Los impuestos que vienen en 2013
César Calvar
El Gobierno ultima los Presupuestos Generales del Estado del año próximo. Las cuentas deberán acometer un ajuste millonario para reducir el déficit público al 6,3%. Las medidas incluirán nuevos recortes de gastos y subidas fiscales.
-Coto a la especulación.
El Gobierno quiere penalizar con mayores gravámenes las plusvalías obtenidas a corto plazo, sean procedentes de la Bolsa o de la venta de otros bienes como viviendas, locales y otros inmuebles, al objeto de castigar la pura especulación. Hacienda distinguirá entre las ganancias patrimoniales logradas mediante compraventa en menos de un año y las conseguidas a más largo plazo. Las primeras estarán sometidas al tipo de IRPF aplicable al contribuyente, según su tramo específico. Puede variar entre el 24,75% y el 52%, en el caso de las personas de rentas más altas en las comunidades con mayor presión fiscal. En el caso de plusvalías obtenidas en más de un año, los primeros 6.000 euros tributan al 21%, tipo que aumenta al 25% para las cantidades de entre 6.000 y 24.000 euros y al 27% para las plusvalías que estén por encima de esa cifra. Portugal ha anunciado ya que seguirá el modelo español.
-Nuevo impuesto bursátil.
El Ejecutivo prepara un nuevo impuesto que grave determinadas transacciones financieras en la Bolsa. Hacienda reconoce que esa nueva figura estará inspirada en el modelo francés. El Gobierno de Hollande estableció un tipo del 0,2% para ganancias derivadas de la compraventa de acciones de empresas cotizadas con sede en Francia. El Ministerio de Hacienda español reconoce que la medida está «en estudio» y «es posible» que se apruebe para 2013. Este tipo de impuesto fue sugerido por el comisario europeo de Fiscalidad en la reunión de ministros europeos de Finanzas (Ecofin) en junio pasado, para su aplicación el año que viene. España, Francia y Alemania, se mostraron a favor, pero no hubo unanimidad en el seno de la UE por la oposición de Reino Unido.
-Patrimonio de ida y vuelta.
El Gobierno mantiene en el aire la posible prórroga del Impuesto de Patrimonio, que recaudan las comunidades autónomas y cuya reactivación para 2011 y 2012 acordó el anterior Ejecutivo del PSOE, el mismo que -sin llegar a suprimirlo- lo bonificó al 100% en 2008. Con el resurgimiento temporal de este tributo los socialistas quisieron ayudar a atajar el deterioro de las cuentas públicas -en 2008 recaudó 2.112 millones de euros y la previsión para 2011 eran 1.035 millones- y transmitir el mensaje de que en España pagan más quienes más tienen. Salvo que Rajoy decida lo contrario, el tributo expirará a finales de año. «Si el Gobierno no toma ninguna decisión, el impuesto se muere. Hoy por hoy el tema no se ha tratado» aseguran fuentes del Ministerio de Hacienda.
-El último coletazo del IVA.
El gravamen súperreducido de IVA (4%) aplicado a la compra de viviendas expira a finales de año. A partir del 1 de enero quienes compren una casa sufrirán una penalización del 10% (equivalente al nuevo tipo reducido que entró en vigor el 1 de septiembre). Termina así otro incentivo fiscal que el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero introdujo en un intento por reactivar la compraventa de viviendas. Ese incremento es el último coletazo de la subida de tipos de IVA, que elevó el gravamen general del 18% al 21%, y el reducido del 8% al 10%. Además, muchos productos -culturales y determinado material escolar, antes sujetos a tipos reducido o súperreducido- pasaron a estar sometidos al tipo general del 21%. El Gobierno aspira a ingresar 10.130 millones al año que viene fruto de esta subida. Los técnicos de Hacienda avisan de que cada hogar pagará 437 euros más al año por sus compras. Organizaciones como Ceaccu elevan a 570 euros anuales el efecto sobre las familias.
-Adiós a la deducción por vivienda.
Los Presupuestos de 2013 también incluirán la eliminación de las deducciones fiscales a la compra de vivienda para las casas compradas a partir del 1 de enero. Esas bonificaciones ya habían sido desterradas por José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 salvo para rentas muy bajas, pero Rajoy las recuperó en 2011 y con carácter retroactivo. Seis meses tardó el actual presidente del Gobierno en volver a anunciar su supresión.
-La parte de las empresas.
En lo que respecta a la parte de la recaudación que afecta a las empresas, las fuentes consultadas no descartan otra vuelta de tuerca en la limitación del actual sistema de deducciones del Impuesto de Sociedades. Además, Hacienda señala que está en estudio un recargo a las petroleras que tengan márgenes excesivos de beneficio.
-Impuestos 'verdes'.
Rajoy anunció que los próximos presupuestos introducirán un impuesto medioambiental en línea con lo que plantea la Comisión Europea. Hacienda recalca que su principio inspirador será la máxima «quien contamina paga». Todas las opciones están abiertas, y entre ellas figuran posibles aumentos de gravámenes en la matriculación de vehículos de gran cilindrada y por tanto más contaminantes o una penalización del consumo de gasóleo, por las emisiones.
-Impuestos energéticos.
El Gobierno aplicará media docena de impuestos a las compañías de generación eléctrica con el propósito de recaudar 2.700 millones anuales y reducir el déficit de tarifa. Habrá un gravamen único del 6% calculado sobre la cifra que facturan las empresas, lo que incluye las primas a las renovables, pero la batería de tributos afecta adicionalmente a las gasistas mediante el 'céntimo verde', a las nucleares a través de los residuos y el almacenamiento, a las centrales hidráulicas por el uso de los recursos hídricos, y a las renovables, por la utilización de combustibles fósiles.
ResponderEliminar¿Serías capaz de enumerar de memoria todas las reformas que ha aplicado el Gobierno desde que ganó las elecciones? Difícil tarea, sin duda. Y es que en lo que va de legislatura ya hemos perdido la cuenta del número de reformas que se han aplicado desde Moncloa para tratar de paliar los devastadores efectos de la crisis. A pesar de ello, hoy el ministro De Guindos ha confirmado que habrá un nuevo plan de reformas para cumplir con el objetivo de déficit. ¿Deberíamos echarnos a temblar?
Debemos partir de la base de que es prácticamente imposible que España cumpla con el objetivo de déficit del 6,3 % del PIB. Ante este panorama, lo más probable es que el Eurogrupo nos exija medidas adicionales que se incluirán en los próximos Presupuestos de 2013, que se presentarán el próximo 27 de septiembre.
En mi opinión, serán tres los pilares de los nuevos y dolorosos ajustes que llevará a cabo el Gobierno a petición de Bruselas para así cumplir con el objetivo de déficit. El primero de ellos será, casi con toda seguridad, un recorte en las pensiones. Para mí, la única duda aquí es saber si el Gobierno hará modificaciones sobre la edad de jubilación o sobre el período de cotización obligatorio para calcular la pensión. Igualmente, también se podría fijar una subida porcentual muy pequeña pero a la vez no revalorizar las pensiones con la inflación, lo cual supondría un ahorro considerable para las arcas públicas.
En segundo lugar, los funcionarios, uno de los colectivos con los que más se está cebando el Gobierno, podrían volver a sufrir reformas en su seno. La medida más light podría ser una modificación de su estatuto laboral con el objetivo de asemejar este un poco más al estatuto de los trabajadores del sector privado. Una medida más extrema podría ser el despido de algunos miles de ellos, aunque no creo que el Gobierno sea capaz de llegar a ese extremo (situación que sí se ha dado en otros países rescatados como Grecia o Portugal).
Por último, el tercer grupo de posibles afectados por los recortes que se avecinan podrían ser los desempleados. El recorte aquí sería bastante doloroso ya que estamos hablando de uno de los colectivos que con mayor dureza están sufriendo la crisis. El coste político de medidas como una rebaja en la duración de la prestación o una disminución de la cuantía de la misma serían enormes. ¿Se atreverán desde Moncloa? Un ajuste así podría incendiar a la ciudadanía aún más, si es que es esto es posible.