Con la excusa de restaurarla, desmontaron la estatua de Colón
Demoraron cinco horas para mover la estructura; el gobierno porteño afirma que es otra provocación de la Nación; para Rodríguez Larreta, si siguen así "se llevan hasta el Obelisco"
La operación comenzó después del mediodía y se extendió durante cinco horas.Unos diez operarios sujetaron el cuello y los brazos de la estatua de Cristóbal Colón con eslingas que, más tarde, se engancharon a una gigantesca grúa. Ante un público atónito -e indignado- y bajo la supervisión de un dron -una suerte de pequeño helicóptero con una cámara de video y manejado a control remoto-, el bloque de mármol comenzó a moverse y quedó suspendido en el aire, hasta terminar recostado sobre una tarima próxima a la obra. El pedestal, también de mármol, sobre el que se apoyaba la figura de Cristóbal Colón quedó vacío. Detrás, las luces de la Casa Rosada se encendieron.
Asi, terminaba un nuevo capítulo -que no será el último- de la disputa entre el gobierno nacional y el de la Ciudad, enfrentados por la remoción de la estatua. El monumento estaba protegido por una cautelar de la Justicia que impide su traslado. La estatua de Colón fue donada a la Argentina por la comunidad de inmigrantes italianos, en ocasión del primer centenario de la Independencia.
Un proyecto del gobierno nacional prevé su traslado a Mar del Plata para colocar en ese sitio una estatua donada por el presidente de Bolivia, Evo Morales, en homenaje a la heroína de la independencia, Juana Azurduy.
El ingeniero Juan Alberto Arriegue, responsable de las tareas que se realizaron ayer, aseguró a la nacion que el levantamiento de la estatua estaba destinado a su "conservación y mantenimiento", y que no se preveía "ningún traslado que la deteriore". Explicó a su vez que las obras, a cargo de la empresa Alta Vial SA (contratada, según dijo, por la Subsecretaría de Obras de la Nación), se emprendieron debido a que "el capitel [la pieza sobre la que se apoyaba la escultura y que corona el pedestal] está partido en dos".
"Hay riesgo de colapso y no podemos dejar que avance el deterioro", afirmó. Argumentó que "en el marco de la justicia se permiten realizar trabajos de mantenimiento", y adelantó que las tareas de restauración del capitel se extenderán durante una semana.
Una orden de la jueza María Alejandra Biotti (ver aparte) impedía al Ejecutivo Nacional a "trasladar" el monumento y le imponía que, en el caso de que se realizaran obras de preservación, estas debían emprenderse "en concurrencia con las autoridades respectivas".
Según afirmó a la nacion Tomás Insausti, jefe de gabinete de la Dirección General de Inspección del Uso del Espacio Público del gobierno de la ciudad, ésta no fue notificada previamente del inicio de las obras.
El funcionario relató además que los efectivos de la Policía Federal y Gendarmería que custodiaba la entrada a la Plaza Colón prohibieron el ingreso del personal del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. A su vez, el pedido de realizar un peritaje en conjunto sobre el monumento con una comisión que representara a la Ciudad tampoco fue atendido.
La fiscal Sandra Guagnino -de la Cámara en lo Contravencional N° 2 porteña- explicó que Alta Vial SA "no tiene el permiso de la Ciudad ni ningún otro para proceder con las obras". Afirmó además que la fiscalía tampoco tuvo acceso al monumento para inspeccionar los daños, ya que la Plaza se encuentra custodiada y enrejada. Por esto ordenó a la Policía Metropolitana que custodie el lugar para evitar la salida del personal a cargo de las obras y las grúas.
En relación a la remoción de la estatua, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo que se trata de "una provocación a la comunidad italiana, a todos los porteños, a la Justicia y al gobierno de la ciudad", y aseveró: "El fallo es clarísimo. No se puede tocar el monumento. Como ya dije, si siguen así, se van a terminar llevando el Obelisco".
Mientras se desmantelaba el monumento, la presidenta de la asociación Basta de Demoler, impulsora de la medida cautelar para proteger la obra, junto con el defensor adjunto del pueblo, Gerardo Gómez Coronado, radicaban una denuncia en la comisaría 2a..
pobre Colón, puede que si pudiera hablar dijera: ¿y no podríais dejarme en paz de una vez?
ResponderEliminarNo saben, claro, que las estatuas tienen también su corazoncito. Que en todo caso hagan un referendum entre las aves q sobre ella se posan.
saludos blogueros