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miércoles, 29 de mayo de 2013


Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada.» La forma más común de violencia contra la mujer es la violencia en el hogar o en la familia.
 

La violencia contra la mujer constituye un importante y trascendental problema de salud pública y una violación absoluta de los derechos humanos. 

Introducción:
Las investigaciones demuestran sistemáticamente que una mujer tiene mayor probabilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su compañero actual o anterior que por otra persona. Los hombres pueden patear, morder, abofetear, dar un puñetazo o tratar de estrangular a sus esposas o compañeras; les pueden infligir quemaduras o tirar ácido en la cara; pegar o violar, con partes corporales y objetos agudos; y usar armas letales para apuñalarlas o dispararles. Algunas mujeres pueden creer que merecen las golpizas por alguna acción equivocada de su parte. Otras mujeres se abstienen de hablar sobre el maltrato porque temen que su compañero las lastime aun más en represalia por revelar "secretos familiares", o posiblemente por avergonzarse de su situación. Además, en muchos países no existen sanciones legales o sociales en los casos de violencia perpetrada por un compañero íntimo. 

 En todo el mundo, las mujeres y niñas sufren los efectos dañosos y a veces fatales de prácticas tradicionales estrechamente relacionadas con sus culturas, que siguen existiendo gracias al conformismo cultural,  social y a las creencias religiosas. Por ejemplo: La mutilación genital femenina (MGF), los ataques con ácido, los asesinatos de mujeres por razones “de honor”, matrimonios forzados, ataques con ácido, entre muchos crímenes más.
Los perpetradores de la violencia pueden incluir al Estado y sus agentes, miembros de la familia (incluyendo esposos), amigos, pareja íntima u otros parientes así como extraños. (Asamblea General de las Naciones Unidas, 2006).

Formas de violencia contra las mujeres:
 
La violencia contra mujeres y niñas tiene muchas manifestaciones, incluyendo formas que podrían ser más comunes en escenarios, países y regiones específicos. La violencia contra las mujeres se manifiesta por sí misma a nivel físico, sexual, emocional y económico. Las formas de violencia más universalmente comunes incluyen la violencia doméstica y violencia dentro de la pareja, violencia sexual (incluyendo la violación), acoso sexual y violencia emocional/psicológica. La violencia sexual es una táctica de guerra y una secuela de situaciones de emergencia que es común en los países y áreas afectadas.

Otras formas extendidas a nivel mundial incluyen:
 
* Explotación sexual, * Trata y prácticas tradicionales nocivas tales como la mutilación genital femenina/amputación de órganos genitales (FGM/C), así como el matrimonio forzado y el matrimonio precoz. * Crímenes cometidos en nombre del “hono” * Feminicidio * Selección pre natal del sexo * Infanticidio femenino * Abuso económico * Violencia política e institucional * Abuso contra ancianas * Violencia relacionada a la exigencia de dote * Ataques con ácido

ATAQUES CON ÁCIDO:

Las imágenes que a continuación se presentan pueden resultar fuertes, pero reflejan la dura, cruel, aberrante e insólita realidad que miles de mujeres han tenido que experimentar, sufriendo  dolorosas consecuencias físicas, emocionales y sociales.

Los ataques ácidos son un fenómeno violento que ocurre sobre todo en sociedades asiáticas del sur, tales como India, Paquistán, y Bangladés.

Son perpetrados casi siempre por hombres contra mujeres. El agente químico usado en estos ataques es generalmente ácido clorhídrico, fácilmente disponible y accesible en países asiáticos del sur como limpiador. Debido a que el producto químico no causa la muerte sino desfiguración severa, este producto químico se ha convertido en un arma popular en ataques contra las mujeres que rechazan propuestas sexuales y ofertas de unión hechos por los hombres.

¿Práctica cultural?
 
La violencia contra las mujeres, en sus diversas formas, está presente en todos los países, atravesando indistintamente todas las culturas, clases sociales, edades, niveles de educación, categorías económicas y grupos étnicos.

Si bien la mayor parte de las sociedades condena la violencia contra la mujer, la realidad muestra que frecuentemente las violaciones de los derechos humanos de las mujeres son autorizadas so pretexto de respetar usos y normas culturales o mediante la tergiversación de dogmas religiosos.  Además, cuando dichas violaciones se producen dentro mismo del hogar, como sucede muy a menudo, de hecho los abusos son tácitamente tolerados gracias al silencio y la pasividad de que dan pruebas el Estado y las autoridades responsables de la aplicación de la ley.

