Iglesias dice que es el momento del cambio y que Grecia ha demostrado que es posible
La dirección de Podemos ha convertido este sábado la movilización convocada en Madrid en un multitudinario mitin para intentar afianzar uno de sus principales mensajes políticos: “El cambio es posible”. Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Juan Carlos Monedero, Irene Montero y Luis Alegre se han dirigido a los miles de ciudadanos que abarrotaban la Puerta del Sol después de un recorrido de menos de un kilómetro, entre Cibeles y la plaza que simboliza los entusiasmos del 15-M. Según la delegación del Gobierno, el número de manifestantes alcanzó los 100.000. Los organizadores los elevaron a 300.000, mientras que los cálculos realizados por EL PAÍS, sostienen que la participación se cifró en 153.000 personas.
No obstante, el ambiente de la llamada Marcha del cambio ha sido menos festivo y más político que aquellas movilizaciones de mayo de 2011. La indignación y el hartazgo han sido dos de las notas dominantes.
Iglesias ha hilado un discurso propio de un mitin, con la vista puesta en las urnas, y reivindicando el derecho al sueño quijotesco. “Hoy soñamos para hacer nuestro sueño realidad en 2015. Este año comenzamos algo nuevo, este año es el año del cambio y vamos a ganar las elecciones al PP”, ha proclamado antes de esgrimir el ejemplo de Alexis Tsipras, líder de Syriza y ganador de las elecciones griegas del domingo pasado.
El secretario general de Podemos ha apelado al patriotismo. “Algunos dicen que España es una marca, creen que se puede comprar y vender. Malditos sean los que quieren convertir nuestra cultura en mercancía”, ha enfatizado. “Somos un país de ciudadanos, soñamos como Quijote pero nos tomamos muy en serio nuestros sueños”, ha agregado. "La soberanía no está en Davos", ha continuado Iglesias para contraponer a los poderosos que "viajen en jets" con los desahuciados, enfermos de hepatitis C, yayoflautas, estafados por las preferentes y otros colectivos que han sufrido de forma especial los embates de la crisis. "Han querido humillar a nuestro país con esa estafa que llaman austeridad", ha indicado al tiempo que ha abogado por "desplegar un plan de rescate ciudadano". También ha abordado el problema de la corrupción, un fenómeno que no ha limitado a quienes meten la mano en la caja: "Corrupción es que el 1% más rico tiene lo mismo que el 73% de los españoles" y que desde que comenzó la crisis "el número de ricos ha crecido al mismo ritmo que el de los ciudadanos en riesgo de pobreza".
Íñigo Errejón, número dos de la formación, ha resumido la filosofía de la marcha. “Demasiado hemos protestado sin que nadie escuchara. Venimos a celebrar que en el año 2015 la gente va a recuperar la soberanía y la gente va a recuperar nuestro país”. La idea era que los ciudadanos fueran los protagonistas, y por esta razón los líderes del partido no han encabezado la manifestación. Pero el peso político de los mensajes lanzados ha centrado el foco en el escenario. Juan Carlos Monedero, responsable del programa de Podemos, ha llamado a romper “los candados de la vieja política” y se ha dirigido a los simpatizantes. “La democracia no la trajo el Rey, no la trajo Suárez, no la trajo Fraga, la trajisteis vosotros. Hay que rescatar a la gente, no a los bancos. Tenemos la prueba de que este pueblo está despierto”, ha clamado.
Podemos ha medido sus fuerzas en las calles de Madrid con una movilización "por el cambio" que buscaba ser el primer hito de la formación de Iglesias en un año electoral que comienza el 22 de marzo con las elecciones autonómicas en Andalucía. En el acto con el que se ha cerrado la marcha, Iglesias ha destacado que ha llegado el momento del "cambio, porque el cambio es democracia" y ha puesto como ejemplo a Grecia: "Que ha hecho más en seis días" que los Gobiernos que hasta ahora había habido en Europa durante los últimos seis años.
Banderas republicanas y griegas y pancartas en las que se podían leer lemas como "políticos, el pueblo está despertando" o "se os acaba el tiempo ppsoe" han acompañado a los manifestantes, que también han coreado el "es ahora" que servía de lema de la marcha. "Tic, tac", ha sido otro de los lemas más sonado, en referencia a la cuenta atrás hasta un posible cambio de Gobierno.
