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jueves, 9 de octubre de 2014

Crisis Ébola: La culpa es del maquinista... perdón de la enfermera


Crisis Ébola: La culpa es del maquinista... perdón de la enfermera
Las autoridades y los medios de comunicación cómplices, ahondan la estrategia de culpabilizar a la víctima. Así como en el desastre del accidente de Santiago la culpa era del maquinista, en este caso la profesional sanitaria es la culpable de haberse infectado. Nada han tenido que ver la suma de errores y desastres llevados a cabo por las autoridades gubernamentales.  
[Siempre a tiempo] Madrid: Autoridades modifican ahora el protocolo sobre el ébola
A partir de ahora los casos sospechosos con décimas de fiebre serán considerados de alto riesgo. Es decir cualquier persona que haya tenido contactos con otras personas afectadas por ébola o con sospecha de estar afectadas no necesitarán llegar a 38,6º para que se tomen medidas de aislamiento y prevención. Esta información fue proporcionada por el Consejero de Sanidad de la comunidad de Madrid. ¡A buena hora os acordais, irresponsables!
Mientras tanto las autoridades y los medios de comunicación cómplices, ahondan la estrategia de culpabilizar a la víctima. Así como en el desastre del accidente de Santiago la culpa era del maquinista, en este caso la profesional sanitaria es ahora la culpable de haberse infectado. No ha tenido nada que ver la locura de trasladar al Estado español a un enfermo de ébola desde África, ni que el Carlos III no fuera un establecimiento hospitalario preparado para tal fin, ni que les hubieran dado un cursillo a las prisas de 45 minutos, ni que no contaran con el material de protección adecuado.
Tampoco que no se siguieran protocolos específicos ante los desesperados pedidos de atención dados por la enfermera infectada durante días y días. Ni que hablar de la falta de seguimiento por parte de las autoridades sanitarias a todas las personas que habían atendido a los misioneros hasta su muerte.
Podríamos seguir enumerando medidas insensatas, irresponsables y criminales durante horas.
Pero no, el gobierno español ha encontrado una culpable y ésta es Teresa, víctima de la falta de preparación y previsión de las autoridades sanitarias que se encuentra infectada de Ébola y con perspectivas inciertas en su evolución clínica.
A todo esto, el presidente Rajoy se ha pavoneado en el día de hoy diciendo que desde la UE le habían felicitado por la forma de proceder del gobierno ante esta emergencia.
Ante estas mentiras agraviantes que solo buscar "salvar" a los verdaderos responsables, persistimos en pedir la dimisión inmediata de todos quienes mal gestionaron esta pensa situación. Por imprudentes, por malos gobernantes y peores gestores, por mentir y criminalizar a la víctima, por dejar en el total desamparo a los colectivos sanitarios y a cientos de pacientes que concurrían a esos hospitales.
Diana Cordero - redacción Web
 Ved vídeo de concentración frente al hospital Carlos III de Madrid

Culpar a la víctima. La estrategia ” Balones fuera” del ABC contra Teresa Romero
LAS MENTIRAS DEL ABC
1. La enfermera se tocó la cara con los guantes = Es su culpa
La verdad: La enfermera debería haber llevado un traje MOPP NBC/NBQ nivel de bioseguridad 4, con casco integrado, según el protocolo de la OMS. Llevaba un traje nivel 2. A la enfermera no se le dio el curso de formación que según el protocolo de la OMS debía habersele impartido, por lo tanto ella nada sabía de que no se podía tocar la cara
2. La enfermera no informó a su médico de que había estado en contacto con el Ebola = Es culpa de la enfermera
La verdad: En acto de notificación al juzgado, presentado en julio del 2014, desde la AFEM/La Paz, se advertía al juez de que no se les sometía a los enfemeros a los controles epidemiólogicos que exige la OMS. Es decir, a los enfermeros no se les hacían controles
La enfermera no podía ni imaginar que no se le estaba controlando,. . Y esto se venía advirtiendo al juez desde julio por parte de unos enfermeros que tenían miedo y advertían de que podía haber contagio
Hubo una negligencia desde el Ministerio al no controlar al personal. Y no de la enfermera.
Esta negligencia se denunció, repito, en julio, en auto de notificación al juzgado
Los señores del ABC se dicen muy católicos. La mínima caridad cristiana exige NO CULPAR A LA VÍCTIMA

Carta de un médico español experto en ébola desde Sierra Leona  por Jose Maria Echevarría
Freetown (Sierra Leona) 7 de octubre de 2014.
Soy un médico español en Sierra Leona trabajando con una ONG en el tema del ébola que, como ya saben, está azotando a una parte de África desde hace más de 6 meses, y que ahora, desgraciadamente, ha llegado a España. Se trata del primer caso de contagio directo de ébola fuera de un país africano en la historia de la enfermedad.
Estamos poniendo en marcha en Bo, que es la segunda ciudad del país, un centro de aislamiento y tratamiento de pacientes de ébola, casos sospechosos y confirmados, que son acogidos en el centro en cuanto aparecen los primeros síntomas, generalmente fiebre, que es cuando la enfermedad empieza a ser potencialmente contagiosa. A los pacientes se les hace el correspondiente test y los cuidamos hasta que tenemos el resultado del laboratorio. Si es negativo, el paciente se va a casa, pero un equipo sanitario les visita a diario y hace un seguimiento del paciente y sus más allegados durante 3 semanas. En caso de que el resultado del laboratorio sea positivo, se inicia el cuidado intensivo y tratamiento del paciente.
Así funciona esto en un país donde hay, hasta el momento, más de 2.400 casos positivos y casi 700 muertes, según informes del Ministerio de Salud. Aunque probablemente sean más, porque las comunicaciones no funcionan muy bien y es posible que haya muchos casos que se pierden. Ya es sabido, gracias a la gran difusión mediática de este problema, que cada persona infectada puede infectar de 2 a 6 personas.
Señora ministra de Sanidad, con todos mis respetos, algo ha fallado. Y sinceramente, creo que las informaciones que se están dando en los medios de comunicación en España sobre el triste y lamentable caso de la colega infectada, sin dejar de ser ciertas, no son del todo exactas. Aquí, en el terreno, donde se vive el día a día de esta enfermedad, tenemos otra manera de ver las cosas, y seguramente otras respuestas muy diferentes a las que el Gobierno y algunos colegas están dando.

No es mi intención angustiar a nadie ni crear situaciones alarmistas, pero se está maquillando la verdad. O no se están diciendo las cosas claras. No quiero creer que sea a propósito, prefiero pensar que es por desconocimiento del tema, y por no saber muy bien de lo que se habla.
Usted debe tener conocimiento a estas alturas de que los equipos de protección personal, técnicamente llamados PPE (Personal Protection Equipment, aunque los llamaré trajes, para abreviar) que se usaron como protección no eran los adecuados para esta enfermedad. Como ya debe saber, la OMS tiene diferentes grados de protección según la enfermedad a la que se hace frente, y el ébola requiere el nivel más alto de protección por su gravedad, su alto riesgo de contagio y, sobre todo, por el poco conocimiento que los profesionales tenemos de la misma. El traje adecuado aísla completamente del entorno, no hay ni una micra de piel sin protección, sin cubrir, y algunos de los elementos son dobles, como es el caso de los guantes.
Los compañeros que entran regularmente a una zona de riesgo, zona de aislamiento o que puedan estar en algún momento en contacto con pacientes sospechosos o confirmados, además de llevar el traje, reciben un entrenamiento de 2 semanas en un centro adecuado y por profesionales cualificados. En nuestro caso, aquí en Sierra Leona, es Médicos Sin Fronteras quien nos da el entrenamiento, probablemente los profesionales con más y mejor experiencia, los que mejor saben tratar y gestionar el ébola.
Las medidas de protección son muchas más que el traje de protección, y se llevan a efecto constantemente (espray con agua clorada, recipientes para lavado de manos con agua clorada en cada esquina, desinfección con este mismo tipo de agua para suelas de zapatos, etc.). Solo para darle una idea: la colocación correcta del traje (PPE) lleva unos 10 minutos, y la retirada del mismo es un proceso de unos 20 a 25 minutos donde se siguen estrictamente unos pasos ordenados y bajo la supervisión de dos personas: una, continuamente desinfectando con espray; y otra, recordando los pasos que hay que seguir. Incluso los más expertos en el tema, los que entran a diario en las zonas de riesgo varias veces -porque no se puede estar con un traje de este tipo más de una hora por peligro de deshidratación-, incluso los más habituados al largo y tedioso proceso de poner y quitar el equipo de protección personal, se olvidan a veces de algún paso o se equivocan en el orden de los procesos y protocolos, y eso puede llevar al contagio.
Para muestra un dato: más del 90% de los trabajadores de salud infectados (que son muchísimos), se infectaron por no seguir los protocolos adecuados o por no llevar el traje adecuado, todos por fallo humano. El otro 10% se contagiaron fuera del entorno de trabajo, por algún familiar, relaciones sexuales, etc.
En fin, no quiero aburrirles más, pero es todo muy complejo y no es de extrañar que lamentablemente haya habido un contagio. Ojalá que se quede solo en eso y se aprenda de los errores (si los hubo) y, por encima de todo, que todo vaya bien para la colega infectada.
Atentamente
 
Dr. Jose Maria Echevarría
http://www.kaosenlared.net/

1 comentario:

  1. No dejo de lanzar mi teoría sobre todo esto y siento que soy un predicador en el desierto, las cosas pasan por que los verdaderos expertos y técnicos los cuales no se venden a los intereses partidistas, electoralistas y económicos de la casta política están relegados al silencio. Los politicuchos se rodean de asesores y profesionales que con independencia de sus meritos y capacidades, si tienen que elaborar y firmar un informe donde se exponga que la repatriación de un enfermo de Ébola a nuestro país no va a contraer ningún riesgo, cojan y lo avalen y lo firmen. Eso son los asesores y técnicos de nuestros gestores públicos, gente sin principios, vendidos al sistema, tan culpables como sus amos, los cuales les encargan que donde es blanco pongan negro y donde es negro pongan blanco. Esta gentuza que de seguro fueron los segundones de sus facultades, ahora se erigen como los mejores por el simple hecho de que el político de turno les eligió, no por su capacidad de tomar decisiones, sino por su capacidad de “chuparla” y mirar para otro lado. En este país creemos que lo que más abunda son los corruptos y los ladrones pero hay un rol social que los supera a todos y es el servilismo, acomodación y peloteo de la mayoría de los ciudadanos, anclados en la filosofía de que mientras no me toque a mí, que jodan al de al lado, yo miro para otro lado. Esa política más temprano que tarde nos pasará factura, sino lo está haiendo ya.

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