Los castigos corporales aplicados a la propia mujer son aprobados en virtud de la idea de que el hombre ejerce el derecho de autoridad y propiedad sobre la mujer.

Aunque los ataques con ácido son más habituales en Bangladesh, Camboya, India y Pakistán, también se han producido en Afganistán y en zonas de África y Europa. En fechas recientes, los ataques con ácido también se han visto en países de América.

Los expertos consideran que la frecuencia de la práctica se debe en parte a la facilidad para conseguir los ácidos

A menudo, los ataques con ácidos no se clasifican como violencia doméstica porque se originan generalmente fuera del hogar. 


Daños que ocasionan en las víctimas:
* Trauma psicológico, * Dolor agudo, * Desfiguración permanente, * Infecciones, * Ceguera en un ojo o en ambos. Los cobardes agresores cometen ataques con ácido por diversas razones, tales como venganza por el rechazo de una propuesta de matrimonio u otro tipo de insinuación de carácter sexual o romántico, conflictos relacionados con las tierras, supuesto deshonor, y celos. 

Irán: 
 
En Bangladesh, la mujer relegada a un papel de ciudadana de segunda clase, es objeto de una constante discriminación desde que nace. Diariamente, una mujer es víctima de algún acto de violencia, como la costumbre de arrojarles ácido en el rostro o de ser traficada como esclava. Cada día, en Bangladesh, una mujer queda marcada para siempre por las quemaduras con ácido provocadas por sus esposos, familiares políticos o enemigos de sus familias. Maridos irritados porque la esposa no aportó la dote pactada, o novios despechados, recurren a rociar con ácido sulfúrico el rostro de las mujeres. Los victimarios rara vez son detenidos; si lo son, suelen ser absueltos gracias al soborno. En caso de resultar condenados, suelen pagar una multa de cuatro o cinco dólares. Casi todas sobreviven a las quemaduras, ya que tradicionalmente se les arroja el ácido en el rostro, con el fin de estigmatizarlas. 


Camboya:
Camboya se encuentra entre los países del mundo donde se registran más casos de ataques con ácido, junto a Bangladesh, Nepal y la India. Los ataques con ácido muestran el lado más cruel de la venganza en Camboya y dejan a muchas personas cada año con graves lesiones de por vida, además del estigma y el rechazo social por unas cicatrices que son el producto de los celos. En la mayoría de los casos no se sabe el motivo. Suelen ser venganzas por algún hecho pasado del que a veces la víctima ya ni se acordaba A pesar de la asistencia, es muy fuerte el estigma que cargan las víctimas a quienes el ácido les ha marcado para siempre.  


Cuando ven a una mujer desfigurada por el resto de su vida, la gente piensa: "ésta ha robado el hombre a alguien, se lo merecía". 

 Básicamente existen tres tipos de problemas: 1) carencia de educación. 2) la facilidad con la que se puede encontrar ácido. 3) no hay leyes que castiguen a los perpetradores de los ataques. No hay ningún tipo de regulación sobre la concentración ni el tipo de ácido que se vende. Es muy barato y fácil de encontrar. Hay en todas partes. Cualquier taller mecánico dispone de ácido para las baterías de los vehículos a motor y se puede adquirir por apenas un dólar el litro. 
No está considerado un crimen sino sólo una falta por lesiones cuando, en realidad, las víctimas pierden la vista, el trabajo, sufren exclusión social. Se les destroza la vida. 


Pakistán:
Caminar solas por la calle sin la compañía de algún familiar masculino, rechazar al pretendiente propuesto por los padres, no lograr concebir un hijo varón o, simplemente, no saber cocinar. Por cualquiera de estos motivos, decenas de mujeres son atacadas con ácido cada año en las zonas rurales de Pakistán. Ocurre lo mismo con otros tipos de violencia machista, como los crímenes de honor o las violaciones. "Los que perpetran estos crímenes saben que no serán arrestados ni condenados. Por eso la violencia contra las mujeres aumenta", critica Iqbal Haider, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP). 
La escasez de arrestos y condenas está muy vinculada a la rampante corrupción en las filas de la policía y la Justicia paquistaníes. "A veces la policía está implicada en las violaciones. Es frecuente que los agentes abusen o amenacen a las víctimas y les exijan que retiren los cargos, sobre todo cuando el acusado los ha sobornado.

