Ciudadanos atrincherados y bajo toque de queda en Boston: "No recuerdo un precedente similar"

Los ciudadanos de Boston han amanecido esta mañana sin poder salir de sus casas. “No recuerdo precedente semejante en un país occidental” cuenta Pablo, un español que lleva casi tres años viviendo en Boston. Y añade: “Esto es increíble. Una ciudad así totalmente parada. Todo está cerrado y no hay nadie en la calle”.

Los ciudadanos de Boston han amanecido esta mañana con correos electrónicos de sus empresas y de los colegios a los que llevan a sus hijos en los que se les pide que no salgan de casa. Hoy, todos los negocios están cerrados y la población debe permanecer atrincherada en sus casas.

María y Pablo, dos ciudadanos españoles residentes en Waltham (una localidad situada a las afueras de Boston) acudieron ayer a un concierto de la banda Fleetwood Mac y les sorprendió que a la entrada la Policía estuviera distribuyendo cuartillas con fotografías de los dos sospechosos de haber cometido los atentados del pasado lunes en la línea de meta del maratón de Boston.

Cuartilla distribuida por la Policía con la imagen de los dos sospechosos

Al irse a la cama, ya conocían la noticia de que un policía había muerto en un tiroteo con uno de los sospechosos. Cuando se han despertado se han enterado de la muerte del que la policía denomina “sospechoso número uno”. Y al abrir el correo electrónico se han encontrado con mensajes de sus centros de trabajo y del colegio donde llevan a sus hijos advirtiéndoles de que iban a estar cerrados, que se quedaran en sus casas.

Han cerrado el metro, los autobuses. Todo el transporte público de Boston está inoperativo. “Hay sirenas por todas partes. Está todo el mundo en alerta. Hoy la gente se ha levantado, habrán echado un vistazo a su correo electrónico y han visto que no se puede salir” así resume María cómo están viviendo los ciudadanos de Boston la captura del “sospechoso número dos”, que ha huido a Watertown. Un pueblo muy cercano a la localidad donde viven María y Pablo.

La Policía ha pedido a la población que no abran puertas ni ventanas. “Esto es de película, da un poco de miedo”, cuenta algo asustada María. Preocupada porque en Watertown viven dos de sus mejores amigas. Es el pueblo donde ella misma hace la compra y donde lleva a sus dos hijos a la piscina. Hoy, Watertown ha perdido su anonimato y su nombre ha saltado a todas las cadenas nacionales de EEUU y a varios medios internacionales. Allí se refugia el segundo sospechoso y la policía está yendo puerta por puerta con la intención de localizarle.

Las localidades de Watertown, Waltham, Newton, Belmont, Cambridge y Allston-Brighton, situadas al oeste de Boston, han sido las primeras en estar cerradas a cal y canto. Posteriormente, el toque de queda se ha extendido a todo el área metropolitana de Boston. “No recuerdo precedente semejante en un país occidental” cuenta Pablo. Y añade: “Esto es increíble. Una ciudad así totalmente parada. Todo está cerrado y no hay nadie en la calle”. Lo que les han dicho las autoridades es que sólo pueden dejar entrar en casa a policías claramente identificados.