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lunes, 22 de julio de 2013


Por Gabriel Boragina ©

Quienes levantan las banderas de la "justicia social", sin saberlo están haciendo un llamado a un mundo cada vez más y más injusto. El lector se preguntará sorprendido ¿cómo es posible esto? Por empezar, digamos que quienes defienden la "justicia social" no saben en rigor de qué es lo que están hablando. Primeramente hagamos unas consideraciones semánticas, para luego introducirnos en algunas cuestiones más de fondo.
El profesor A. Benegas Lynch (h) explica:
"El premio Nobel en Economía Friedrich A. Hayek se ha referido extensamente a Comte y a sus seguidores (1952/1979: 321 y ss.) pero, en su última obra, debido a todos los malos entendidos y galimatías utilizados principalmente por la corriente de pensamiento marxista en torno a la palabra “sociedad”, este autor la sustituye por la expresión “orden extendido” (1988: 6 y 113) y, además, agrega que el adjetivo “social” a continuación de cualquier sustantivo lo convierte en su antónimo (ib.: 114-119). Dejando de lado las buenas intenciones con que muchas veces se han acuñado ciertas expresiones y las sanas tradiciones en las que aparecieron, piénsese en la expresión "justicia social" que, en el mejor de los casos, constituye un pleonasmo mayúsculo puesto que la justicia no es vegetal, mineral ni animal y, en el peor, contradice la clásica definición de Ulpiano de “dar a cada uno lo suyo” para transformarse en sacar a unos lo que les pertenece para dar a otros lo que no les pertenece."[1]
A esto se refería Frédéric Bastiat cuando utilizaba la frase expoliación legal, con lo que podemos completar la idea, diciendo que la "justicia social" es el nombre con el cual se consuma la expoliación legal, la que asimismo se transforma en su resultado inmediato. La "justicia social" es la antítesis de la justicia misma, ya que faculta a los gobiernos a despojar impunemente a unos lo que en justicia les pertenece, para darles a otros lo que en justicia no les pertenece. Agreguemos que no obstante, este es el sistema que impera en la mayor parte del mundo.
El mismo Hayek citado por el Dr. A. Benegas Lynch (h) dice en otra parte:
"La interpretación errónea del orden del mercado, como una economía que puede y debe satisfacer necesidades diversas en un cierto orden de prioridad, aparece especialmente en los esfuerzos de las políticas destinadas a corregir los precios e ingresos, en función de lo que se denomina "justicia social". Cualquiera sea el significado que los filósofos sociales hayan atribuido a este concepto, en la práctica de la política económica éste ha implicado siempre la protección de ciertos grupos, para evitar que éstos desciendan necesariamente de la posición material absoluta o relativa que han disfrutado durante cierto tiempo. No obstante, éste no es un principio sobre cuya base se puede actuar en forma general, sin destruir con ello los fundamentos del orden del mercado. No sólo el incremento continuo, sino que en ciertas circunstancias aun la mera mantención del nivel existente de ingresos, depende de la adaptación a ciertos cambios imprevisibles. Esto implica necesariamente que la cuota relativa y, quizás también la absoluta, de algunos deberá reducirse, aunque éstos no sean responsables en manera alguna de su reducción."[2]
La "justicia social" -nos dice aquí Friedrich A. von Hayek- es un instrumento del proteccionismo económico (no el único, desde luego), ya sea que la protección se dirija a unos grupos o a otros. Pueden englobarse entre estos mecanismos diversos instrumentos, tales como los subsidios, transferencias directas y otras prebendas. Ora destinados a personas particulares –por ejemplo, empresarios- ora a organizaciones, sean estas sindicatos, empresas, asociaciones, sociedades, etc.  Y añade que, intentar sostener la "justicia social" demolerá -a la larga o a la corta- el orden del mercado. Señalando que, tanto el incremento como el mantenimiento del nivel de ingresos han de depender, necesariamente, de los cambios propios que se dan dentro del ámbito del orden de mercado.
Si introducimos el nefasto "principio" de la "justicia social", impedimos no sólo el crecimiento de los ingresos, sino incluso su mantención en el punto en el que se encuentran a la fecha de la aplicación de ese eslogan mal llamado de "justicia".
Y agrega, seguidamente, como la "justicia social" empeorará las condiciones laborales de las personas que trabajan o desean hacerlo:
"Una de las paradojas del mundo actual es que los países comunistas están probablemente más libres de la pesadilla de la "justicia social" y, a la vez, más dispuestos que los países capitalistas a dejar recaer el peso en aquellos para quienes el desarrollo ha sido desfavorable. Para ciertos países occidentales, al menos, la situación no parece tener remedio, precisamente, porque la ideología que domina sus políticas hace imposibles los cambios que son necesarios para que la condición de la clase trabajadora se eleve lo suficientemente rápido como para provocar la desaparición de esta ideología."[3]
La "justicia social" es una formidable excusa que tienen los populismos y sus megalómanos cabecillas para embaucar a la gente de buena fe y engañar a incautos de todo tipo. Pero, al mismo tiempo y desde un punto de vista económico, simboliza la antítesis de lo que los mal llamados "progresistas" (que no son sino los representantes del verdadero atraso y pobreza mayúsculas de todos los pueblos donde gobiernan) intentan "defender" cuando se llenan la boca con dicha fórmula "bonita" y se hacen pasar por "justicieros sociales" cuando no son más que fenomenales farsantes y simples asaltantes encaramados desde el poder del estado-nación, detrás del cual se escudan para cometer sus fechorías impunemente.
Donde impera a "justicia social" observamos que campea la corrupción, el latrocinio, la venalidad, la pobreza y la miseria más indignante para cualquier persona de bien.