Gran Bretaña:
Katie Piper una modelo británica de 26 años fue atacada cruelmente por Stefan Silvestre un delincuente de 21 años de edad, este a su vez fue contratado por Danny Lynch de 33 para que le arrojara acido sulfúrico, en venganza por que Katie Piper termino la relación de noviazgo que llevaba acabo con Danny Danny Lynch de 33 contrato a Stefan Sylvestre para que le arrojara acido sulfúrico, en venganza por que Katie Piper termino la relación de noviazgo que llevaba acabo con Danny. El primer contacto que tuvieron Katie y Danny fue a través de Facebook donde el constantemente le enviaba mensajes y fue surgiendo así la relación de noviazgo que al finalizarla la dejaría marcada para toda la vida. Lynch, fanático de las artes marciales, fue condenado a cadena perpetua por violación y organizar el ataque a la Srta. Piper.

Su cómplice Stefan Sylvestre también recibió una sentencia de cadena perpetua. La ex modelo pasó por 34 dolorosas operaciones y apenas ahora recupera parte de su anatomía. “Mi vida cambió para siempre. El dolor es indescriptible. Sentía que mi cara, el cuello y parte del pecho me quemaban viva”, declaró en un reportaje para el diario británico Daily Mail.


EJEMPLOS DE CASOS EN AMÉRICA:
 


Colombia:
 Por lo menos 20 casos de pacientes de quemaduras con ácido, como el ocurrido el pasado 8 de agosto de 2011 con la joven Natalia Valencia, están en la impunidad (http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ataque-con-cido-sulfrico-a-joven-en-bogot_10132205-4) Así lo denunció la Personería de Bogotá luego de conocer lo que dicen las víctimas de las agresiones atendidas en los dos últimos años por el Hospital Simón Bolívar. 

De acuerdo con las directivas del hospital y los agentes del Ministerio Público Distrital, prácticamente todos los casos de mujeres jóvenes agredidas con sustancias químicas en el año 2010 y lo corrido de 2011 están en la impunidad porque las autoridades no encuentran culpables o dicen no hallar pruebas o méritos para castigar al acusado, pocas veces se llega a la etapa de juicio. 

El caso más reciente fue el de Natalia Valencia,  quien se dirigía a su trabajo y fue agredida por un hombre en bicicleta, que se abalanzó sobre ella y le roció ácido en su cabeza, cara, cuello, tórax y brazos. Según Luis Guillermo Cantor, director del Hospital Simón Bolívar, la agresión le causó quemaduras de segundo y tercer grado le dejarán cicatrices permanentes, varias de ellas, profundas. Además del daño sicológico tanto a la víctima como a su familia. 

El galeno agregó que los casos de quemaduras con ácido vienen en incremento. Ante esta situación, la Personería solicitó celeridad en las investigaciones y sanciones ejemplares contra los victimarios, “pues se constituyen en una violación flagrante contra el derecho fundamental a la vida, además que crean una deformidad física permanente para las víctimas”. "El agresor no solo busca generar un daño físico, sino fundamentalmente, arrebatarle a la mujer su belleza y capacidad de atracción. Por eso, generalmente tienden a buscar el rostro", dice la reconocida psiquiatra Olga Albornoz.

Víctimas de los ataques en Colombia:
 
2009:
July Mendoza, Carolina Morales, Érika Vanegas, María Marín y Marlén Mendoza. 
2010:
Diana Yate, Gloria Piamba y Ana Solano. 
2011:
Deisy Valencia, Dora López, Angie Vergara y Lady Murcia. 


