[Teatro en el Pleno del Congreso] Rajoy sobre la financiación irregular: “Me equivoqué”
por Kaos. Corrupción en el reino del Borbón
Jueves, 01 de Agosto de 2013 18:48
“Me equivoqué. Lo lamento pero fue así, por poner en alguien que ahora sabemos que no la merecía”. Es el ridículo mea culpa que ha entonado Rajoy esta mañana en el Parlamento, donde ha echado toda la responsabilidad de la supuesta financiación ilegar a Luis Bárcenas, el extesorero del partido.
Twitter 'despelleja' la intervención de Rajoy y algunos hashtag con los que el PP pretendía 'vender' su intervención como #Rajoycumple, u otros 'creados' por él durante la intervención como #findelacita
Fuentes: Agencias/ eldiario.es/ elplural.com
Luz Sanchiz
"Le apoyé, creí en su inocencia y me equivoqué. Y este ha sido todo mi papel en esta historia". El presidente del Gobierno y del PP ha reducido así su participación en el caso Bárcenas a un problema de ingenuidad y buena fe. Mariano Rajoy ha asegurado que creyó en la honradez de su tesorero hasta que el hallazgo de la fortuna en Suiza hizo que se le cayera la venda de los ojos.
En su primer turno de palabra, Rajoy ha nombrado varias veces a Luis Bárcenas, pero no ha dado ninguna explicación sobre por qué siguió en contacto con él, le envió mensajes de ánimo y le pidió que fuera "fuerte". Tampoco sobre las donaciones al PP de importantes empresarios que aparecen en la contabilidad de Génova aportada al juez. Ni sobre el trato de favor dispensado a Bárcenas, que disfrutó de un sueldo mensual hasta el mes de enero. En todo su discurso, el presidente no ofreció ninguna explicación que justificase las acusaciones de su extesorero.
La táctica de Rajoy ha recordado a aquel mensaje del rey de "lo siento mucho, no volverá a ocurrir". Pero no ha entrado en ningún detalle más allá de insistir en que en el PP no hay contabilidad en negro ni se han pagado sueldos en billetes. Otra cosa, dijo, es que las retribuciones se hayan declarado a Hacienda: "Eso es ya una responsabilidad individual".
Rajoy ha intentado convencer a los ciudadanos de que creyó en la inocencia de Bárcenas como hubiera hecho con cualquiera. En su repaso de los hechos, ha insistido en que durante los últimos años nunca vio motivos para desconfiar de Bárcenas y sí "un acoso injusto". Hasta que el juez y el imputado confirmaron el dinero en Suiza. En ese momento, ha dicho el presidente, comprendió la "deslealtad" de Bárcenas con el partido que le había confiado sus cuentas.
Para curarse en salud, Rajoy ha dado por hecho que sus palabras no convencerían a los que ya creen saber la verdad: "¿Qué se les puede decir a los que anuncian que reclamarán mi dimisión diga lo que diga? ¿De qué sirve decirles nada?". Aun así, el presidente se ha crecido intentando convencer de que acudía a la Cámara porque él quería y no porque la presión fuera insoportable.
"A los que presumen de haberme traído aquí ante la presión de una moción de censura, les diré que presumen en balde", se ha ufanado el presidente, como si su petición de comparecencia no hubiera sido obligada. Lo que le llevó a presentarla, ha dicho, es frenar la mala imagen del país "que algunos cultivan" y desmentir "mentiras, manipulaciones e insinuaciones maliciosas". Entre ellas, que él haya cobrado dinero negro mientras fue ministro o que esa fuera la práctica habitual en su partido. "Ni a mí, ni a mi partido se nos podrá atribuir ninguna actividad ilícita", ha zanjado.
Para justificar que el caso se dirima en los tribunales y no en el Parlamento, Rajoy ha salpicado su discurso con varias frases de Rubalcaba rematadas con un machacón "fin de cita". Todo para insistir en que la carga de la prueba corresponde a quien acusa en una democracia y que no le preocupan "los ataques de sinceridad" de Bárcenas.
