Del hartazgo político a la acción ciudadana
El hartazgo no es infinito. Tiene un punto de inflexión. Uno se va hartando, hartando y hartando hasta que llega un día en el que dice: “Ya no puedo más”. Y entonces empiezan a ocurrir cosas. Este es el origen de Forma parte de la solución, una nueva plataforma ciudadana cuya lógica responde a ‘si nadie se ocupa de tus problemas, ocúpate tú’. Una lógica milenaria que se ha vuelto a poner de moda en los últimos años ante el alejamiento orbital que se ha producido entre los políticos y la ciudadanía en muchos lugares del mundo.
Pero situémonos en este país. Desde el 15M la brecha entre los políticos y los ciudadanos ha ido creciendo con desesperación. Y la lógica histórica ha desembocado en algo inevitable: un grupo de ciudadanos que conocen bien las posibilidades de la tecnología actual han creado una plataforma ciudadana para dar voz a ese grupo inmensamente heterogéneo pero con un interés común: salir de la desastrosa situación económica y el desánimo de los españoles.
Esta es la propuesta de Forma parte de la solución. La plataforma se ha presentado hoy con Juan Mesquida, funcionario del Ayuntamiento de Calviá (Mallorca), como portavoz. El político balear es militante del PSOE pero, aunque las preguntas de los medios no lo dejaran pasar por alto ni un segundo en una rueda de prensa esta mañana, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el protagonismo, hoy, no le correspondía a su militancia política ni a la cuestión de si se presentará a las primarias del PSOE.
Esta plataforma no tiene nada que ver con ese partido político. “Soy el portavoz de la plataforma. Nada más. No tiene nada que ver con el PSOE ni pretendemos abrir terceras vías”, indicó Mesquida.
Los impulsores de la plataforma están muy vinculados a la filosofía de internet de dar voz a las personas y querer participar
La idea surgió hace seis meses de un grupo de ciudadanos descontentos con la situación socioeconómica del país y hartos de la queja constante desde el sillón. Había mucho más que hacer que compartir ese desánimo en las redes sociales.
En estos seis meses unas 30 personas han dado forma al proyecto y han creado la plataforma digital para que todos los ciudadanos puedan expresar sus problemas, comunicar sus intereses y hacer sus propuestas.
“Queremos recoger la voz popular en esta plataforma y que se traslade a los políticos, al Congreso, a las plataformas ciudadanas, a los movimientos sociales, a los medios de comunicación, al debate público…”, indica uno de sus impulsores, Ismael El-Qudsi. “Estas 30 personas estamos muy vinculadas a la filosofía de internet de dar voz a los individuos, participar, implementar nuestras propuestas… O, como dijo Yoda: Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.
En la web se irá recogiendo toda la información recibida de los ciudadanos y se trasladará a los partidos políticos y colectivos sociales. En la plataforma se verá cuáles sonlos asuntos que más interesan a la población y qué opinan sobre las políticas que se estén desarrollando.
En Forma parte de la solución se publicarán todos los comentarios y solo habrá una moderación que garantice el respeto a los derechos humanos y evite el ruido que producen los troles. “Solo aplicaremos un filtro para asegurarnos de que no se publican mensajes xenófobos, racistas… y todo lo que sea contrario a los derechos humanos”, especifica El- Qudsi.
Mesquida insistió en que Forma parte de la solución es una “plataforma de ciudadanos corrientes” y dejó clara una intención: “no vamos a convertirnos en un partido político”. Mesquida: “Deberíamos reunir a mentes brillantes para dar soluciones más allá de su ideología”
“Debemos olvidarnos de la bronca política en los próximos dos años y tenemos que tratar de liderar soluciones. Deberíamos reunir a mentes brillantes para dar soluciones a nuestros problemas más allá de su ideología. Necesitamos un gobierno de concentración, una administración de las personas más capaces”, indicó. “Los miembros de esta plataforma, personas que están al margen de los partidos políticos, quieren tener vías de participación y me pidieron formar parte de ella al margen de mi partido”.
La intención de Forma parte de la solución, según Mesquida, es “remover conciencias, recibir peticiones y convertir esas inquietudes en soluciones prácticas”. El momento lo pide a gritos. “Nuestra constitución tiene 34 años. La democracia está más consolidada que nunca, pero el segundo problema de los ciudadanos son los partidos políticos. No podemos ignorar esto. Si no hacemos política, la harán otros por nosotros. Y la política determina el empleo, la educación, la sanidad, el ocio…”.
El político balear asegura que “esta desafección por la política que sienten los ciudadanos tiene soluciones”. “Lo que planteamos”, indicó, “es un cambio en la forma de hacer política. La gente quiere un cambio radical. Quieren políticos que no viajen en coche oficial, quieren a gente de la calle. Los ciudadanos desean meterse en la cocina de los partidos políticos”.
La plataforma insiste en su interés de dar voz a la ciudadanía y que la atención no se personalice en uno o varios individuos. Hoy se ha presentado con una cara conocida, la del ex director general de la Guardia Civil, pero hay otras que también hubiesen podido resultar mediáticas y, por eso, según Mesquida, no han estado presentes en el acto.
De la financiación también se están encargando los 30 miembros impulsores de la plataforma. Mesquida indicó que se ha tomado una semana sin sueldo para poder dedicarse al lanzamiento de Forma parte de la solución. El diseño del site, el streaming, la convocatoria a medios y el resto de gastos los están asumiendo, de forma particular y sin dinero procedente de empresas, los miembros de la plataforma.
La misma rueda de prensa en la que se presentó el acto intentó presentarse como una declaración de principios. Mesquida atendió a todas las preguntas de los periodistas e hizo hincapié en que no estaba detrás de una pantalla de plasma. Pero eso no es nuevo. Es recuperar una tradición democrática básica incuestionable que el gobierno de Mariano Rajoy ha tirado a los tiburones.
Lo más novedoso resultó cuando, en el turno de preguntas, Ismael El-Qudsi subió al estrado y leyó, al público y al portavoz, muchos de los tuits que habían estado enviando los ciudadanos. Preguntas y críticas.
Artículo reproducido bajo licencia Creative Commons de la página web de Yorokobu.
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