícilmente beneficie a los sectores mayoritarios. Esta realidad -imposible de fingir- se puede exteriorizar o visibilizar fácilmente entre quienes disfrutan las mejores viviendas, educación, salud, seguridad y estilo de vida, y quienes padecen la falta de todos estos derechos.
Ese pequeño sector -que podemos identificarlo en las 50 empresas más importantes del país- obtiene multimillonarios ingresos, controla la mayoría de riquezas del país e impone -con más de una bendición gubernamental- todos los males que se reproducen por estas tierras. Por tanto, hay más de una razón para decir “millones contra las transnacionales”.
A pesar de contar con un país sumamente rico navegamos de crisis en crisis, la brecha abismal entre ricos y pobres de duplica, el subdesarrollo estructural se perpetúa y el futuro que se ofrece a las nuevas generaciones destella de exclusión y falta de oportunidades. 
Sin embargo, a pesar de las abundantes riquezas, los recursos no son ilimitados y la depredación sostenida ininterrumpidamente marcha inexorablemente hacia una dilapidación de los mismos. Los recursos existen y se depredan, con grandes o pequeñas inversiones, pero nada -en términos favorables- cambia para el pueblo. En cambio, los índices se modifican a la hora de evaluar lo desfavorable: saqueo, contaminación, deterioro en la habitabilidad, crisis ambientales, pobreza y despojos.
Entonces, en este panorama adverso, “millones contra las transnacionales” busca ser una respuesta a pensar y construir, y una plataforma de encuentro social, político y cultural de quienes cuestionamos la depredación de recursos, el saqueo transnacional y la creciente brecha entre los más ricos y los más pobres. En fin, “millones contra las transnacionales” no es otra cosa que “todo para el pueblo”.
Ultima modificacion el Martes, 09 de Abril de 2013 20:04

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