NOTICIAS ILÓGICAS DE ESPAÑA "ANORMAL" 

Permanece dos días en la puerta de la prisión de Sevilla para pedir que le vuelvan a encarcelar

EFE, Sevilla

Eduardo Tagua, un ex-recluso de 62 años, lleva dos noches durmiendo a las puertas de la cárcel Sevilla-2 para pedir su reingreso en el centro, donde ha pasado la mayor parte de su vida, y donde siente que están «su hogar y su familia».
Según relató a Canal Sur Televisión, Eduardo nació en la cárcel, donde su madre cumplía condena, y en ella ha pasado la mayor parte de su vida, sobre todo por delitos menores que le han obligado a pasar por la mayor parte de los penales de España.
Desde que fue puesto en libertad al cumplir su última condena, el ex recluso se ha instalado junto al muro de Sevilla-2, donde ya ha pasado dos noches pese a las inclemencias del tiempo protegiéndose sólo con una manta y con algunas ropas.
Eduardo, que ya llevó a cabo otra protesta similar junto a la cárcel de Cordoba, afirmó que «los presos y funcionarios son su verdadera familia» y aseguró que en la cárcel «es donde mejor estoy y espero que me metan pronto porque de algo hay que vivir». En caso contrario «voy a tener que robar o hacer algo para que me metan».
José Vidal, director del hospital penitenciario del recinto, manifestó que casos como éste demuestran la institucionalización a la que llegan algunas persona, que «aquí se sienten adaptadas y realizadas y en la calle no saben desarrollarse».

Ladrones de jamones se quedan sin gasolina

Acababan de robar tres jamones, uno para cada uno, en un supermercado de Muskiz. Cuando huían a bordo de
un 'Opel Corsa', el vehículo dejó de circular en el acceso a la autopista: se habían quedado sin gasolina. Una
patrulla de la Ertzaintza les detuvo en el arcén. Se trata de G.G.A., de 22 años, F.C.B., de 24, y 0.T.A., de 23,
todos vecinos de Trapagaran.

acos atrapados por una abuela

FELIPE PINAZO, Valencia

Los familiares y amigos de Pilar Bartual Peso, la dueña de un bar de una urbanización marítima de Alboraia
(Valencia), de 47 años, no dejaban de repetirle ayer que tiene "un par de cojones". El arrojo de esta mujer
corpulenta, que ya es abuela, la ha convertido en una celebridad que ayer se pasó horas y horas relatando en un
sinfin de entrevistas cómo el miércoles a mediodía persiguió, al volante de su Ford Escort y acompañada por su
nieta de 11 meses, a los dos delincuentes encapuchados que acababan de atracar su local a punta de tijeras.
Después de pisarles los talones por el aparcamiento de un hipermercado logró adelantarlos, les cerró el paso y
provocó que se estrellaran contra su coche y un camión. Pilar no perdió la sangre fría después de la colisión,
cuando uno de los delincuentes rompió la luna delantera para salir del coche y aprovechó que Pilar estaba
pidiendo auxilio para colarse en su Ford y arrancarlo. "Pensé que no podía dejarle que se llevara el coche,
porque mi nieta iba en su sillita en el asiento de atrás", rememora, "por eso, antes de que el atracador metiera una
marcha entré en el coche, me abalancé contra él y aproveché que estoy muy gruesa para aprisionarlo con mi
peso contra el asiento y quítar la llave de contacto". El atracador intentó huir a pie, pero fue atrapado por varios
ciudadanos. ¿Y su nieta? "Iba divertida en su sillita; sólo lloró un poco cuando se estrellaron contra nuestro coche
y cuando forcejeé con el atracador, pero cuando la cogió su madre sonreía" comentó la abuela, que sólo ahora,
cuando todo ha pasado, siente "un poco de miedo" al pensar lo que le podían haber hecho.

La broma de una menor moviliza los servicios de rescate en Madrid

AGENCIAS Madrid

Durante el domingo, la
Guardia Civil recibió unas 14 llamadas de una niña que dijo ser la hija de la conductora,
María Elena, de 6 años. Explicó que estaba en el coche
junto a su madre, Yolanda, y su hermana Alba, de 7, quienes permanecían «dormidas»,
y añadió que con ellas no estaba su hermana mayor «Yolanda», de 19 años. Detalló, además, que para llamar apretaba la tecla de
redial del teléfono -enchufado al encendedor del vehículo. La menor tampoco pudo aportar
datos sobre la dirección de su casa o el paraje donde
estaban.
Confiesa en el colegio
Un centenar de personas, entre guardias civiles y
funcionarios del Servicio de Rescate de la Comunidad de Madrid, se movilizaron durante 48 horas en
busca de la mujer y sus hijas. El rastreo abarcó todas las rutas posibles entre la localidad madrileña
y La Granja. Desde el aire tres helicópteros rastrearon la
sierra. La Guardia Civil llegó a hacer una petición de colaboración ciudadana para
tratar de dar con alguna pista sobre el paradero de la madre
y las pequeñas. A lo largo del
día de hoy, y al comprobar la
repercusión que estaba teniendo en los medios de comunicación, la niña comunicó la broma a sus padres y a los maestros del
colegio, que se pusieron en contacto con la Guardia Civil por
la tarde para comunicar que todo era fruto de una gamberrada. Los hechos serán
puesto en manos de un juez de menores que, entre otras
decisiones, podrían obligar a los padres de la adolescente a pagar casi dos millones de
pesetas que ha costado el despliegue de los servicios de rescate.

Un cliente insatisfecho provoca un altercado al exigir a una prostituta callejera que le diera las hojas de reclamaciones

J. A. M.

La Policía Local de Benidorm tuvo que intervenir el pasado fin de semana al ser reclamados por un cliente que no había quedado satisfecho con el servicio que le había hecho una prostituta. El hombre exigía la devolución del dinero, y se quejaba de que la profesional no llevara encima hojas de reclamaciones. El incidente se produjo en las inmediaciones de Armanello, y al final el hombre optó por no presentar denuncia.

La Policía Local de Benidorm ha tenido que intervenir este fin de semana en un caso insólito, al ser reclamados por un ciudadano que quería denunciar a una prostituta. El hombre no había quedado satisfecho con los servicios prestados, y no sólo exigía la devolución del dinero sino que además quería que la prostituta le facilitara hojas de reclamaciones.

Los hechos ocurrieron poco después de la medianoche de la madrugada del sábado al domingo, cuando dos agentes hacían su servicio habitual por la zona de las discotecas, en la avenida de la Comunidad Valenciana. A la altura de las instalaciones de la Inspección Tecnica de Vehículos, los agentes se encontraron con un hombre descamisado que les llamaba a voces desde el camino de acceso al cámping Armanello. En las inmediaciones se encontraban tres mujeres, al parecer, prostitutas. Una de ellas, acababa de realizar un servicio con el hombre que llamaba a los agentes, y en le momento en que éstos llegaban, ella terminaba de vestirse.
El hombre les expuso que había tenido una discusión con la mujer, que ejerce la prostitución de manera habitual por dicha zona. El denunciante pretendía que la mujer le devolviera el dinero «por el lamentable servicio» que le había prestado. Como la mujer no estaba dispuesta, fue por lo que el cliente insatisfecho reclamó la presencia policial. El hombre hizo constar también su indignación por el hecho de que la prostituta no llevara hojas de reclamaciones.

Los policías le informaron al hombre que tenía derecho a denunciar los hechos ante la autoridad competente, aunque en dicha denuncia debía aclarar los aspectos del servicio con los que no había quedado satisfecho. El hombre no debió quedar con ganas de dar mayores explicaciones, porque al final optó por dejar las cosas como estaban y no presentar denuncia alguna, y marcharse del lugar.

Las inmediaciones de Armanello se han convertido en los últimos años en un foco de prostitución. Desde la concejalía de Seguridad Ciudadana periódicamente se envían patrullas para tratar de echarlas de allí, aunque sin éxito. De los hechos de esta intervención se desprende que en ocasiones el servicio se hace a la intemperie, ya que se trata de una zona de descampados. En el momento, en que llegaban los agentes el hombre estaba descamisado, y la prosituta se terminaba de vestir colocándose un tanga de leopardo. La avenida de Villajoyosa, y Severo Ochoa son otros puntos de prostitución callejera.