Espero que este reportaje de esta gran mujer os guste una valiente BASMAH BINT SAUD (La princesa feminista de ARABIA SAUDÍ)
Un abrazo,
"ENTREVISTA MUY INTERESANTE"
Basmah bint Saud clama igualdad y derechos para las mujeres de su país,Arabia Saudí. Que lo haga la nieta del rey Abdud Aziz, hija del segundo monarca y sobrina del actual rey, la convierte en la más valiente del Reino.
Nació en 1964, en los últimos días del reinado de su padre, que fue destronado por su hermano Faisal. Su madre, siria, se llevó a sus hijos a Beirut, donde Basmah asistió a una escuela de monjas hasta el estallido de la guerra civil, en 1975. De allí, se fueron a Londres.La agenda política y social de la princesa se centra en cinco reivindicaciones: una constitución que garantice la igualdad de género, reforma de las leyes de divorcio, del sistema educativo, de los servicios sociales y del papel del guardián de las mujeres [hombre que las acompaña en los desplazamientos autorizados por los padres o maridos, las únicas salidas permitidas a las mujeres]. Este memorial de agravios fue publicado hace unos meses. Ella esperaba que la apedreasen.
No obstante, las reacciones no han sido tan negativas como las previstas. «Pensaba que el Gobierno o la
Familia Real me enviarían algún mensaje advirtiéndome de que no me metiera donde no me llaman, pero no ha sido así. Mi mayor sorpresa es que hace poco el Rey ha hecho una pequeña reforma jurídica basada en mis reivindicaciones», asegura Basmah que, además, critica la fijación de Occidente por la prohibición a las mujeres saudíes de conducir un coche. «Este es un símbolo erróneo de la inferioridad de las mujeres en Arabia Saudí; debemos empezar por conseguir el respeto de los maridos, hermanos y padres para obtener derechos primero en nuestra casa y pasar después a la calle. Si las mujeres se ponen ahora a conducir, su
seguridad peligra. Conducir no es un valor universal como la igualdad de género, es una herramienta», explica Basma, sabedora también del código de trato con el Rey saudí, del cual dice que «en la familia hay un protocolo que no permite a las mujeres cruzar la línea de acceso para hablar con el Rey, solo las hijas con relaciones especiales pueden hacerlo ». Y defiende a su tío, el rey Abdalá, porque en los últimos
años ha permitido que algunas mujeres salgan en fotos, vayan de viaje con ellos e, incluso, les ha dado premios.
«Estamos hablando de Arabia Saudí», repite. Tras su formación en Occidente, Basmah se casó en 1988 con un saudí, tuvo cinco hijos –su hija mayor está a un tris de cumplir 24 años– y se divorció en 2007. «Intenté
integrarme en la sociedad saudí, trabajé en los negocios porque tengo un carácter fuerte. Los bancos, los hospitales o las oficinas están segregados: una parte para las mujeres y otra para los hombres. Tuve razones mayores para divorciarme, pero la mayoría de las mujeres no pueden solicitarlo y, si lo hacen, suelen perder la custodia de los hijos. Los motivos para un divorcio pertenecen a las cuatro paredes del dormitorio matrimonial. La interpretación de las leyes depende de la educación del juez, por eso, favorece a los
hombres. El Corán contempla diferencias irreconciliables para el divorcio, pero los jueces lo interpretan a su manera.
Por eso, hay que cambiar el sistema educativo, empezando por que las mujeres eduquen a sus hijos varones
para que las valoren a ellas. Ahora, los educan para que las devalúen. No hablemos de los servicios sociales o los refugios para mujeres; en esos lugares las culpabilizan por no someterse al marido o por avergonzar a la familia al abandonarlo », señala la princesa.
Por más capas impermeables que extiendan sobre el país, las ideas y los comportamientos ajenos penetran por todas partes. En este sentido, la generación de Basmah está experimentando una transición. «Mis hijos y los saudíes menores de 35 años, en general, me apoyan; los de más edad son contrarios a mis peticiones. Lo de las cuatro esposas ya no se lleva, y se tienen entre cuatro y seis hijos.
En Arabia Saudí me defienden artistas, intelectuales, y algún que otro ministro a escondidas, no oficialmente;
las mujeres de mi familia son casi todas hostiles conmigo», reconoce calibrando el efecto de sus sermones. Cita a menudo a su padre porque creó la primera Universidad
“SI LAS MUJERES SE PONEN AHORA A CONDUCIR, SU SEGURIDAD PELIGRA. CONDUCIR NO ES UN VALOR UNIVERSAL COMO LA IGUALDAD DE GÉNERO, ES UNA
HERRAMIENTA.”
BASMAH BINT SAUDBasmah bint Saud, para mujeres e intentó modernizar el país con una constitución
que separase al Rey del Gobierno. Él acabó en el exilio de Suiza, y sus 115 hijos desparramados por el mundo, al buen recaudo del apellido Saud. Como devota musulmana, Basmah reza cada día las oraciones
pertinentes y lee fragmentos del Corán. La religión, a su parecer, «no tiene nada que ver con la ropa que llevas o la forma de hablar, sino con el espíritu, el corazón y la relación con Dios. Solo un párrafo del Corán habla de vestimenta y dice que las mujeres deben cubrirse los pechos. La palabra accesorios, referida a collares sobre el pecho, la han traducido por maquillaje». Ella debe haberlo estudiado bien, porque
es evidente que le encantan tanto unos como el otro.
