Un beso,
Gema
LUNES, 26 DE AGOSTO DE 2013
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Las Confesiones de Willy Toledo
Conocíamos hasta ahora, sobresalientes en el vasto campo del humano elucubrar, las Confesiones de San Agustín y las de Rousseau. Tenemos ahora las Confesiones de Willy Toledo(Público 17-8-13), acaso destinadas a una similar gloria en la Historia del Pensamiento. Leámosle:
“Estoy acostumbrado a vivir muy cómodamente porque mi familia han sido profesionales, burgueses y nunca me ha faltado de nada… luego como actor he tenido la oportunidad de trabajar mucho, y por lo tanto, de ganar mucho dinero”.
O sea que nuestro Héroe confiesa nada menos que la costumbre, ya en él ahormada, de un cómodo vivir desde siempre, durante el que“nunca” le ha faltado “nada”. Para una inmensa mayoría de españoles este cándido “nunca me ha faltado de nada” resulta, por simple comparación personal, un insulto. Es decir, en el ardiente imaginario mental de la hispana progresía, Willy sería a las claras un objetivamente odioso y privilegiado enemigo de clase a laminar… excepto que trátase ahora de él.
Si aseguraba Marx que la existencia determinaba la esencia, es decir, que la forma de vida dicta las ideas de uno, comprobamos enWilly una fenomenal refutación del dogma marxista –por lo demás ya negado en la vida que llevaba el propio Marx- pues en vano buscaríamos hoy un más decidido revolucionario que él. Como actor, además, ha trabajado mucho él, y “por tanto ha ganado mucho dinero”: es fenomenal esa lógica que él solito establece entre el duro trabajo y la consecución de riquezas, desmitiendo el sobado tópico espetado a tutti plen en España sobre que “trabajando-nadie-se-hace-rico”. Pues parece que Willy, como el polígrafo famoso, dice que sí.
Despejado el terreno biográfico, prosigue el confesar toledano sobre el régimen castrista. “Yo creo que la gente está más contenta que la primera vez que vine porque tienen más posibilidades de depender de sí mismos económicamente”. ¿Más contenta todavía? ¡Si eso era imposible! ¿Y todo porque pueden en algo mejorar individualmente su suerte? Pues, claro, alma de cántaro, has dado con la fórmula de la iniciativa privada, te das tu cuén. ¡Saca las conclusiones, Toledo!
Y parece que se anima a hacerlo y todo: “el hecho de tener dinero abre ciertas puertas hacia ciertos tipos de comodidades, pero te puedes pasar días buscando una sartén y no la encuentras por mucho dinero que tengas”. Ahí diste, Willy, con la síntesis más fabulosa de la locura castrista: el más forretis amigo del Régimen buscando como loco una sartén… que no encuentra. Si iba por la vida el gran Diógenes con un candil, siDescartes encomiaba una estufa, si al final Goethe imploraba más luz, ahí tenemos a Willy, rico turista del Ideal, buscando una sartén.
Tras tanta y tan sabrosa confesión habría de venir, claro, el resacón:“Por primera vez en 521 años América Latina decide su destino sin injerencias europeas y sin injerencias norteamericanas”. Eso no es confesión, San Willy, eso es pastoso cliché, y donde pone 521, podemos poner la fecha de cualquiera de las muchísimas intentonas caudillistas y populistas allí experimentadas.
Y tras el resacón, el bordón: “Acabo de venir de Bolivia. Estuve en una Cumbre anti-imperialista, anticapitalista”.Acabáramos, Willy, aquí toda la vasca fiel imaginándote viviendo como un cubano más de a pie (nunca mejor dicho) y resulta… que es que viene el Señorito de una Cumbre. Tócate los castrones, Willy Toledo, que San Agustín y el otro, en el más allá, pasmados ya están.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor ajosemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)
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