Bolivia:
Después de haber aguantado mentiras, golpes y amenazas (durante cinco años) decidí alejarme de él. El sábado 24 de julio del 2009, cuando estaba sola en la tienda donde trabajaba (con cabinas telefónicas), entró un hombre a hacer una llamada. Cuando estaba preparando su cambio, levanté la vista y vi cómo él (José), me echó ácido y huyó”. Con la cara cubierta y esquivando las miradas de todos, María decidió contar su historia.  “Lo conocí cuando empecé a trabajar en su oficina. Yo tenía 18 años; él, 28. Juró ante mis padres que era soltero y que quería casarse conmigo, pero decidimos vivir un tiempo para poder ahorrar para el matrimonio”.Tras una etapa de romance, en la que todos se muestran tiernos y comprensivos, José mostró su verdadero ser. “Al principio, cuando estaba molesto, golpeaba la pared, pateaba a los animales sin motivo, clavaba el cuchillo en la mesa y siempre decía que se quería matar. Yo no comprendía por qué tenía esas reacciones, hasta que una noche no llegó a casa y luego dijo que viajaría, y así pasaron los años, hasta que descubrí que era casado y que tenía dos hijas”. Su pelo largo y negro cubre la parte izquierda de su cara, en la que se observa las cicatrices derivadas de las quemaduras de ácido. Como consecuencia de ese hecho, María perdió su ojo izquierdo y se sometió a tres cirugías para poder recuperar algo del rostro que tenía a los 18 años, cuando conoció a José. Mientras proseguía su relato, observó a su hijo de cuatro años y dijo: “Perdoné a José en tres oportunidades. Cuando decidí alejarme, él vino una y otra vez a rogarme para que volviéramos. Acepté por nuestro hijo, pero cada vez era más violento; me gritaba, me insultaba y empezó a golpearme frente a mi hijo”. 
Mira a su hijo y se muerde los labios para no llorar. “José se llevó todo del cuarto donde vivíamos; entonces me fui a la casa de mi madre. El juez determinó que tenía derecho a ver a nuestro hijo los fines de semana. Entonces yo llevaba a mi pequeño a verlo. En esas oportunidades siempre me pedía volver, y cuando yo no quería hablar del tema, me quitaba a mi hijo y se escapaba”, recordó con tristeza. En abril del 2009, en una de las visitas de fin de semana, él le imploró de rodillas volver, y al ser rechazado le dijo: “Te juro por mi Dios, que es Satanás, que me las vas a pagar, me voy a vengar, te lo juro”. Ella cuenta que se asustó y escapó junto a su hijo; José la persiguió y en la calle le quitó al niño, y frente al bebé la golpeó en la cabeza con una piedra, hasta dejarla inconsciente. Después desapareció. “Me rompió la cabeza, sólo recuerdo que los vecinos gritaban y mi hijo lloraba; después de que me recuperé volví a trabajar”. 
Transcurrieron dos meses hasta que ella retomó sus actividades, pero todo el tiempo José la tenía vigilada. Recuerda con dolor el día que sufrió las quemaduras en su cara, cuando su expareja y un amigo de éste ingresaron en la tienda donde trabajaba. “Su cómplice se hizo pasar como cliente y mientras yo buscaba su cambio, José estaba frente a mí y sentí cómo me lanzó ácido en la cara”. Tras el violento hecho y con el rostro desfigurado, María estuvo internada en el hospital seis meses, se sometió a tres intervenciones quirúrgicas. Sus labios y su nariz estaban unidos y los médicos decidieron sacarle pedazos de piel de la pierna para hacerle injertos en la cara. El ojo derecho se salvó; el izquierdo, no. Al despedirse dio un mensaje:


Las mujeres tienen que denunciar si sus parejas les hacen daño”. La violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia y en la sociedad, son antecedentes o precedentes para que deriven en una lesión gravísima que podría generar un hecho de feminicidio (asesinato sólo por ser mujer). Según datos del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem), en lo que va del año se registraron 64 casos de asesinatos de mujeres en Bolivia, por lo que las organizaciones femeninas exigen que este delito sea sancionado con 30 años de cárcel sin derecho a indulto.
 RECOMENDACIONES DE LA ONU PARA LEGISLAR LOS ATAQUES CON ÁCIDO: La legislación que se ocupa de los ataques con ácido debe incluir los siguientes elementos: · Definir el ataque con ácido como toda agresión cometida mediante el uso de ácido. Dado que los ataques con ácido pueden estar motivados por una o varias razones diferentes, la legislación no debe centrarse en los motivos, sino en los actos que constituyen el delito; · Sancionar a toda persona que cometa un ataque con ácido, incluidos específicamente los familiares entre las personas que pueden ser sancionadas; · Sancionar a quienes colaboran en esta práctica nociva, y, entre las personas que pueden ser sancionadas, debe incluir a los familiares; · Establecer que los ataques con ácido son delitos de “intención transferible”, estableciendo las mismas penas independientemente de si la persona lesionada era la víctima a la que se pretendía atacar; · Establecer penas de prisión, multas y penas de carácter educativo; · Establecer que las directrices sobre imposición de penas reflejen la gravedad del delito; · Establecer el aumento de las penas si la víctima muere a consecuencia del ataque. El perpetrador debe ser procesado con arreglo a las leyes del código penal relativas al asesinato. La ley específica sobre ataques con ácido debe establecer penas de prisión y multa que no sean menos severas que las establecidas en las leyes sobre asesinato del código penal, con la excepción de la pena capital; · Exigir que los vendedores de ácidos estén autorizados para ello; · Tipificar como delito la venta de ácidos sin autorización; · Exigir a los vendedores de ácidos la creación y el mantenimiento de un registro de cada venta y de la identidad del comprador; · Imponer a los prestadores de servicios médicos la obligación de informar a los responsables de hacer cumplir la ley de todos los casos de lesiones corporales causadas por ácido; · Ordenar que los agentes de policía investiguen todos los casos de lesiones corporales causadas por ácido comunicados por prestadores de servicios médicos; · Establecer y financiar campañas de sensibilización de la opinión pública y formación para todos los sectores sobre esta práctica nociva y sus consecuencias; · Modificarse o derogarse las leyes y otras prácticas, como los crímenes cometidos en nombre del “honor”, que perpetúan esta prácticas nocivas; · Permitir que las víctimas puedan solicitar un recurso civil contra sus agresores. La indemnización por daños y perjuicios debe incluir el coste de la cirugía reconstructiva; · Establecer que se ofrezcan restitución o reparaciones independientes de la causa penal, así como mecanismos de cobro que la víctima pueda utilizar con facilidad para que el perpetrador satisfaga la cantidad establecida en la orden de restitución; · Establecer que un tribunal pueda modificar o dictar una orden de restitución con posterioridad si en el momento de celebrarse la vista sobre solicitud de restitución o al dictarse la resolución sobre la causa no se conocía el verdadero alcance de la pérdida de la persona superviviente; y · Establecer servicios médicos, jurídicos y otros tipos de rehabilitación para las víctimas.
MUJER:
Las aberrantes muestras de misoginia que acabamos de comprobar siguen efectuándose impunemente hasta el dia de hoy.
  No hay justificación alguna para prácticas deleznables,  salvajes y discriminatorias en contra del género femenino. La violencia contra las mujeres y niñas no solo es una consecuencia de la inequidad de género sino que refuerza la baja posición de las mujeres en la sociedad y las múltiples disparidades existentes entre mujeres y hombres.


Ninguna
 mujer en ninguna parte del mundo bajo ninguna circunstancia debe ser objeto de  agresiones de ningún tipo.



1 comentario:

  1. aso a paso:
    Si conoces un hecho de violencia llama a una línea gratuita y confidencial en la Policia de tu Region para que te brindarán orientación para ejecutar la denuncia.
    Luego de que le tomen sus datos, la llamada se transfiere a una orientadora que le indicará lo que debe hacer, de acuerdo con su caso, y le dará información psicológica que le ayudará a tratar el problema.
    Para formalizar la denuncia debe acudir a alguna instancia legal o policial cercana a su comunidad y hacer la denuncia para que se abra un expediente del caso y comiencen los trámites legales.
    Dependiendo del tipo de maltrato deben hacerse exámenes psicológicos y médicos para determinar la fidelidad; grado del daño y usar estos hechos como pruebas del caso.
    Los tribunales de la Mujer son los encargados de asignar una defensa y entablar los juicios que determinarán las responsabilidades y sanciones correspondientes.
    Durante el tiempo que dure el proceso legal y desde el primer momento en que se haga pública la denuncia el Estado tiene la obligación de garantizar su integridad usando resguardo policial y legal.

    Leer más en: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/papayapedia/seguridad/defensa-personal/-como-denunciar--maltrato-contra-la-mujer-.aspx#ixzz2Uo9tBkJR

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