Más de 260 autobuses han viajado a Madrid financiados por los círculos y los simpatizantes con la ayuda de un crowdfundingespecífico que anoche, según la organización, había recolectado 4.600 euros. Alrededor de 100 miembros de las asambleas locales han ofrecido, además, su coche particular para desplazarse a la capital y participar, en palabras de Iglesias, en un acontecimiento “histórico”, tal como lo definió al convocarla.
La marcha, anunciada semanas después de su constitución como partido político organizado, no tenía ningún objetivo instrumental declarado. No era una protesta ni estaba convocada para reclamar algo concreto al Gobierno. La dirección del partido había invitado a ciudadanos, simpatizantes y miembros de otras organizaciones políticas a manifestarse para demostrar que el cambio político es posible. Con la marcha, los dirigentes de Podemos pretendían lograr una fotografía que escenifique el protagonismo de los asistentes frente al de los responsables políticos.
Con información de J. Jiménez Gálvez y Virginia López.
Los círculos impulsan el éxito de la marcha del 31-E
En casa de Elías López, 29 años, la hora del cambio ha empezado este sábado a las cuatro y media de la madrugada. Este trabajador del Metal se ha levantado en Langreo (Asturias) para agarrar un coche y plantarse en Madrid más de cinco horas después. Junto a él, en el mismo vehículo, iban otras dos personas. “Nosotros hemos venido por nuestra parte para poder traer a un compañero que está en silla de ruedas”, afirma Elías, mientras sujeta una pancarta morada donde luce la marca Podemos y el nombre de su ciudad. Así que cuando el sol aún no había salido, los tres han ejercido de avanzadilla del círculo de su localidad, que ha partido después en dos autobuses rumbo a la capital.
Las organizaciones locales de la formación se han erigido este sábado como un pilar fundamental para lograr el éxito de la marcha. Llevan semanas preparando la cita, convertida en una verdadera demostración de fuerza del partido liderado por Pablo Iglesias. Según los datos de la organización, más de 260 autobuses han viajado hasta Madrid, financiados por los simpatizantes de Podemos y a través de crowdfunding. “Hemos superado las expectativas. A última hora aún me llamaba gente diciendo que quería venir y no tenía sitio”, continúa Elías, apostado junto a la Cibeles. A su lado desfilan los carteles traídos de todos los puntos de España: de Sevilla, Betanzos (A Coruña), Santa Pola (Alicante), Chiclana (Cádiz)... Y se pasean esos lemas heredados del 15-M, donde se combina indignación, sarcasmo y poesía: “La sonrisa ha cambiado de bando”.
Y en el centro de la capital también se escuchan las reivindicaciones: las de carácter nacional y las más locales. “Susana, Valderas, las mismas tijeras”, cantan los miembros de los círculos de Jerez, Málaga y Chiclana, mientras suben por la Castellana rumbo al punto de partida de la marcha. A pocos metros de ellos, se coloca Fernando Plaza, 44 años, comercial de sistemas de seguridad de datos. Él ha llegado desde Guadalajara, tras levantarse a las ocho de la mañana y juntarse, sobre las nueve y cuarto, con el resto de su círculo en la estación de tren. Allí han cogido el Cercanías y, durante el recorrido, se les han ido uniendo las agrupaciones locales de los municipios que componen el Corredor del Henares. Como habían preparado.
“Estamos muy ilusionados porque se nos ha sumado gente que no participa en los círculos y, también, personas de otros partidos”, apostilla Plaza, que destaca el papel clave que han jugado las redes sociales a la hora de organizar la cita. Los círculos se han coordinado a través de Facebook y de email. “Se necesitan manos para pegar carteles a las 21.00 en la plaza ”, instaba una integrante de la agrupación de Lavapiés a sus compañeros este mismo viernes. “Estábamos en contacto los círculos de toda la provincia. De hecho, los de Castilla La Mancha hemos quedado delante de la puerta del Retiro para bajar juntos a Cibeles”, añade Juan Luis, de 49 años, recién aterrizado en Madrid procedente de Numancia de la Sagra (Toledo). “Hay bastante más gente de la que esperaba. Está claro que es la hora del cambio”, remacha el hombre. Y los concentrados, situados a su lado, gritan: “Tic-tac, tic-tac”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario