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lunes, 8 de agosto de 2016

Más de un millón de turcos apoyan a Erdogan en un mitin antigolpista en el que promete la pena de muerte

Si el pueblo quiere la pena de muerte, los partidos respetarán su voluntad", ha proclamado el presidente



Más de un millón de personas han marchado este domingo en Estambul en la última de las movilizaciones convocadas "a favor de la democracia" y en apoyo del presidente Erdogan, tras el golpe de estado fallido del pasado 15 de julio.
Un mar de banderas turcas cubre el recinto Yenikapi de Estambul en el que se celebra el denominado "Encuentro por la democracia y los mártires", que supone una demostración de fuerza de Recep Tayyip Erdogan frente a las críticas recibidas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos sobre las amplias purgas efectuadas tras la asonada.
Ante la multitud, el presidente se ha comprometido a aprobar la pena de muerteen Turquía si el Parlamento vota a favor y se ha escudado en la cantidad de países en todo el mundo que aún la tienen vigente. "Si el pueblo quiere la pena de muerte, los partidos respetarán su voluntad", ha proclamado.
El espacio, del que unos 400.000 metros cuadrados han sido habilitados para este acto, está repleto de manifestantes, pero mareas de personas siguen afluyendo a la zona y forman largas colas para poder entrar.
Entre la multitud hay personas con carteles en los que se lee "Erdogan es un regalo de Dios" o "Moriríamos por el presidente", así como fotografías del jefe del Estado y del fundador de la república, Mustafa Kemal Atatürk.
Esta es la primera vez en décadas en que las formaciones opositoras -a excepción del prokurdo HDP, que no fue invitado- acuden a una concentración en apoyo al Gobierno.


El mitin comenzó con el himno nacional, seguido de una recitación del corán y una oración en memoria de las 240 víctimas del golpe, entre civiles y fuerzas leales al Gobierno.
Entre los oradores están Erdogan; el primer ministro, Binali Yildirim, y los dirigentes de dos de los tres partidos de la oposición, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu y el nacionalista Devlet Bahçeli.
Erdogan dijo anoche que "la amenaza del golpe no se ha superado aún" y prometió continuar sin descanso las purgas en la Administración para apartar a simpatizantes de la cofradía islamista de Fethullah Gülen, a la que responsabiliza de la asonada.
Gülen -un predicador turco residente en Estados Unidos desde 1999, cuya cofradía era hasta 2013 un firmeALIADO de Erdogan y el partido islamista gubernamental, el AKP- ha negado toda implicación en los hechos.
Hasta ahora, unas 15.000 personas han sido detenidas por supuestos lazos con la orden religiosa y más de 50.000, la gran mayoría de la enseñanza, han sido suspendidas de sus cargos.
http://www.elmundo.es/

domingo, 7 de agosto de 2016

Fuego para denunciar las violaciones en Marruecos

Una joven de 17 años marroquí ha sido el último caso de suicidio quemándose a lo bonzo, un fenómeno que se ha recrudecido este año
La violaron ocho hombres y la chantajearon con publicar en internet el vídeo que grabaron del delito, sin saber que ella estaba embarazada

Jadiya, una joven marroquí de 17 años, paseaba tranquilamente y sola por las calles de Nzalet el Adam, una pequeña ciudad situada a pocos kilómetros al norte de Marrakech. Eran los últimos días del pasado año cuando ocho hombres se le acercaron. Totalmente drogados, los individuos la agredieron, la violaron y grabaron la escena en vídeo.
Ella se atrevió a denunciar y rápidamente la policía detuvo a siete de ellos. El octavo agresor sería detenido meses después cuando estaba abusando sexualmente de un menor. Sin embargo, el calvario no acababa aquí.
Durante el proceso judicial, uno de sus violadores la amenazó con difundir el vídeo en internet si no retiraba la denuncia. Los malhechores fueron puestos enlibertad condicional hace pocas semanas y, según detalla Omar Arbib, miembro de la Asociación Marroquí por los Derechos del Hombre, esta acción se debe a que"personas influyentes de la ciudad habrían actuado a favor" de los culpables.

En un acto de desesperación, ya que no podía hacer frente a ese chantaje si se cumplía, Jadiya decidió quemarse a lo bonzo este 29 de julio en una de las avenidas de la ciudad de Ben Guerir, en el centro de Marruecos.
Trasladada al hospital de Marrakech, no pudo sobrevivir a las quemaduras de tercer grado y murió dos días después. Además, la autopsia ha revelado que estaba embarazada. Tras el suicidio, la Justicia marroquí ha abierto una investigación y ha detenido, por el momento, a seis de los ocho atacantes.

Un espíritu en silencio que inició la Primavera Árabe

Desde que Mohamed Bouazizi se inmolara en Túnez en diciembre de 2010 yprendiese la mecha que dio lugar a la Primavera Árabe a partir del primer mes de 2011, Marruecos ha sufrido este fenómeno de protesta social que se ha tendido a trivializar y son ya más de 30 casos de suicidios quemándose a lo bonzo en las calles del reino alauí.
De hecho, esta lacra se ha recrudecido este año ya que sólo en el mes de abril hubo tres casos y ya habría más de 10 en lo que va de 2016, según recoge una gráfica del portal digital Le Desk. Lo que ocurre es que no hay cifras oficiales y dicho recuento, tal y como se quejan, se debe realizar según las noticias que van apareciendo. "Deben existir muchos más pero ocurren en zonas rurales por lo que los aíslan y no salen en los medios de comunicación", afirman. Aún así, el número es alarmante.
"Se trata de un efecto llamada. En Marruecos, quemarse a lo bonzo se ha convertido en una manera de protesta más", asegura a EL MUNDO Mahmoud Jafar, psicólogo clínico afincado en Tánger. A esto hay que añadir "la dimensión religiosa" dado que el islam "va totalmente en contra de que alguien se quite la vida, por lo que se trata de una venganza contra la sociedad civil. Es una manera de mostrarnos que algo estamos haciendo mal. Lo que no puede pronunciar con la palabra, se acaba expresando con el cuerpo", asevera este profesional que se formó en Barcelona.
Es un fenómeno mayormente masculino. Sucede en la mayoría de las veces enzonas urbanas de gran aglomeración y que buscan la protesta contra el poder, dado que lo realizan en prefecturas, tribunales y consulados, entre otros lugares.

El suicidio, tema tabú

Asimismo, el suicidio sigue y seguirá siendo un gran tabú "porque la sociedad civil aún no se atreve a hacer las preguntas correctas para intentar mejorar el entorno de los jóvenes", afirma el doctor Jafar, recordando incluso que las familias se escondían y no iban al entierro de sus propios hijos que se habían quitado la vida.
El pasado 9 de abril, una vendedora ambulante de crepes llamada Fatiha se inmoló cerca de una sede administrativa del Ministerio de Interior de Kenitra, a 45 kilómetros de la capital, Rabat. El caïd -una especie de figura patriarcal existente en el norte de África- la abofeteó y le confiscó toda la mercancía con la que vivía. Las personas que se encontraban a su alrededor se rieron, tal y como cuenta una militante de la ciudad que no desea revelar su identidad. Indignada y humillada, se dirigió a una droguería, compró liquido inflamable y se quemó a lo bonzo. Impasibles los asistentes a esta tragedia, decidieron grabar la escena que circula a través de las redes sociales.
Numerosas personas salieron a las calles una semana después para manifestarse contra la pasividad y la violencia de este acto. Contra las condiciones de los vendedores ambulantes en el reino. No obstante, sus gritos quedaron en el olvido. En ese mismo mes, un taxista decidió poner fin a sus días en Tánger. Al igual que a Fatiha, dijeron que "tenía problemas mentales".
El espíritu de la Primavera Árabe se podía ver de nuevo en las calles de Marruecos y la imagen de Mohamed Bouazizi se repetía tras visionar el vídeo de Fatiha en llamas. Sin embargo, el contexto parece que no la acompañó.
El suicidio seguirá siendo un secreto absoluto en las fronteras del país vecino. Y el silencio no ayudará a paliar la vergüenza de esta realidad social.

La banda de los 'Pink Panthers' se llevó 400.000 euros en 48 segundos


Los Panteras Rosas, quizás la mayor red de ladrones de la historia, sufrió ayer en Barcelona un borrón en la leyenda que les rodea desde hace casi dos décadas.Cinco de sus presuntos miembros fueron arrestados en paseo de Gràcia tras haber cometido, a plena luz del día y con una de las principales avenidas comerciales de la ciudad atestada de turistas, otro asalto, uno más de los casi 400 que se les atribuyen en todo el mundo. Esta vez sin éxito.
Disfrazado con gafas de sol y peluca, uno de los ladrones llamó al timbre de la Joyería Gracia aparentando ser cliente de alto standing. Tras lograr que le abrieran la puerta un segundo asaltante, con casco de moto, la bloqueó y apuntó con su pistola al empleado. Tras romper con mazas las vitrinas, hicieron como tantas otras veces: actuar rápido y sin víctimas. Según cálculos de la Policía, metieron en su bolsa 400.000 euros en un golpe que, en total, no superó los 48 segundos. Posteriormente intentaron mezclarse entre la gente y desaparecer sin dejar pistas. Ayer, sin embargo, el guión del atraco no lo escribieron ellos.
Al atravesar la puerta de la joyería les esperaban miembros de los Grupos Especiales de Operación (GEO) de la Policía Nacional que, vestidos de paisano, les detuvieron como culminación de una investigación de meses de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) central en la que también han colaborado miembros de cuerpos policiales de Alemania y Serbia, este último país considerado como la cuna de los Panteras.
La detención en plena calle de tres de los ladrones convirtió paseo de Gràcia en escenario de ataques de nerviosismo cuando trataron de huir a la carrera. Testigos de las detenciones aseguraban ayer que uno de los policías de paisano realizó tres disparos al aire para frenar una fuga que acabó en la calle Pau Claris. Las persecuciones hicieron que los turistas que se encontraban repartidos entre restaurantes y tiendas de lujo se escondieran en los locales cercanos hasta que la situación se dio por controlada y los ladrones fueron esposados. Mientras permanecían controlados en el suelo, los GEO recuperaron también el botín.La bolsa con las joyas estaba lista para ser entregada a otro miembro de la banda, también detenido cuando esperaba en la calle con una moto de gran cilindrada.
El golpe de ayer a los Panteras Rosas supone sólo una pequeña muesca en el marcador policial en el duelo que agentes de medio mundo mantienen con una organización que ejerce como una suerte de multinacional del delito que, desde 1999, suma golpes que superan ya los 350 millones de euros, principalmente en joyas.Según los últimos cálculos de Interpol publicados el año pasado, 800 profesionales del robo, en su mayoría originarios de países del Este, se han sumado a sus filas desde sus inicios.

El desafío que supone la organización llevó a Interpol a crear en 2007 un proyecto específico en el que participan representantes de cuerpos policiales de una veintena de países. El cruce de informaciones de todos los investigadores ha permitido desde entonces la detención de unos 200 supuestos miembros de una red que ha protagonizado algunos de los robos más espectaculares de la historia. Siempre con sello de identidad: rapidez y sofistificación.
En 2008, Francia vivió lo que se consideró su robo del siglo cuando cuatro miembros de la organización, dos de ellos disfrazados de mujer, asaltaron la joyería parisina Harry Winston y se llevaron en apenas un cuarto de hora 85 millones de euros en joyas. En 2014, la Udev apresó en Madrid a uno de los asaltantes de siete años antes de una joyería en Dubai.Se llevaron 11 millones de euros en menos de tres minutos.
Conocidos por su capacidad para camuflarse, han ejecutado golpes en camisas floreadas y huido en yates. En 2003, tras asaltar la joyería Graff de Londres,escondieron una joya millonaria en un tarro de crema, como en la saga de las películas de Blake Edwards. Los policías que la encontraron decidieron bautizarles como la banda de los Panteras Rosas.

Mireia Belmonte logra la primera medalla sin respirar

Igual que en Londres, la nadadora -dueña de tres metales olímpicos- inaugura el meda"El primer cincuenta lo he visto bastante lejos pero nunca he dejado de luchar. He dado lo que podía y al final la gran noticia, la primera medalla. Espero haber abierto la puerta de las demás medallas y que la delegación española se lleve muchas más que en Barcelona (donde se consiguieron 22)", deseó.
La forma de verla aparecer en la piscina, con las gafas puestas, reveló ya su concentración. Apenas un saludo al escuchar su nombre y, rápidamente, se sentó en el poyete a prepararse. Ni una condición de más a los focos. Con la mirada fija, se puso en jarras, subió al poyete y partió agresiva en la primerllero nacional
La húngara Katinta Hosszu logra el oro con récord del mundo (4:26:36). La estadounidense Maya Dirado, plata
La primera medalla de España fue un ejercicio agonístico, después de una jornada esquiva en la carretera. La dama del agua, sin embargo, no falla. Mireia Belmontesufrió al perder una estela imposible, debido a la superioridad de la húngara Katinka Hosszu, que trató al récord mundial de Ye Shiwen en los 400 estilos como si fuera una pizza. El bocado fue de más de dos segundos, una barbaridad. La española, en aguas de nadie, perdió el tren del podio en la espalda y la braza. Antes del último 50, ya en el estilo libre, estaba fuera, pero la resistencia y la fe le llevaron a superar a la británica Miley Hannah en las últimas brazadas. "Decidí nadar los últimos siete metros sin respirar y que fuera lo que fuera. Al final, le metí mano a la inglesa", confesó Mireia, aún mojada y jadeante. La esperanza de España empieza por 15 centésimas.
Mireia, pese a las dificultades de la prueba, mejoró la marca que había marcado en las series de la mañana, por detrás de Hosszu, para quedarse en 4:32.39. Es su mejor registro del año, aunque no de su carrera. Ahora quizás no sea tan rápida, pero es evidente que es más resistente. Los 4:31.15 que acreditó en la final la estadounidense Maya Dirado no están, hoy, a su alcance, pero la marca no es su prioridad. Lo son las medallas y, a la primera oportunidad, ha cumplido. Después de las dos platas de Londres, es la primera vez que un nadador o nadadora de España repite en el podio en unos Juegos.

