¿Ser o no ser? El dilema de la diplomacia mexicana
Posted on 12/09/2013By Ana Karen Morahttp://www.unitedexplanations.org/
El debate
elemental de las relaciones internacionales de México radica en la
autodefinición. ¿Qué somos?: (A) ¿América del Norte? (B) ¿Latinoamérica? (C)
¿América Central y el Caribe? La respuesta correcta es: (D) Todas las
anteriores.
Si algo nos ha
demostrado el siglo XXI es que las ideas maniqueístas que nos dicen que debemos
definirnos como lo uno o lo otro son retrógradas e incorrectas. Por el
contrario, hemos confirmado que una visión integral y holística es más
apropiada para entender el medio ambiente, los países, las instituciones y las
personas. Lo mismo sucede con México.
(A)
América del Norte: Desde una perspectiva geográfica, México
pertenece al subcontinente norteamericano y desde un punto de vista económico
también. El intercambio comercial que existe con Estados Unidos y Canadá es
tres veces mayor que el intercambio con América Latina. De igual forma, México
es el mayor socio comercial de Estados Unidos entre los países latinos.
(B)
Latinoamérica: Culturalmente e históricamente hablando, México
encuentra una mayor identidad y hermandad con América Latina (AL). El idioma,
las tradiciones y la experiencia compartida han permitido una integración
cultural, que dista mucho de la que se pueda tener con EEUU o Canadá. Uno de los
puntos de colaboración en donde México encuentra un terreno común con AL es en
la política. Ideologías de izquierda similares han surgido en toda la región y
aunque en México no han llegado a la presidencia, si se han establecido
vínculos y estrategias similares. Asimismo, una tradición común de oposición a
los poderes imperialistas (especialmente Estados Unidos) ha identificado a la
región, aunque es cierto que este fenómeno ha sido más exacerbado en unos
países que en otros.
(C)
América Central y el Caribe: por su
ubicación geográfica y conflictos fronterizos, México está conectado con
América central y las islas del caribe. Principalmente Guatemala, Belice y
Cuba. Destacado en la diplomacia mexicana es el hecho de que México fue el
único país que se abstuvo de votar en contra de la expulsión de Cuba de las
Naciones Unidas y fue el territorio de organización para las fuerzas armadas
dirigidas por Fidel Castro para la Revolución Cubana. Actualmente la demanda
principal de los países centroamericanos hacia el gobierno mexicano se enfoca
en el trato de migrantes indocumentados que buscan cruzar el país para llegar a
Estados Unidos. Problemas de derechos humanos, dificultades injustificadas para
recibir el visado mexicano y el mal trato por parte del ejército mexicano hacia
sus nacionales lideran la agenda en las reuniones entre Centroamérica y México.
El presidente
mexicano Enrique Peña Nieto durante una reunión con su homólogo Barack Obama.
La relaciones
con el norte
Innegable es el
hecho de que México debe mirar y negociar con el norte y con el sur,
especialmente en tiempos de interdependencia. Sin embargo, ¿a cuál dar
prioridad? Durante los últimos cuatro sexenios la diplomacia mexicana se ha
enfocado en sus relaciones con el norte, especialmente con Estados Unidos. El
intercambio comercial, la guerra contra las drogas y el tema migratorio han
dominado la mesa de negociación. Esto y la falta de sensibilidad política
generaronsituaciones y conversaciones que
contribuyeron a que las relaciones con Cuba, Venezuela y Bolivia en el sexenio
del 2000-2006 se vieran severamente afectadas. El entonces presidente Hugo
Chávez retiró a su embajador en México, un hecho histórico y un golpe bajo a la
posición de liderazgo que se había mantenido en la región hasta entonces.
El PRI, el
partido que tuvo el poder en México por más de 70 años y que durante mucho
tiempo favoreció las relaciones con AL, regresó al poder en 2012 y con él mucha
de la inteligencia y diplomacia mexicana.
