NO HAY DERECHO!!!
Muere en Irlanda una mujer a la que se negó el aborto de un feto inviable
“Este es un país católico y la ley lo prohíbe”, adujo el personal sanitario
Savita Halappanavar, una dentista india de 31 años embaraza de 17 semanas, falleció el 28 de octubre en el Hospital Universitario de Galway (oeste de Irlanda) porque los médicos se negaron a practicarle un aborto pese a que estaba muy enferma y el feto no podría sobrevivir. Los médicos esperaron hasta que el feto dejó de latir, cuatro días después de ese diagnóstico, y la madre murió de septicemia.
¿Por qué no le practicaron antes el aborto que ella pedía con insistencia? “Porque, por desgracia, Irlanda es un país católico y la ley lo prohíbe”, le respondió el personal del hospital. “Ella les respondía que no es católica, sino hindú. ¿Por qué le imponían la ley a ella?”, se pregunta su viudo, Praveen Halappanavar, un ingeniero de la empresa Boston Scientific en Galway.
La respuesta es muy fácil: porque la ley es igual para todos, sin distingos de nacionalidades y religiones. Pero el trasfondo es más complicado: el aborto sigue siendo un tema tabú en la católica Irlanda. Y la ley lo bastante confusa como para que sea interpretada de forma restrictiva sin que se pueda acusar a la República de no cumplir con la Convención Europea de Derechos Humanos.
El debate del aborto en la UE
- Irlanda es, tras Malta —donde abortar está prohibido—, el país más restrictivo. Solo permite interrumpir el embarazo si la vida de la mujer corre “grave y sustancial riesgo”, lo que además no se detalla y queda a criterio del médico.
- El modelo más extendido en la UE es la ley de plazos, por la cual la mujer decide libremente si aborta hasta un momento determinado de la gestación (en España, desde la ley de 2010, las 14 semanas). Es así en Alemania, Austria, Holanda o Grecia.
- Polonia, Chipre, Reino Unido o Finlandia está establecido un sistema de supuestos para el aborto: el riesgo físico o psíquico y la malformación del feto son los más habituales. Así era la ley española de 1985.
La Constitución irlandesa pone en plano de igualdad a la madre y al feto: “El Estado reconoce el derecho a la vida del no nacido y, con el debido respeto al mismo derecho a la vida que tiene la madre, garantiza en sus leyes que hay que respetar y, siempre que sea practicable, sus leyes han de defender y vindicar ese derecho”.
Una histórica sentencia de 1992 falló a favor del derecho a abortar de una niña de 14 años que había quedado embarazada por una violación y amenazaba con suicidarse. Pero ese fallo nunca se transformó en una ley que garantizara que el derecho a la vida de la madre está por encima del derecho a la vida del que va a nacer. El Tribunal de Estrasburgo falló en 2010 que no se había garantizado el derecho al aborto de una mujer enferma de cáncer. Pero Dublín aún no ha decidido si aquel fallo le obliga a modificar sus leyes.
El caso de Savita Halappanavar tiene el potencial de ser especialmente polémico. Por un lado, no basta con que ella estuviera en estado muy grave: los médicos han de concluir que está en peligro de muerte para terminar un embarazo. Su marido asegura que era evidente que estaba en peligro de muerte desde que acudieron de urgencia al hospital el sábado 20 de octubre.
Tras examinarla, los médicos les dijeron que “el cuello del útero estaba completamente dilatado, que perdía líquido amniótico y que, por desgracia, el bebé no podría sobrevivir”, ha explicado Praveen Halappanavar al diario The Irish Times. Iba a tener un parto espontáneo y el feto tenía solo 17 semanas de gestación. Fue entonces cuando por primera vez le negaron el aborto “porque el corazón del feto está latiendo”. Ahí viene el segundo punto clave: si el feto no puede sobrevivir, ¿no debería entonces tener toda la prioridad la salud de la madre? Ante la ambigüedad de la ley, los médicos optaron por dejar que el no nacido muriera antes de proceder a un parto forzado pese a que la salud de la madre empeoró.
“Savita sufría una auténtica agonía. Estaba destrozada por la pérdida del bebé, pero lo había aceptado. Cuando vio al médico el lunes por la mañana le volvió a preguntar por qué, si no podían salvar la vida del niño, no la inducían a terminar el embarazo. El médico le dijo que mientras esté latiendo el corazón del feto no podían hacer nada”, narra Praveen.
“El martes por la mañana, la misma discusión. El médico dijo que era la ley, que es un país católico. Savita dijo: ‘No soy ni irlandesa ni católica’, pero ellos le dijeron no podían hacer nada”, continúa el padre en The Irish Times.
“Esa noche empezó a tener temblores y escalofríos y a vomitar. Fue al lavabo y se desmayó. Se encendieron todas las alarmas y los doctores empezaron a sacarle sangre y a darle antibióticos. A la mañana siguiente les dije que ella estaba tan enferma que tenían que acabar con aquello, pero volvieron a decir que no podían”, continúa.
A mediodía, el corazón del feto dejó de latir y por fin abrieron la matriz de Savita. “Cuando salió del quirófano podía hablar pero estaba muy enferma. Es la última vez que hablé con ella”. Aquella noche le llamaron del hospital para decirle que estaba en estado crítico y la habían sedado. En la noche del sábado al domingo 28 de octubre, falleció.
Pura manipulación. Los médicos pueden hacer lo necesario para salvar a la madre, sin buscar explícitamente acabar con la vida del niño. Por ejemplo: Si a una mujer le descubren un cáncer en estado de gestación, si se medica provocando indirectamente el aborto, esto no sería un aborto provocado. El aborto sería consecuencia no buscada pero derivada del tto.
ResponderEliminarEl artículo es muy malo. Típico de manipuladores abortistas. No explica qué le pasaba a la mujer. No explica cómo liquidar al bebé iba a garantizar la vida de la madre /según se desprende del mismo, liquidar al bebé habría traído como consecuencia directa la salvación de la madre, esto es lo qeu se desprende pero ni se explica ni justifica.
Los médicos en Irlanda ¿cómo no van a poder actuar con el fin de salvar a la mujer EN TODO CASO? Esto es absurdo. Lo que no se pueden es actuar teniendo como objetivo acabar con la vida de un ser humano, porque los médicos son médicos y no sicarios (al menos en Irlanda). Así lo mandan el sentido común y la decencia.
Un saludo.
Un crimen más a manos de talibanes de bata blanca
ResponderEliminar18 noviembre 2012
Savita Halappanavar era una dentista india que vivía en la ciudad irlandesa de Galway. Tenía 31 años y estaba embarazada de 17 semanas, pero falleció el pasado 28 de octubre en el Hospital Universitario de la citada ciudad.
Empezó a sentirse mal pronto y acabó muy enferma, pero a Savita ni siquiera le quedaba el consuelo de acordarse del hijo que estaba esperando para la primavera, pues desde muy pronto supo que el feto que llevaba dentro era inviable y no podría sobrevivir. Los médicos de aquel supuesto hospital supuestamente universitario supuestamente europeo la dejaron morir de septicemia, pues se negaron a practicar el aborto, ya que aún latía el corazón de aquel feto agonizante. “Este es un país católico y la ley lo prohíbe”, le dijeron, a lo que ella respondía en vano que no era irlandesa ni católica, sino india e hindú.
Praveen Halappanavar, su marido, un ingeniero de la empresa Boston Scientific en Galway, vivió con su esposa la misma pesadilla. Había leído en los diarios que los talibanes vivían en las resecas montañas de Afganistán, pero allí se dio cuenta del error: en Irlanda hay talibanes que visten bata blanca y van a misa y rezan el rosario y brindan por san Patricio. Unos talibanes perforan de un disparo la cabeza de una niña que reivindica su derecho a ir a la escuela. Otros talibanes dejan morir fríamente a una mujer porque el corazón de un feto de 17 semanas sigue latiendo. Eso sí, cuando dejó de latir, dejó también de latir el de la madre. ¡Qué bien!
El aborto sigue siendo un tema tabú en la católica Irlanda, al igual que en resto de los católicos países del mundo. No verás un solo rastro de condena en sus constituciones contra el paro, el fraude fiscal o la explotación de muchos en manos de unos pocos, pero sus jerarcas proyectan en tales constituciones sus fijaciones y obsesiones, de corte marcadamente sexual: aborto, homosexualidad, anticonceptivos, relaciones pre- y extramatrimoniales, etc.
Ahora el talibanismo mesetario hispanovisigótico ataca de nuevo en España: Gallardón quiere volver a una restrictiva ley de supuestos, eliminando la vigente ley de plazos. El Gran Talibán y sus talibanes adláteres no saldrán así a la calle a defender la vida y la familia, como hacían cuando gobernaba el impío ZP, pues es un país católico, por la gracia de dios (del suyo, no el de Savita Halappanavar, o el de los adoradores de las decenas de dioses más inventados en el mundo; tampoco de quienes consideramos que dios es un simple pseudoconcepto).
“Savita sufría una auténtica agonía. Estaba destrozada por la pérdida del bebé, pero lo había aceptado. Cuando vio al médico el lunes por la mañana le volvió a preguntar por qué, si no podían salvar la vida del niño, no la inducían a terminar el embarazo. El médico le dijo que mientras esté latiendo el corazón del feto no podían hacer nada”, repite una y otra vez su viudo, Praveen.
“Esa noche empezó a tener temblores y escalofríos y a vomitar. Fue al lavabo y se desmayó. Se encendieron todas las alarmas y los doctores empezaron a sacarle sangre y a darle antibióticos. A la mañana siguiente les dije que ella estaba tan enferma que tenían que acabar con aquello, pero volvieron a decir que no podían”, concluyó.
A mediodía, el corazón del feto dejó de latir y por fin abrieron la matriz de Savita. “Cuando salió del quirófano podía hablar pero estaba muy enferma. Es la última vez que hablé con ella”. Aquella noche le llamaron del hospital para decirle que estaba en estado crítico y la habían sedado. En la noche del sábado al domingo 28 de octubre, falleció.
Malditos seáis todos y todas talibanes de mierda, asesinos de mujeres, corazones que laten solo ante el papamóvil o los secretos anticomunistas de la virgen de Fátima. Amén. Así sea.
http://lautopiaesposible.blogspot.com.es/