La igualdad de género, al menos oficialmente, suele ir unida a la democracia y los sistemas de gobierno abiertos.
Por ese camino, las mujeres saudíes tienen una larga travesía que andar por el desierto. Para Basmah, «antes de implementar la democracia hay que cambiar la forma de pensar tribal. Por eso, el sistema educativo es el punto débil del país, porque representa la superioridad de los hombres sobre las mujeres; ellos ejercen completo control sobre los movimientos de ellas». La globalización, como la televisión,puede utilizarse en positivo o negativo.»
La agenda política de esta princesa valiente va más allá de conseguir la igualdad de género en su país. Su objetivo es hacer, de la saudí, una sociedad más igualitaria, con una justa distribución de la riqueza que generan los recursos naturales del petróleo. «Si continúa la distribución de la riqueza actual, acabará en desastre. Arabia Saudí estaba aislada del mundo y era pobre hasta que descubrieron el petróleo hace 70 años. El cambio ha sido brusco y la distribución de la riqueza se está haciendo muy mal. El Rey tiene 20 millones de súbditos y 20.000 que le dicen que todo va muy bien, porque ignoran la corrupción y la pobreza
», reitera la sobrina del monarca, sin miedo a represalias o a que la reprendan por sus comentarios públicos.
A Basmah no le gusta el término Primavera árabe, prefiere llamarlo verano caliente, porque la primavera implica cosas buenas. A su juicio, la interferencia de Estados Unidos, Israel y la Unión Europea en Oriente Próximo son las causas de la inestabilidad permanente de la zona. «Ningún país es inmune a nada, pero yo diría que Arabia Saudí está un 70% más inmunizado que otros a la Primavera árabe, porque hace solo 120 años que está unificado bajo la Monarquía. El Rey es un símbolo de unidad entre numerosas tribus y Corrientes que no quieren volver a las luchas tribales ni a la fragmentación del país».
Basmah bint Saud clama igualdad y derechos para las mujeres de su país,Arabia Saudí. Que lo haga la nieta del rey Abdud Aziz, hija del segundo monarca y sobrina del actual rey, la convierte en la más valiente del Reino.
Nació en 1964, en los últimos días del reinado de su padre, que fue destronado por su hermano Faisal. Su madre, siria, se llevó a sus hijos a Beirut, donde Basmah asistió a una escuela de monjas hasta el estallido de la guerra civil, en 1975. De allí, se fueron a Londres.La agenda política y social de la princesa se centra en cinco reivindicaciones: una constitución que garantice la igualdad de género, reforma de las leyes de divorcio, del sistema educativo, de los servicios sociales y del papel del guardián de las mujeres [hombre que las acompaña en los desplazamientos autorizados por los padres o maridos, las únicas salidas permitidas a las mujeres]. Este memorial de agravios fue publicado hace unos meses. Ella esperaba que la apedreasen.
No obstante, las reacciones no han sido tan negativas como las previstas. «Pensaba que el Gobierno o la
Familia Real me enviarían algún mensaje advirtiéndome de que no me metiera donde no me llaman, pero no ha sido así. Mi mayor sorpresa es que hace poco el Rey ha hecho una pequeña reforma jurídica basada en mis reivindicaciones», asegura Basmah que, además, critica la fijación de Occidente por la prohibición a las mujeres saudíes de conducir un coche. «Este es un símbolo erróneo de la inferioridad de las mujeres en Arabia Saudí; debemos empezar por conseguir el respeto de los maridos, hermanos y padres para obtener derechos primero en nuestra casa y pasar después a la calle. Si las mujeres se ponen ahora a conducir, su
seguridad peligra. Conducir no es un valor universal como la igualdad de género, es una herramienta», explica Basma, sabedora también del código de trato con el Rey saudí, del cual dice que «en la familia hay un protocolo que no permite a las mujeres cruzar la línea de acceso para hablar con el Rey, solo las hijas con relaciones especiales pueden hacerlo ». Y defiende a su tío, el rey Abdalá, porque en los últimos
años ha permitido que algunas mujeres salgan en fotos, vayan de viaje con ellos e, incluso, les ha dado premios.
«Estamos hablando de Arabia Saudí», repite. Tras su formación en Occidente, Basmah se casó en 1988 con un saudí, tuvo cinco hijos –su hija mayor está a un tris de cumplir 24 años– y se divorció en 2007. «Intenté
integrarme en la sociedad saudí, trabajé en los negocios porque tengo un carácter fuerte. Los bancos, los hospitales o las oficinas están segregados: una parte para las mujeres y otra para los hombres. Tuve razones mayores para divorciarme, pero la mayoría de las mujeres no pueden solicitarlo y, si lo hacen, suelen perder la custodia de los hijos. Los motivos para un divorcio pertenecen a las cuatro paredes del dormitorio matrimonial. La interpretación de las leyes depende de la educación del juez, por eso, favorece a los
hombres. El Corán contempla diferencias irreconciliables para el divorcio, pero los jueces lo interpretan a su manera.