[1]Alberto Benegas Lynch (h). "Una refutación al materialismo filosófico y al determinismo físico". Revista de Economía y Derecho. Lima, 6(22), Otoño 2009. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, UPC. pág. 3
[2] Friedrich A. von Hayek. "La competencia como proceso de descubrimiento". pág. 10
[3] Friedrich A. von Hayek "La competencia..." op. cit. pág. 11

http://www.accionhumana.com/

8 comentarios:

  1. “Hugo Chávez: El Líder de la Justicia Social en el Mundo”

    El sentimiento de los pueblos del mundo es de una profunda tristeza por la desaparición física de un líder absolutamente identificado con los pobres y humildes de la tierra. Nadie, como el Líder Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, contribuyó a ensanchar – de manera tan amplia – los caminos de la esperanza y del nuevo humanismo, en las postrimerías del Siglo XX y en los albores del Siglo XXI.

    La noticia del fallecimiento de nuestro Líder ha traspasado las fronteras de nuestro sagrado suelo, e impactado el corazón de hombres y mujeres con sensibilidad humana en todo el mundo.

    Dignidad, soberanía, patria y amor, fueron las palabras predilectas de un revolucionario que ha transcendido con hechos en la historia.

    El Comandante Presidente es hoy recordado por millones de seres humanos en el orbe, porque fue un hombre pletórico de humildad, de justicia y de bondad. Él falleció en la plenitud de su humanista y prodigioso quehacer. Su existencia perdurable, como realidad poética de lo humano, se ha instalado en los sublimes registros de un futuro promisorio.

    Hugo Chávez simboliza las aspiraciones de los pobres y excluidos de la tierra. El luchó por edificar en Venezuela y en el mundo nuevas relaciones entre los seres humanos fundadas en la justicia, la paz y la solidaridad.

    II

    El Presidente Hugo Chávez ha sido el principal paladín de la Unidad del pueblo latinoamericano y caribeño. Inspirándose en la visión integracionista del padre de la Patria, abrió nuevos caminos para fortalecer la independencia y autodeterminación de las naciones.

    Fruto de su esfuerzo, ampliamente reconocido por todos los líderes de nuestra región, ha sido la constitución de mecanismos multilaterales de integración solidaria, basados en la justicia social, como la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

    Chávez representa la unidad de los pueblos del mundo que buscan horizontes de libertad, justicia y solidaridad. Él luchó – con denuedo –por hermanar los países de América Latina a otros países en desarrollo del Asia, África y Medio Oriente, a través de la creación de instancias de cooperación solidaria.

    Ejemplo de este señero esfuerzo son sus fundamentales aportes al fortalecimiento de organizaciones internacionales como África – América del Sur (ASA) y América del Sur – Países Árabes (ASPA).

    Su impronta irriga no sólo el suelo de su amada nación, Venezuela, sino también el de otras naciones. Su obra redentora en favor de los pobres y los excluidos de la tierra, trasciende nuestras fronteras y sirve de inspiración a todos aquellos que sueñan con asegurar – como decía el padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar, “…la mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política”, para los pueblos del mundo.

    La política de cooperación de la Revolución Bolivariana será mantenida en el futuro; no es una política coyuntural, forma parte de la naturaleza humanista de nuestra Revolución.

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  2. III

    Hugo Chávez es el heredero histórico y continuador del camino trazado por el Libertador Simón Bolívar, quien procuró alcanzar una Nuestra América libre, unida y soberana.

    El estuvo absolutamente comprometido con la promoción de un orden mundial, basado en el respeto del derecho internacional, la soberanía, la independencia política y la igualdad jurídica de los Estados. Dio aportes significativos a la construcción de un nuevo orden económico y social más justo, que incluye la transformación de la arquitectura económica y financiera internacional.

    El legado del Comandante Presidente se ha convertido en sentimiento objetivo de patria, tiene una irrefutable proyección histórica.

    El chavismo es un pueblo, un ideal de redención humana, un proyecto político humanista de largo alcance.

    El chavismo es una revolución espiritual de dimensiones mundiales. Es una nueva realidad política, ética y cultural que trasciende la existencia física del líder.

    El chavismo es una nación soberana en movimiento perpetuo, empoderada hacia la libertad.

    Chávez es el continuador, en este nuevo tiempo histórico, de la obra de los fundadores de la patria. Es nuestro segundo Libertador.

    El mandato que nos deja Hugo Chávez es avanzar en la construcción del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, como alternativa viable al destructivo y salvaje sistema capitalista.

    Inspirados en su obra redentora nos proponemos convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, en lo económico, en lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe.

    Promovemos una nueva geopolítica internacional liberadora de los pueblos, en la forja de un mundo multipolar y pluripolar, y ponemos todo nuestro empeño en contribuir a la preservación del planeta y a salvar la especie humana.

    IV

    El Comandante Presidente luchó por la democratización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Planteó la necesidad de refundarla para alcanzar una verdadera transformación de sus órganos principales. Demandó el fortalecimiento de la autoridad de la Asamblea General, como la instancia más representativa de la Organización.

    Fue particularmente crítico del Consejo de Seguridad, estimaba que este órgano no podía seguir anclado sobre la realidad que surgió tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Reiteró el carácter anacrónico y antidemocrático del veto y pidió su eliminación.

    Promovió un multilateralismo inclusivo, apegado al respeto irrestricto de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, esenciales para asegurar la convivencia pacífica entre los Estados.

    Defendió, sin ambages, la causa de la paz y la legalidad internacional. Condenó el terrorismo internacional en todas sus formas y manifestaciones.

    Se opuso a las agresiones e invasiones militares de potencias imperiales, en países en desarrollo, con el propósito de imponer sus intereses hegemónicos y sus afanes de dominación mundial.

    Hugo Chávez promovió la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, en concordancia con los principios consagrados en la Constitución Bolivariana de 1999.

    Respaldó la causa del pueblo palestino por la independencia y libre determinación, y apoyó la aspiración del Estado de Palestina de ser admitido como miembro de pleno derecho de la Organización de las Naciones Unidas.

    Abogó por el ejercicio pleno del derecho a la autodeterminación del pueblo de Puerto Rico, y exhortó al gobierno de los Estados Unidos a allanar el camino para hacerlo posible.

    Insistió en la solución pacífica de la Cuestión de las Malvinas, reiterando sus llamados al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, para que reanude las negociaciones con Argentina, a fin de alcanzar un arreglo a esa disputa de soberanía sobre ese territorio. Respaldó firmemente los derechos históricos e inalienables de Argentina sobre las Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur.

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  3. V

    En los últimos años no se había realizado en la ONU una ceremonia para rendir tributo a la memoria de un líder, tan concurrida, significativa y representativa, como la que se celebró el 13 de marzo de 2013, para rendir homenaje al Líder Supremo de la Revolución Bolivariana.

    Los países del mundo destacaron el papel determinante que ha jugado el Presidente Chávez en la creación del ALBA, UNASUR y la CELAC, y de instancias para la cooperación solidaria como PETROCARIBE, el Banco del ALBA y el Banco del Sur.

    El Presidente Hugo Chávez Frías fue calificado como el líder de la justicia en el mundo.

    Autoridades y representantes de todos los grupos regionales y organismos de concertación económica y política, que hacen vida en la Organización, reconocieron la transcendencia histórica del Líder venezolano.


    La ONU apreció la contribución del Presidente Hugo Chávez a la cooperación Sur-Sur y al fortalecimiento del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) y del Grupo de los 77 y China.

    En su excelente discurso ante la Asamblea General el Canciller Elías Jaua Milano hizo referencia a las principales batallas que libró el Comandante Presidente para refundar las bases de las relaciones internacionales; ponderó los cinco (05) grandes objetivos históricos contenidos en el Programa de la Patria para la Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019, y denunció los planes del fascismo y la ultraderecha para atentar en contra de estabilidad y de las instituciones democráticas de nuestro país.

    Por su parte, los discursos pronunciados en el Consejo Permanente de la OEA revelan cuán profunda es la huella dejada por el Líder Bolivariano en el corazón de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Se expresó que Hugo Chávez dio un sentido trascendente y revolucionario al legado de Simón Bolívar, en las condiciones históricas del mundo de hoy. Se destacó su contribución fundamental al nexo vital entre América Latina y el Caribe: “Sin Chávez no hubiese PETROCARIBE, ni ALBA, ni UNASUR, ni CELAC”.

    La Asamblea General de la ONU y el Consejo Permanente de la OEA reconocieron el firme compromiso del Presidente Hugo Chávez Frías para con los pobres y los sufridos en Venezuela y en el mundo.

    Rindieron tributo a un Líder Revolucionario, cuyo liderazgo fue determinante para devolverle al pueblo venezolano su dignidad, y que luchó sin descanso para la forja de su dignidad, y para satisfacer su sed de justicia e igualdad, y robustecer su credo patriótico.

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  4. Valoraron las conquistas sociales de la Revolución Bolivariana, entre ellas, la reducción de la pobreza y la desigualdad, dentro del marco de una sociedad democrática en la cual se logra – progresivamente – una justa distribución de la riqueza.

    Los discursos pronunciados son el reflejo de las clamorosas manifestaciones de solidaridad y de pesar, expresadas por gobiernos y pueblos del mundo, ante la desaparición física, pero no política ni moral, del Líder Bolivariano. Y es que la impronta del Líder Supremo de la Revolución Bolivariana ha traspasado las fronteras de nuestro sagrado suelo, e impactado el corazón de hombres y mujeres con sensibilidad humana en todo el mundo.

    VI

    El futuro político de nuestro país es auspicioso porque Hugo Chávez contribuyó – como el que más – a empoderar al pueblo venezolano para que luchara por sus derechos fundamentales. Hoy tenemos una democracia del común, no una falsa democracia donde una élite política y económica controla las principales palancas del poder.

    A nuestra democracia la llamamos democracia participativa y protagónica. El socialismo democrático es su horizonte, y el humanismo bolivariano su fundamento filosófico.

    La generación de relevo, encabezada por el Presidente Nicolás Maduro Moros, continuará su obra redentora enarbolando las banderas de la Revolución Bolivariana y del Socialismo del Siglo XXI.

    Nicolás Maduro, y el equipo que le acompaña, aseguran que el legado del líder histórico de la Revolución Bolivariana será perdurable.

    Hugo Chávez entregó su alma, tan infinita como el universo, por la redención de su pueblo y los pueblos del Sur. El ejemplo de nuestro máximo líder es seguido por patrias multiplicadas, por hombres y mujeres de buena voluntad, que luchan por un mundo donde prevalezca la justicia social, la libertad, la igualdad y la reconciliación del ser humano con la Madre Tierra.

    VII

    Hugo Chávez, Líder Supremo de la Revolución Bolivariana, vivirá eternamente rodeado del cariño de nuestro pueblo, de los pobres y humildes de la tierra.

    Su vida es ejemplo de dignidad y de entrega a los ideales superiores de la solidaridad y del amor.

    Recordando su legado trascendental nos viene a la memoria un proverbio del Rey Salomón:

    “Guarde justicia al pobre y al cuitado
    Amparo halle en ti el menesteroso
    Que ansí florecerá tu grande Estado”

    Hugo Chávez Frías amó al pueblo venezolano como amó a los pueblos del mundo. Sus herederos estamos comprometidos a continuar su obra redentora y justiciera.

    La semilla del líder revolucionario ha caído en surco fértil, germina en la consciencia de un pueblo que hoy tiene Patria.

    Este libro es un tributo a su memoria.

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  5. PARA QUE LOS ESPAÑOLES SEPAN QUE ES JUSTICIA SOCIAL Y NO ANDAR INVESTIGANDO TÉRMINOS CON TERMINOLOGÍAS DEL NORTE DEL PLANETA.

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  6. Me gustaría indicarte que quién escribe este art. es Gabriel Boragina escritor, abogado y docente de Argentina. Que gustosamente y como amigo mío me ha dejado publicar su art. y le invito a que debata contigo si es que tienes que comentar algo al respecto.
    Los españoles sí sabemos que es la justicia social por supuesto, lo que pasa que el mecanismo no esta puesto en funcionamiento como se debiera y es complicado seguir a un mismo líder porque se bifurca en caminos equívocos.

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  7. LO conozco y es asesor de Cristina, Argentina esta implementado lo mismo que en Venezuela, Lee su libro SOCIALISMO y CAPITALISMO, aunque no comparto toda su ideología. Gema

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  8. Asesor de Cristina??? venga por dios.. si es opositor de su régimen..

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