La inscripción del nacimiento en el Registro Civil es el “primer derecho” que debe reconocerse a toda persona al nacer, pues implica el derecho a recibir una identidad y a ser considerado como parte de la sociedad a la que pertenece (1).
El registro de nacimiento podemos definirlo como la constancia oficial y permanente del nacimiento de un niño (2) que un determinado nivel administrativo del Estado asienta en un archivo (3). En la generalidad de los países, mediante la inscripción se concede al niño un certificado de nacimiento, en el cual se incluirán distintos datos, que como mínimo deberían incluir el nombre del niño, de los padres, del personal facultativo que atendió el parto y el lugar y fecha de nacimiento. Además, en los países en que se concede la nacionalidad según el lugar de nacimiento (“ius soli”), el certificado de nacimiento también le acredita como nacional de dicho Estado.
Los 10 países con el porcentaje de inscripción de nacimiento más bajo se encuentran en el África subsahariana. En India, uno de cada tres niños no se inscribe al nacer.
Los datos son alarmantes: casi 230 millones de niños de menos de 5 años no están registrados. De ellos, más de la mitad (59%) vive en Asia y el otro 37% vive en el África Subsahariana. En esta última región, el 44% de los niños no han sido inscritos, si bien con niveles que van desde el 3% en Somalia hasta el 95% en Suráfrica. En la mayoría de países hay diferencias importantes entre las áreas rurales y urbanas, pero no se observan diferencias significativas entre las inscripciones de nacimiento entre niños y niñas (4).
¿Cuáles son las principales causas?
La falta de inscripción de nacimiento en el Registro Civil se debe a multitud de razones. Ante todo, en ciertos entornos familiares y sociales existe falta de conciencia social y de conocimiento del procedimiento, pues se considera como una simple formalidad legal y de poca trascendencia.
Además, en ciertos países la inscripción del nacimiento no se considera como una de las prioridades de la agenda de los Estados, existiendo cierta pasividad política (por ausencia de legislación específica) y administrativa (ya sea por insuficiencia de recursos o de formación inadecuada a los encargados de registrar los nacimientos).
La pasividad política de los Estados, las barreras administrativas, así como la falta de conciencia social se consideran como causas principales de la falta de inscripción de nacimiento.
Así, en muchos Estados existe una excesiva burocratización de la inscripción de nacimiento, ya sea por el centralismo de registros, siendo demasiado costoso para los padres los viajes y el tiempo que precisan ausentarse de sus tareas laborales para la inscripción, o la obligatoriedad en ciertos países de satisfacer una tasa o la imposición de una multa para el caso de inscripción tardía.
Además, también existen problemas de inscripción en el caso de madres solteras: en Indonesia no puede inscribirse el nacimiento del niño sin presentar el certificado de matrimonio de los padres o en Bhután, donde no puede inscribirse el nacimiento del niño si el padre es desconocido.
Las consecuencias de no estar inscrito
La inscripción de nacimiento abre el camino a derechos fundamentales para los niños como son el derecho a la educación, a la sanidad o a ser considerado parte del sistema social y político de su país. Además, tiene consecuencias también a escala macroeconómica, al ser imposible realizar por el Estado previsiones adecuadas y acordes con la realidad. Analizamos las más destacadas:
- Derecho a la educación: aunque son minoritarios, en algunos países, como Camerún o Sudán, es preciso presentar el certificado de nacimiento para inscribirse como alumno en una escuela, y en otros se requiere para ser beneficiario de una beca o para acceder la universidad. Además, a nivel macroeconómico, sin datos demográficos reales, los Estados no pueden realizar las previsiones correctas relativas a la construcción de escuelas o el número de profesores que debe formar.
- Derecho a la sanidad: sólo los niños inscritos se computarán en programas de inmunización u otras campañas sanitarias, así como se tendrán en cuenta para las estadísticas sanitarias del país precisas para diseñar políticas de planificación de la salud pública.
- Matrimonio prematuro: al no conocer la edad de los futuros esposos, pueden producirse matrimonios de niños que no han alcanzado la edad legal para contraer matrimonio.
- Protección contra la explotación infantil y los malos tratos: el desconocimiento de la edad real de los niños supone que sean un blanco más fácil para las redes de prostitución u otras formas de esclavitud o para que trabajen antes de la edad legal para hacerlo.
- Justicia juvenil: el certificado de nacimiento puede ser esencial para que en caso de ser arrestado, el niño no sea considerado y procesado judicialmente como un adulto.
- Subsidios estatales y participación en la vida social y política: el certificado de nacimiento es esencial para multitud de ámbitos de la vida social: la concesión de un pasaporte, una licencia matrimonial o un carné de conducir, la apertura de una cuenta bancaria, el acceso a puestos de funcionario público, la posibilidad de heredar propiedades o para ser partícipe activa y pasivamente en una elecciones.
¿Qué hacer para que no sean invisibles?
Ante esta realidad, se han implementado distintas medidas para intentar mitigar el problema. Así, UNICEF ha desarrollado un programa por el que se permite la inscripción de nacimiento mediante el uso de tecnologías de la información (mediante el envío de un SMS). También ha habido campañas de concienciación de la necesidad de inscripción haciéndolo coincidir con una fecha determinada. Por ejemplo, en el caso de Afganistán se hizo coincidir con la campaña de vacunación contra la polio.
De entre las medidas para fomentar la inscripción de nacimiento destacan las campañas públicas de concienciación a la ciudadanía o las reformas legislativas.
Por otro lado, en algunos países se potencian reformas legislativas. En Uzbekistán, casi el 100% de los niños están inscritos ya que se concedió una pequeña ayuda si se procedía a inscribir a los recién nacidos. Por otro lado, en Bangladesh se aprobó una nueva Ley en 2006 estableciendo que la inscripción del nacimiento servía como prueba para acceso a los servicios.
Los esfuerzos para incrementar el número de inscripciones están dando sus frutos. Así, del año 2000 al 2010 se ha mejorado la ratio, pasando del 58% al 65% de nacimientos inscritos en el mundo.
Así pues, la falta de inscripción en el Registro civil es imprescindible para garantizar que millones de niños tengan reconocidos sus derechos fundamentales y que los Estados puedan tener datos fiables para luchar contra múltiples problemas, por lo que es necesario seguir trabajando para conseguir que cada niño nacido sea debidamente inscrito en el registro de su país.
(1) El derecho de inscripción del nacimiento es reconocido en múltiples convenios internacionales, de entre los cuales destaca la Convención sobre los Derechos del Niños, de 20 de noviembre de 1989, cuyo artículo 7 dispone “El niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.”
(2) Utilizaremos “niño” para referirnos indistintamente a niño o niña.
(3) Esta definición y el texto en su conjunto, utilizado como bibliografía:http://www.unicef-irc.org/publications/pdf/digest9s.pdf
(4) Estos datos han sido sacados del Estudio publicado por UNICEF en el siguiente enlace: http://www.unicef.org/mena/MENA-Birth_Registration_report_low_res-01.pdf
http://www.unitedexplanations.org/