Por eso, hay que cambiar el sistema educativo, empezando por que las mujeres eduquen a sus hijos varones
para que las valoren a ellas. Ahora, los educan para que las devalúen. No hablemos de los servicios sociales o los refugios para mujeres; en esos lugares las culpabilizan por no someterse al marido o por avergonzar a la familia al abandonarlo », señala la princesa.
Por más capas impermeables que extiendan sobre el país, las ideas y los comportamientos ajenos penetran por todas partes. En este sentido, la generación de Basmah está experimentando una transición. «Mis hijos y los saudíes menores de 35 años, en general, me apoyan; los de más edad son contrarios a mis peticiones. Lo de las cuatro esposas ya no se lleva, y se tienen entre cuatro y seis hijos.
En Arabia Saudí me defienden artistas, intelectuales, y algún que otro ministro a escondidas, no oficialmente;
las mujeres de mi familia son casi todas hostiles conmigo», reconoce calibrando el efecto de sus sermones. Cita a menudo a su padre porque creó la primera Universidad
“SI LAS MUJERES SE PONEN AHORA A CONDUCIR, SU SEGURIDAD PELIGRA. CONDUCIR NO ES UN VALOR UNIVERSAL COMO LA IGUALDAD DE GÉNERO, ES UNA
HERRAMIENTA.”
BASMAH BINT SAUDBasmah bint Saud, para mujeres e intentó modernizar el país con una constitución
que separase al Rey del Gobierno. Él acabó en el exilio de Suiza, y sus 115 hijos desparramados por el mundo, al buen recaudo del apellido Saud. Como devota musulmana, Basmah reza cada día las oraciones
pertinentes y lee fragmentos del Corán. La religión, a su parecer, «no tiene nada que ver con la ropa que llevas o la forma de hablar, sino con el espíritu, el corazón y la relación con Dios. Solo un párrafo del Corán habla de vestimenta y dice que las mujeres deben cubrirse los pechos. La palabra accesorios, referida a collares sobre el pecho, la han traducido por maquillaje». Ella debe haberlo estudiado bien, porque
es evidente que le encantan tanto unos como el otro.
La igualdad de género, al menos oficialmente, suele ir unida a la democracia y los sistemas de gobierno abiertos.
Por ese camino, las mujeres saudíes tienen una larga travesía que andar por el desierto. Para Basmah, «antes de implementar la democracia hay que cambiar la forma de pensar tribal. Por eso, el sistema educativo es el punto débil del país, porque representa la superioridad de los hombres sobre las mujeres; ellos ejercen completo control sobre los movimientos de ellas». La globalización, como la televisión,puede utilizarse en positivo o negativo.»
La agenda política de esta princesa valiente va más allá de conseguir la igualdad de género en su país. Su objetivo es hacer, de la saudí, una sociedad más igualitaria, con una justa distribución de la riqueza que generan los recursos naturales del petróleo. «Si continúa la distribución de la riqueza actual, acabará en desastre. Arabia Saudí estaba aislada del mundo y era pobre hasta que descubrieron el petróleo hace 70 años. El cambio ha sido brusco y la distribución de la riqueza se está haciendo muy mal. El Rey tiene 20 millones de súbditos y 20.000 que le dicen que todo va muy bien, porque ignoran la corrupción y la pobreza
», reitera la sobrina del monarca, sin miedo a represalias o a que la reprendan por sus comentarios públicos.
A Basmah no le gusta el término Primavera árabe, prefiere llamarlo verano caliente, porque la primavera implica cosas buenas. A su juicio, la interferencia de Estados Unidos, Israel y la Unión Europea en Oriente Próximo son las causas de la inestabilidad permanente de la zona. «Ningún país es inmune a nada, pero yo diría que Arabia Saudí está un 70% más inmunizado que otros a la Primavera árabe, porque hace solo 120 años que está unificado bajo la Monarquía. El Rey es un símbolo de unidad entre numerosas tribus y Corrientes que no quieren volver a las luchas tribales ni a la fragmentación del país».
Me ha parecido muy interante este articulo,sobre esta mujer muy valiente,en un país Arabia Saud,goberanda por una monarquía mediaval,donde los derechos civiles y políticos de la las mujeres estan muy limitados,donde la mujer es tutelada por el hombre,y necesitan el permiso de el marido,o de un familiar varon para casi cualquier actividad,donde por poner un ejemplo tienen prohibido conducir.Es admirable esta mujer que lucha contra viento y marea por los derechos de las mujeres,en circusntancias tan adversas.Esperemos que con su lucha y la de mujeres como ella,en Arabia Saudi,se vayan consiguiendo esas reformas tan justas en favor de los derechos de la mujer
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Alberto. Es una mujer con agallas en ese mundo de hombres y tan injustamente anulados los derechos de la mujer a merced del varón. Yo me uno a su lucha y apoyo su coraje y valor!
EliminarUn abrazo Alberto
Gracias!
Gema