"Los que ven delitos con la misma facilidad que antes veían brotes verdes y prefieren no esperar a que se conozca la verdad porque les inquieta el riesgo de que la verdad no les guste, nos les convenga o no tengan tiempo político para conocerla", le ha espetado al líder de la oposición.
En su opinión, las confesiones del extesorero son la defensa lógica de quien está imputado y miente para defenderse mientras la Justicia funciona sin ningún tipo de presión: "Ni se ha producido, ni se está produciendo ni se producirá ningún tipo de indicación, sugerencia o presión. Haremos todo lo que haga falta para contribuir a que la verdad se aclare cuanto antes".
Rubalcaba: "No han hecho más que mentir"
Cuando ha llegado el turno a Alfredo Pérez Rubalcaba, el líder de los socialistas ha repasado cronológicamente los hechos para subrayar cómo el PP ha ido variando sus explicaciones para ganar tiempo. "No han hecho más que mentir una y otra vez", le ha dicho mientras en los bancos del PP se desataba la bronca. "¿Cuándo pasó de ser intachable a ser un delincuente?", le ha preguntado.
Como se esperaba, Rubalcaba ha concedido toda la importancia a los intercambios de SMS y los ha definido como los mensajes "de un socio a otro socio que le puede poner en apuros". "La sombra de Bárcenas es ya su sombra", ha afirmado solemnemente.
El socialista ha demostrado que de poco sirve que el presidente niegue la contabilidad en negro del PP si Bárcenas ha confirmado ante el juez que él fue el autor de los papeles publicados después de haberlo negado al principio. Y le ha negado toda credibilidad para gobernar al país y pedir a los ciudadanos que hagan sacrificios por la crisis y paguen sus impuestos. La moción de censura sigue viva y así lo ha anunciado Rubalcaba como forma de presión y ante posibles nuevas revelaciones.
“Ese ha sido todo mi papel”
La breve expectativa creada tras la pausa del “me equivoqué” de Rajoy dio paso a los débiles argumentos de un presidente del Gobierno acorralado por los escándalos conocidos en el caso Bárcenas y que le afectan directamente. “Di crédito al señor Bárcenas. Era una persona confianza del partido. Lo digo con toda franqueza. Carecía de razones para no hacerlo. Me fié de él y le apoyé; sí, le apoyé”, enfatizó Rajoy con un tono casi teatral.
La breve expectativa creada tras la pausa del “me equivoqué” de Rajoy dio paso a los débiles argumentos de un presidente del Gobierno acorralado por los escándalos conocidos en el caso Bárcenas y que le afectan directamente. “Di crédito al señor Bárcenas. Era una persona confianza del partido. Lo digo con toda franqueza. Carecía de razones para no hacerlo. Me fié de él y le apoyé; sí, le apoyé”, enfatizó Rajoy con un tono casi teatral.
El jefe del Ejecutivo cargó toda la responsabilidad en su antiguo tesorero y le reprochó su “deslealtad” con el partido que, según reconoció, “defendió su inocencia”. “Ese ha sido todo mi papel en esta historia. Me equivoqué en creer a un falso inocente”, pero -añadió- “eso no es un delito”, ha dicho Rajoy, que en múltiples partes de su intervención se ha visto apoyado por los entusiastas aplausos del Grupo popular.
Alardea de que nadie le ha arrastrado ante el Parlamento
Al comienzo de su intervención en el Senado, donde se celebra el pleno por encontrarse el Congreso en obras, Mariano Rajoy ha alardeado de que comparecía por voluntad propia. “Ante los que presumen de haberme traído aquí, les diré que presumen en balde. La moción no es una amenaza, es un instrumento constitucional. No me siento amenazado por nada que esté en la Constitución”, aseguró, para pasar después a presumir de cifras económicas. Eso, a pesar de tener casi ¡seis millones de parados!
Al comienzo de su intervención en el Senado, donde se celebra el pleno por encontrarse el Congreso en obras, Mariano Rajoy ha alardeado de que comparecía por voluntad propia. “Ante los que presumen de haberme traído aquí, les diré que presumen en balde. La moción no es una amenaza, es un instrumento constitucional. No me siento amenazado por nada que esté en la Constitución”, aseguró, para pasar después a presumir de cifras económicas. Eso, a pesar de tener casi ¡seis millones de parados!
Ataca al PSOE por su amenaza de una moción de censura
El presidente prometió al inicio de su intervención no desviar el pleno del caso Bárcenas, pero casi inmediatamente ha dejado claro que su estrategia iba a consistir en atacar al principal partido de la oposición, principalmente por su moción de censura, que ha calificado de “pueril e irrelevante” y una “moción de censura en fraude de Constitución”.
El presidente prometió al inicio de su intervención no desviar el pleno del caso Bárcenas, pero casi inmediatamente ha dejado claro que su estrategia iba a consistir en atacar al principal partido de la oposición, principalmente por su moción de censura, que ha calificado de “pueril e irrelevante” y una “moción de censura en fraude de Constitución”.
Para justificar su resistencia a dar explicaciones en el Parlamento hasta ahora, Rajoy ha recurrido al “mal causado” a “la imagen de España”, “un mal irreparable” por este asunto y ha acusado al PSOE y a “todos los que aplauden y jalean las marrullerías de las fotocopias, y quienes se erigen en jueces sin esperar a la verdad” de actuar movidos por intereses políticos. “Quizá sea porque tengan miedo a no tener político para conocer” la verdad.
Reconoce los sobresueldos
El presidente del Gobierno ha afirmado que ha venido al Parlamento para “salir al paso a los malentendidos” e “insinuaciones maliciosas aunque ha reconocido que el caso Bárcenas afecta a cargos populares y a su propio partido, aunque ha negado que exista una doble contabilidad. También ha admitido que en el PP se pagaron sobresueldos, “como en todas partes”, pero ha añadido que se abonaron en blanco y todo se ha declarado a la Hacienda Pública.
El presidente del Gobierno ha afirmado que ha venido al Parlamento para “salir al paso a los malentendidos” e “insinuaciones maliciosas aunque ha reconocido que el caso Bárcenas afecta a cargos populares y a su propio partido, aunque ha negado que exista una doble contabilidad. También ha admitido que en el PP se pagaron sobresueldos, “como en todas partes”, pero ha añadido que se abonaron en blanco y todo se ha declarado a la Hacienda Pública.
En lo que concierne a él, ha asegurado que siempre ha declarado todos sus ingresos y ha recordado que sus declaraciones de la renta de los últimos diez años son públicas. “Si todo lo que aparece en los papeles de Bárcenas es tan cierto como en lo que a mí se refiere, estamos ante una asombrosa colección de falsedades que la Justicia aclarará”, ha subrayado.
“Fin de la cita”
El jefe del Ejecutivo ha reprochado a la oposición que pretenda “convertir el Parlamento en una enorme comisaría, decía un dirigente de este país”, según ha apostillado, y le ha recordado a los grupos políticos que han exigido su comparecencia que “las Cortes no están para suplantar a los tribunales” y que el Congreso debe demandar responsabilidades políticas, pero sólo “cuando los hechos resulten ciertos”. Frases, todas estas, que pertenecen a otros dirigentes políticos y a las que Rajoy ha echado mano en diferentes momentos de su intervención. Al final de cada una de ellas, el presidente ha repetido, como una muletilla: “fin de la cita”.
El jefe del Ejecutivo ha reprochado a la oposición que pretenda “convertir el Parlamento en una enorme comisaría, decía un dirigente de este país”, según ha apostillado, y le ha recordado a los grupos políticos que han exigido su comparecencia que “las Cortes no están para suplantar a los tribunales” y que el Congreso debe demandar responsabilidades políticas, pero sólo “cuando los hechos resulten ciertos”. Frases, todas estas, que pertenecen a otros dirigentes políticos y a las que Rajoy ha echado mano en diferentes momentos de su intervención. Al final de cada una de ellas, el presidente ha repetido, como una muletilla: “fin de la cita”.
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