Estrechando lazos con el sur
Los primeros
pasos importantes para reforzar los lazos con AL se han dado en temas de
cooperación a través de la “Alianza del Pacífico”. Esta Alianza
iniciada en 2011 (bajo la administración panista), pretende ser una integración
económica y política, en donde las partes –México, Colombia, Chile y Perú– se
han comprometido al libre tránsito de personas y bienes, así como a establecer
representaciones diplomáticas conjuntas y una red conjunta de investigación
científica e innovación, negociar como bloque en los debates
internacionales y el enlace de sus Bolsas de Valores a través de un Mercado
Integrado Latinoamericano.
Asistenteas a la
VII cumbre de la Alianza del Pacífico.
La aportación y
el reto más importante de estos países en relación a los demás miembros es la
siguiente: Colombia abrió su mercado interno de casi 50 millones de personas,
Chile desmontó sus barreras sanitarias, Perú eliminó las barreras arancelarias
y México eliminará el requisito de visa.
En espera se
encuentran Costa Rica, Panamá y Guatemala, quienes podrían integrarse a la
Alianza en el futuro. El entusiasmo en los países es innegable, pero para
algunos críticos de las políticas de integración, es difícil percibir este
proceso de integración sin miedos, especialmente analizando la experiencia europea.
Sería relevante que algunos de los países observadores, como España y
Portugal, dieran sus opiniones basados en su experiencia.
La disputa por el liderazgo
latinoamericano
Si bien México
comienza nuevamente a mirar al sur y a reforzar sus lazos, todavía hay mucho
por hacer. Los principales campos de oportunidad están en el intercambio
cultural y educativo: en 2013 el gobierno mexicano canalizó a través de la OEA
becas para estudiantes de la región, y aunque la cifra (600) es la más grande
que se haya otorgado por un país miembro (incluidos Canadá y EEUU), dista mucho
de ser suficiente para generar interés y lazos verdaderos. De igual forma, es
imperativo que el intercambio cultural vaya más allá de las telenovelas, y se
reinicie a través del intercambio cinematográfico, las exposiciones
fotográficas pero, sobre todo, a través de la literatura.
Si México
pretendiera retomar su posición de liderazgo en Latinoamérica, para hacer
frente especialmente a Brasil, la diplomacia mexicana debe reencontrar su
vocación en la región y reforzar los lazos no sólo con aquellos países
neoliberales y afines políticamente, sino con aquellos con los que los lazos de
hermandad han sido historia.
¿Ser o no ser? El dilema de la diplomacia mexicana
Posted on 12/09/2013By Ana Karen Morahttp://www.unitedexplanations.org/
El debate
elemental de las relaciones internacionales de México radica en la
autodefinición. ¿Qué somos?: (A) ¿América del Norte? (B) ¿Latinoamérica? (C)
¿América Central y el Caribe? La respuesta correcta es: (D) Todas las
anteriores.
Si algo nos ha
demostrado el siglo XXI es que las ideas maniqueístas que nos dicen que debemos
definirnos como lo uno o lo otro son retrógradas e incorrectas. Por el
contrario, hemos confirmado que una visión integral y holística es más
apropiada para entender el medio ambiente, los países, las instituciones y las
personas. Lo mismo sucede con México.
(A)
América del Norte: Desde una perspectiva geográfica, México
pertenece al subcontinente norteamericano y desde un punto de vista económico
también. El intercambio comercial que existe con Estados Unidos y Canadá es
tres veces mayor que el intercambio con América Latina. De igual forma, México
es el mayor socio comercial de Estados Unidos entre los países latinos.
(B)
Latinoamérica: Culturalmente e históricamente hablando, México
encuentra una mayor identidad y hermandad con América Latina (AL). El idioma,
las tradiciones y la experiencia compartida han permitido una integración
cultural, que dista mucho de la que se pueda tener con EEUU o Canadá. Uno de los
puntos de colaboración en donde México encuentra un terreno común con AL es en
la política. Ideologías de izquierda similares han surgido en toda la región y
aunque en México no han llegado a la presidencia, si se han establecido
vínculos y estrategias similares. Asimismo, una tradición común de oposición a
los poderes imperialistas (especialmente Estados Unidos) ha identificado a la
región, aunque es cierto que este fenómeno ha sido más exacerbado en unos
países que en otros.
(C)
América Central y el Caribe: por su
ubicación geográfica y conflictos fronterizos, México está conectado con
América central y las islas del caribe. Principalmente Guatemala, Belice y
Cuba. Destacado en la diplomacia mexicana es el hecho de que México fue el
único país que se abstuvo de votar en contra de la expulsión de Cuba de las
Naciones Unidas y fue el territorio de organización para las fuerzas armadas
dirigidas por Fidel Castro para la Revolución Cubana. Actualmente la demanda
principal de los países centroamericanos hacia el gobierno mexicano se enfoca
en el trato de migrantes indocumentados que buscan cruzar el país para llegar a
Estados Unidos. Problemas de derechos humanos, dificultades injustificadas para
recibir el visado mexicano y el mal trato por parte del ejército mexicano hacia
sus nacionales lideran la agenda en las reuniones entre Centroamérica y México.
El presidente
mexicano Enrique Peña Nieto durante una reunión con su homólogo Barack Obama.
La relaciones
con el norte
Innegable es el
hecho de que México debe mirar y negociar con el norte y con el sur,
especialmente en tiempos de interdependencia. Sin embargo, ¿a cuál dar
prioridad? Durante los últimos cuatro sexenios la diplomacia mexicana se ha
enfocado en sus relaciones con el norte, especialmente con Estados Unidos. El
intercambio comercial, la guerra contra las drogas y el tema migratorio han
dominado la mesa de negociación. Esto y la falta de sensibilidad política
generaronsituaciones y conversaciones que
contribuyeron a que las relaciones con Cuba, Venezuela y Bolivia en el sexenio
del 2000-2006 se vieran severamente afectadas. El entonces presidente Hugo
Chávez retiró a su embajador en México, un hecho histórico y un golpe bajo a la
posición de liderazgo que se había mantenido en la región hasta entonces.
El PRI, el
partido que tuvo el poder en México por más de 70 años y que durante mucho
tiempo favoreció las relaciones con AL, regresó al poder en 2012 y con él mucha
de la inteligencia y diplomacia mexicana.
Estrechando lazos con el sur
Los primeros
pasos importantes para reforzar los lazos con AL se han dado en temas de
cooperación a través de la “Alianza del Pacífico”. Esta Alianza
iniciada en 2011 (bajo la administración panista), pretende ser una integración
económica y política, en donde las partes –México, Colombia, Chile y Perú– se
han comprometido al libre tránsito de personas y bienes, así como a establecer
representaciones diplomáticas conjuntas y una red conjunta de investigación
científica e innovación, negociar como bloque en los debates
internacionales y el enlace de sus Bolsas de Valores a través de un Mercado
Integrado Latinoamericano.
Asistenteas a la
VII cumbre de la Alianza del Pacífico.
La aportación y
el reto más importante de estos países en relación a los demás miembros es la
siguiente: Colombia abrió su mercado interno de casi 50 millones de personas,
Chile desmontó sus barreras sanitarias, Perú eliminó las barreras arancelarias
y México eliminará el requisito de visa.
En espera se
encuentran Costa Rica, Panamá y Guatemala, quienes podrían integrarse a la
Alianza en el futuro. El entusiasmo en los países es innegable, pero para
algunos críticos de las políticas de integración, es difícil percibir este
proceso de integración sin miedos, especialmente analizando la experiencia europea.
Sería relevante que algunos de los países observadores, como España y
Portugal, dieran sus opiniones basados en su experiencia.
La disputa por el liderazgo
latinoamericano
Si bien México
comienza nuevamente a mirar al sur y a reforzar sus lazos, todavía hay mucho
por hacer. Los principales campos de oportunidad están en el intercambio
cultural y educativo: en 2013 el gobierno mexicano canalizó a través de la OEA
becas para estudiantes de la región, y aunque la cifra (600) es la más grande
que se haya otorgado por un país miembro (incluidos Canadá y EEUU), dista mucho
de ser suficiente para generar interés y lazos verdaderos. De igual forma, es
imperativo que el intercambio cultural vaya más allá de las telenovelas, y se
reinicie a través del intercambio cinematográfico, las exposiciones
fotográficas pero, sobre todo, a través de la literatura.
Si México
pretendiera retomar su posición de liderazgo en Latinoamérica, para hacer
frente especialmente a Brasil, la diplomacia mexicana debe reencontrar su
vocación en la región y reforzar los lazos no sólo con aquellos países
neoliberales y afines políticamente, sino con aquellos con los que los lazos de
hermandad han sido historia.
“Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.
ResponderEliminarRedactodo: ManuelJ.Marques 2011/agosto
Esta frase creo que es una de las más conocidas en el mundo entero, creada por Porfirio Díaz, ex presidente de México y sabio conocedor de la realidad geopolítica del gigante latinoamericano, que esta semana eligió dar otra oportunidad al Partido Revolucionario Institucional que gobernó de 1929 hasta el año 2000, y solamente en los últimos dos sexenios no logro alcanzar el poder.
En la historia de la región pocos países cuentan con una institución tan poderosa que a pesar de su declive en los últimos doce años, nuevamente recupera hoy el gobierno federal y con ello, se abre una nueva etapa no solo para México sino también para Centroamérica y los Estados Unidos de América.
Nacido de vapores revolucionarios el PRI, como popularmente es conocido, ha ido moderando su postura a lo largo de su vida tanto que en los últimos periodos presidenciales despertó acaloradas críticas por haber adoptado políticas neoliberales y acomodarse a los intereses de su vecino del norte, que desde siempre ha querido sacar ventaja de las inmensas riquezas de México.
En múltiples ocasiones se ha acusado a los líderes del PRI de estar inmersos en actos de corrupción e incluso de pertenecer a organizaciones del crimen organizado. Esto abrió paso a que gobiernos como los de Vicente Fox y Felipe Calderón, provenientes de la línea conservadora del PAN, llegarán al poder y a raíz de no marcar diferencia de los errores del pasado, como lo esperaban sus electores, inevitablemente el pueblo da el poder a sus viejos conocidos.
A pesar de la lluvia de acusaciones de fraude electoral, al parecer no hay retroceso y Enrique Peña Nieto, será el próximo presidente de México que ha dicho en sus primeras declaraciones que “Somos una nueva generación. No hay regreso al pasado[1]”. Esto demuestra el sentido de culpa existente en el PRI, pero que ha sido perdonado por el ciudadano a raíz de la ingobernabilidad que les han dejado los dos gobiernos de tendencia derechista.
El efecto de esta elección lógicamente modificará las relaciones con sus vecinos del norte y del sur. Está claro que con Estados Unidos no hay mucho que hacer, ya que la dependencia económica es tan grande que poco se puede negociar. Pero lo que nos concierne a los centroamericanos, de eso si hay que poner atención, sobre todo porque el trafico de drogas e inmigrantes ingresa mayormente por esta región y en especial por Guatemala. ¡Que no vaya a tomarnos como su excusa!
Esperemos de México y del PRI la práctica del buen vecino, ojalá no vengan con políticas nacionalistas, al estilo nazi, a descargar, sobre los pobres vecinos del sur, incluyendo a Colombia, sus frustraciones de los males que les afectan. Espero recuerden que aquí existe dignidad y su trato debe ser de iguales. No se debe tolerar un discurso donde ellos se quejan de los norteamericanos por las políticas de discriminación y luego ellos hacen lo mismo contra los centroamericanos.
La nueva etapa de la política mexicana deberá ser progresista y esperemos que el pueblo sea el más beneficiado de estos cambios. Lo que es bueno para México es bueno para nuestra región y viceversa. Esperemos entonces una mejora en toda la región y sobre todo el fin de tanta criminalidad a causa del narcotráfico y del crimen organizado, que actualmente tienen a nuestros países de luto.
MEXICO NO PUEDE ENFRENTAR AL MERCOSUR, SIENDO ESTE EL 4 BLOQUE MUNDIAL ECONOMICO Y MEXICO ES UN PAIS MAQUILLA.
ResponderEliminarEl Mercado Común del Sur (Mercosur), pese a sus limitaciones y reforzado aquí por varios países asociados, tiene como desafío central la profundización y ampliación de la integración regional.
En esa meta coincidieron todos los oradores de la recién concluida cumbre, en que Venezuela asumió entre aplausos la presidencia pro témpore del bloque.
El mecanismo de integración crece ahora con las adhesiones de Bolivia, Ecuador, Guyana y Surinam, entre otros, para alcanzar de una u otra forma toda Latinoamérica.
Ratificó además sus nexos con instancias como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Unión de Naciones Suramericanas y la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América.
Asimismo, con la Asociación Latinoamericana de Integración, el Sistema de la Integración Centroamericana, el Sistema Económico Latinoamericano, la Comunidad Andina de Fomento y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Visto así, el desafío de la presidencia temporal venezolana entraña un compromiso mayor de toda la región, del Atlántico al Pacífico y del Cono Sur al Caribe.
Desde los primeros discursos, estuvo presente el ejemplo y legado del fallecido presidente comandante Hugo Chávez, recordado especialmente por los mandatarios de los Estados Partes: José Mujica, Evo Morales, Cristina Fernández y Dilma Rousseff.
Bolivia firmó su adhesión el 7 de diciembre de 2012, y ahora solo faltan las ratificaciones de los países miembros para ser miembro pleno.
También por los representantes de los Estados Asociados, los invitados especiales y los organismos internacionales.
Asistieron mandatarios y delegados de alto nivel de Cuba, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Perú, Chile, Colombia, Guyana y Surinam, entre otros.
La cumbre emitió dos comunicados, con más de un centenar de puntos (incluidas 16 resoluciones nuevas), muchos de ellos de carácter institucional, y cuatro decisiones políticas que marcan el nuevo rumbo del actual mandato del Mercosur.
Primero, expresan total solidaridad con el presidente boliviano, Evo Morales, tras ser agraviado en Europa, con críticas a las actitudes hostiles y prácticas neocoloniales de Francia, España, Portugal e Italia por impedir el libre tránsito de su avión presidencial.
Otra decisión reafirmó el derecho fundamental de los pueblos al asilo humanitario y recordó el caso del exanalista de la CIA Edward Snowden, a quien tres países del Mercosur ofrecieron asilo. El acuerdo también demanda garantías de tránsito seguro para todo asilado.
La tercera decisión denuncia las acciones de espionaje masivo por parte de Estados Unidos y sus agencias de inteligencia, las que -precisa el texto- afectan a todos los países de la región.
Tras anunciar que llevarán la denuncia al Consejo de Seguridad de la ONU, los mandatarios acordaron trabajar para garantizar la seguridad cibernética de la región en defensa de su soberanía.
La cuarta decisión levanta la suspensión aplicada a Paraguay para que pueda retornar al Mercosur a partir del 15 de agosto próximo, cuando Horacio Cartes asuma la presidencia de ese vecino país.
Maduro, antes y después de asumir la presidencia temporal del Mercosur, insistió en que facilitará esa pronta reincorporación.
Según expertos consultados por Prensa Latina, el Mercosur actual, junto con demostrar su capacidad de abrir sus puertas, también deberá enfrentar una agenda interna para su consolidación y proyección como organismo de integración.
El bloque, hoy ampliado y fortalecido, podría transformarse, desarrollando medidas de complementación, de integración, más allá de aranceles y comercio, según manifestaron varios participantes de la cumbre.
El Mercosur puede repotenciarse con una mirada mucho más amplia, que englobe a toda América Latina, aseguraron.