"Es un negocio de millones de dólares", dijo Katherine Willson, periodista especializada en redes ilícitas del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). "Es una industria legítima en su mayor parte, (pero) el mercado legal puede estar siendo suministrado de tejidos ilegales".
La conferencia tuvo lugar en el marco de la cumbre "Redes ilícitas: Fuerzas en Oposición", organizada por Google para analizar junto a víctimas del crimen organizado, especialistas en seguridad y funcionarios de gobierno las formas de utilizar la tecnología para combatir el crimen internacional.
El estudio de la ICIF, presentado por Willson y cuya investigación tomó ocho meses a lo largo de 11 países, cita una investigación en Ucrania, donde las autoridades hallaron en febrero de este año que redes ilícitas tomaban ilegalmente tejidos en una morgue en Nikolaev, cerca del Mar Negro.
"Los documentos confiscados sugieren que los restos de los ucranianos muertos eran enviados a una fábrica en Alemania, que pertenece a una subsidiaria de una compañía de productos médicos estadounidense, RTI Biologics, con sede en Florida (sureste)", señala la investigación expuesta en un hotel en Westlake Village, 70 Km al noroeste de Los Ángeles (suroeste de EEUU).
En la presentación, se mostró un video con imágenes escabrosas donde se retiraba la piel superficial de los cadáveres, se recortaba en retazos rectangulares y era guardada y etiquetada en frascos.
Una pareja de ucranianos, entrevistada en el corto documental, relata haber descubierto que su hijo fallecido tenía cortes en las muñecas, las cuales los llevaron a notar que el cuerpo había sido reciclado y despachado como "material anatómico".
"Hicieron dinero con nuestra desgracia", dice el padre de Sergei Malish.
El mercado de tejidos provee insumos para productos dentales y médicos que son rutinariamente implantados en pacientes en todo el mundo.
Solamente en Estados Unidos se estima que se venden dos millones de productos derivados de tejidos humanos cada año.
Pero si bien es un mercado legal, "las autoridades estadounidenses y de muchos otros países no tienen forma de rastrear de forma confiable de dónde provienen la piel reciclada y otros tejidos y adónde van", dice el estudio.
En Ucrania, por ejemplo, "los servicios de seguridad creen que los cuerpos que pasaban por la morgue de Nikolaev (...) pueden haber estado alimentando este mercado", agrega la investigación disponible en www.icij.org.
La pesquisa del ICIJ costó entre 100.000 y 200.000 dólares y conllevó la investigación de más de 200 empresas, dijo Willson en la conferencia.
Supuestamente, los eslovacos exportan partes de cadáveres a los alemanes, éstos exportan los productos terminados a Corea del Sur y Estados Unidos; quienes a su vez los reexportan a más de 30 países.
"Esta naturaleza atomizada del negocio hace que los productos vayan de un lugar a otro sin demasiado escrutinio", dice el trabajo.
Un cuerpo libre de enfermedades puede costar entre 80.000 y 200.000 dólares y las oportunidades de beneficios en este mercado "son inmensas", según los investigadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario