Cristina Fernández de Kirchner 

ahoga a los argentinos

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• Ha impuesto un ‘Gran Hermano’ estatal para evitar la salida de dólares del país.

• No pueden viajar al extranjero o adquirir una vivienda sin pedir permiso.

La presidenta de Argentina llega hoy a Angola para reforzar lazos comerciales

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Karina se siente acorralada. Es médico cirujano y ejerce en un hospital público y en un instituto privado de Argentina.

Ha dedicado toda su vida a estudiar y capacitarse y ahora trabaja más de 12 horas diarias, incluso los fines de semana. Adora su país,  un lugar “maravilloso para vivir”. Ha tenido la oferta de volar lejos de su tierra, pero siempre ha decidido quedarse. Dice que extrañaría cada aroma, cada sabor, cada paisaje y esa forma de ser y de querer tan particular de los argentinos.

Sin embargo, Karina se siente cercada dentro de las fronteras de su “propia patria”: el amor a tu propio país se acaba cuando ese mismo Estado es el que aprieta la soga. Y su saturación quedó patente junto a la de cientos de ciudadanos en la ruidosa manifestación de principios de septiembre:

“Yo voté a este Gobierno, porque creo en la igualdad de oportunidades. Quiero decir que estoy lejos de sostener un pensamiento de derechas, pero lamentablemente nos gobierna la intolerancia, la inseguridad y la corrupción. Es el eterno problema del peronismo y de un país que sólo puede ser gobernado por alguien que se dice peronista”.

Como muchas de las personas trabajadoras que intentan “construir un país mejor”, Karina está sufriendo las consecuencias del “cepo” cambiario del Gobierno  de Cristina Fernández de Kirchner.

“El Gobierno Nacional ha impulsado una política de recaudación, que es la que lleva a este tipo de medidas. Los recursos son escasos y se trata de evitar la salida de dólares del país”,  explica Fernando Blanco, presidente de la Unión de Consumidores de Argentina, la entidad similar a la OCU.

23 nuevas medidas en 11 meses han atenazado el acceso al dólar. Pero lejos de una simple mesura económica, las restricciones  a la compra de divisas están ahogando poco a poco las libertades civiles de su población.  

“Si uno restringe las posibilidades de alguien  en este sentido está restringiendo las libertades económicas y éstas producen a su vez atropellos en  libertades civiles como el derecho a la propiedad o a disponer del propio patrimonio”, sentencia Bernabé García Hamilton, director del consejo académico de CADAL (Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina).

¿Me da usted su permiso para viajar?

El pistoletazo  de salida se produjo el 31 de octubre del año pasado. La AFIP, el órgano recaudador nacional,  puso en vigor todo un sistema de permisos para la compra de divisas – sin importar la cantidad- en base al patrimonio de los ciudadanos.

Quien quisiera comprar moneda extranjera debía presentar ante el organismo recaudador el DNI o pasaporte original y fotocopia; una factura de un servicio a su nombre para verificar el  domicilio; fotocopia de recibo de sueldo, inscripción en el régimen general etc,.

Y así, encajadas en el esfuerzo de la administración K para "desdolarizar" el país, fueron llegando nuevas incidencias para los consumidores sin apenas tiempo para asumirlas. “La información a los consumidores se ha suministrado con cuentagotas y es, muchas veces, contradictoria de un día para otro”, lamenta Blanco.

En mayo de este año se retomó con fuerza el sistema de controles; la AFIP redujo el tope para comprar dólares al 25% de los ingresos y estableció un exhaustivo procedimiento para quienes querían adquirir moneda extranjera para viajar.

Desde entonces, los argentinos deben enfrentarse a todo un primer gradoe informar debidamente de su nombre y apellidos, actividad laboral,motivos del viaje, fechas de salida y regreso, país de destino y escalas, tipo de transporte, agencia donde contrataron el paquete,  el coste total del viaje, cómo lo han pagado, y la cantidad solicitada en pesos para cambiar por divisas. Una vez registrados todos estos datos, una aplicación online calcula automáticamente la cantidad de divisas que cada viajero está autorizado a comprar. Ni más, ni menos.

“En casi cualquier país del mundo se puede acceder a comprar moneda extranjera, se puede decidir dónde y como viajar y no hay que dar explicaciones a nadie para salir del país. Se trata de una clara vulneración clara a la libertad comercial de los consumidores”, sostiene Blanco.

En julio,  el Banco Central dispuso la prohibición total de comprar dólares con fin de atesoramiento  -es decir para ahorrar-  y se ‘pesifican’ las pensiones extranjeras. Este pasado agosto, el órgano recaudador decidió penalizar las compras con tarjeta en el exterior con un 15% de recargo. Incluso, en las tiendas extranjeras online.

El próximo octubre, los ciudadanos sufrirán una nueva disposición: el Banco Central prohibirá la compra de dólares a partir de hipotecas en pesos para adquirir vivienda, recoge La Nación.

Consecuencias

Como en las anteriores disposiciones, este último paquete normativo trae aparejadas secuelas para los argentinos y les confirma aún más la sensación de sentirse acorralados. Éstas son algunas de las consecuencias del “cepo cambiario”:

• Restricción de los viajes: sólo se vende una cantidad limitada de dólares estimada en virtud de las variables poco definidas de la AFIP que imponen un “tope irrisorio” máximo que un viajero debe gastar al día, señalan las organizaciones de consumidores del país.

“Mi formación académica se enriquece también con congresos, que no es algo lúdico. Además mi hermano vive en España  y estas medidas restringen mucho mis posibilidades de viajar, sobre todo porque nuestra economía, se quiera o no, está dolarizada”, expone Karina.

• Imposibilidad de acceder a una vivienda: porque las propiedades se cotizan en dólares (algo incongruente por las propias medidas “desdolarizantes” del Gobierno) pero los bancos sólo están autorizados a ofrecer créditos en  pesos, estimando la cantidad en función a los ingresos del interesado, y el vendedor asímismo exige dólares.

• Abusos del mercado negro: el “dólar blue”: para hacer frente a esta diferencia aparece inevitablemente  un mercado paralelo de compra venta de divisas ilegal. Aquí, el precio de la moneda extranjera, llamado "dólar blue”,  es más de dos pesos superior al del mercado oficial de cambios. (6,320 contra 4,710, recoge Clarín)

• Control de la agencia tributaria: con las limitaciones, el acoso de la Agencia Tributaria se ha vuelto muy estricto, denuncian las agencias de consumidores.

Hasta sus buzones de quejas llegan casos de argentinos que han tenido que justificar con pelos y señales cada uno de los gastos tras volver de un viaje al extranjero. Otros a quienes la agencia tributaria pidió explicaciones por una cantidad “sospechosa” en una compra del supermercado o aquellos  a quienes les ha sido imposible acceder a los parámetros que la AFIP  tiene para autorizar la compra o no de la moneda.

“La única vía que les ha quedado para reclamar, pero larga y onerosa, es la judicial,  pues la Administración no da cabida a estos reclamos. Ha habido contribuyentes que incluso han interpuesto acciones de amparo para poder acceder a la moneda extranjera, pero en general se les ha denegado”, expone el presidente de los consumidores.

Mientras tanto, el panorama se llena de ruido. Cacerolazos a una administración que aprieta al mismo tiempo que hace oídos sordos al elevado nivel de pobreza, la  duda en la calidad educativa, la infraestructura y el transporte anacrónicos o la inseguridad convertida en algo cotidiano.