a posta de mariposa. Nada de dudas. Acabó tercera el primer 100, pero después perdió los lugares de privilegio, que no recuperó hasta las últimas brazadas. Hosszu era inalcanzable, como ya demostró en la serie de la mañana. Empezar y acabar a su lado, aunque en la final fuera por poco tiempo, extrajo lo mejor de esta Mireia transformada, más fuerte que nunca, pero no tanto como Iron Lady. Fue como seguir a un expreso, tanto para la española como para Maya Dirado, alejada de las calles de privilegio por haber nadado una serie demasiado fácil.
La húngara es una roca, cuyas condiciones físicas están muy por encima de la nadadora de Badalona y del resto de las especialistas en los 400 estilos. La baza de Mireia ha estado siempre en la técnica, exquisita. Podría decirse que la española se desliza por las aguas que abre Hosszu. Esa es la razón que hace a la española todavía más eficaz en piscina corta, de 25 metros, por el partido que saca a los giros. Casi nadie en la élite los realiza con tanta eficacia. En la especialidad en la que ha subido al podio en Río, llegó a detentar el récord del mundo, en 2013. Conserva, sin embargo, tres, siempre en piscina corta (400 libre, 800 y 1.500).
A los 25 años, una edad tardía en la natación femenina, de una insultante precocidad, el trabajo físico era clave para sobrevivir en Río, y a ello se empleó de forma estajanovista, según el plan diseñado por Fred Vergnoux. Fuera del agua ha trabajado tanto como dentro, incluso con guantes de boxeo si era necesario. Los problemas en su hombro, más armado que nunca muscularmente, han desaparecido. Hace un año le impidieron competir en el Mundial de Kazan. El francés es mucho más que un entrenador. Ejerce la custodia de la nadadora, junto a su padre, José Belmonte. Una hora antes de iniciarse la sesión de la noche, Vergnoux se sentó en la grada de un Estadio Acuático todavía desierto. Ahí permaneció, inmóvil, mientras Mireia calentaba con el resto de nadadores. Escogió la calle cinco, su calle en la final. Es una costumbre de los nadadores.
La española se colocó unas aletas. Era la única que lo hizo. Al estilo libre, realizó 300 metros; después, se colocó un corcho entre las piernas para imprimir mayor esfuerzo a sus brazos. Finalmente, la mariposa y la espalda. Ningún de los otros participantes fue tan metódico en su calentamiento, hecho que refleja de qué forma han preparado estos Juegos Vergnoux y Mireia. "Hemos hecho todo lo que había que hacer", repite el entrenador, que se niega a decir si renunciará a alguna prueba en una apuesta titánica, ya que afrontará seis pruebas y más metros que ninguna, si cumple con su programa y el relevo elegido (4x200) alcanza la final. No es fácil. El de 4x100 se quedó fuera de la suya en las series, a pesar de batir el récord de España (3:40.46).
"He tenido sensaciones extrañas, pero estoy contenta por haber subido al podio y haber conseguido la primera medalla para España, como ya pasó en Londres", dijo Mireia, que, hoy, se lanzará de nuevo al agua en los 400 libre. La empresa es mucho más difícil, pero su fe es la misma.
El récord mundial de Hosszu no fue el único que dejó la jornada, ya que el británico Adam Peaty había batido el de 100 braza por la mañana (57.55). En la final se colgó el oro, pero ya no mejoró la marca (57.55). Quienes sí lo hicieron fueron las cuatro nadadoras de Australia en el 4x100, al dejar la plusmarca en 3:30.65. Tres récords en una primera jornada supone un balance excelente para la natación. En el resto de las finales, Marck Horton dominó los 400 estilos en categoría masculina (3:41.55) y el japonés Kosuke Hagino los 400 libre.