Las nuevas tecnologías han cambiado el mundo dada su inmediatez y la posibilidad de comunicarse con cualquier persona desde cualquier lugar, características que son percibidas como ventajas. Pero a la vez se han convertido en un instrumento de los grupos terroristas que lo perciben como una ventana abierta al mundo para continuar con sus actividades más allá de las fronteras de una manera más fácil. Así, en una entrevista a la Fiscal Coordinadora de Terrorismo Yihadista de la Audiencia Nacional (España), Dolores Delgado afirmaba:
“Podemos hablar sin duda de un nuevo «terrorismo tecnológico» que aprovecha las nuevas tecnologías en el desarrollo de sus actividades y para la obtención de sus fines; y al servirse de Internet se ha convertido en un terrorismo global, capaz de llegar a todos los espacios antes inimaginables y a la velocidad que la propia Red permite. De modo que pueden difundir sus ideas y con ello propiciar la captación sin restricción alguna, porque tras la Red hay un ejército invisible de hombres y mujeres dispuestos a dejar el mundo virtual para pasar a la acción (…). Además resulta esencial su directa utilización en actividades logísticas, de financiación y también como «campo de entrenamiento virtual»”.
La ciberseguridad se está convirtiendo cada vez más en un eje central de la seguridad de los estados y las Relaciones Internacionales [Foto vía silverbull.co].
El principal riesgo proviene de la interconexión global del sistema financiero, que facilita la ocultación de los fondos al utilizar empresas pantalla y al permitir el cruce de fronteras y jurisdicciones. Esto provoca que se dificulte el rastreo de la procedencia y el destino del capital. Además, se han creado nuevos riesgos con los nuevos instrumentos que permiten el anonimato, como las monedas virtuales o las tarjetas de pre-pago. Estos peligros ya han sido tomados en consideración por la comunidad internacional y tanto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), mediante sus Resoluciones 2199 (2015) y 2253 (2015), como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) han tomado cartas en el asunto. De hecho, una actuación eficaz no debe ser dirigida únicamente a las organizaciones terroristas, sino que también debe dirigirse a sus cómplices —combatientes terroristas extranjeros, financiadores y proveedores de fondos, y cualquier persona que, con conocimiento de causa, colabore en las actividades terroristas.
¿Cómo se financia el terrorismo?
El terrorismo consigue financiación de fuentes muy dispares. Pueden conseguirla, por ejemplo, a través del uso indebido de organizaciones sin ánimo de lucro legítimas —asociaciones benéficas, de empresas o de colectivos—. Otra manera es con fondos procedentes de actividades delictivas, patrocinadores estatales y actividades en estados fallidos, así como de la utilización indebida del sistema comercial internacional. También los saqueos de bancos, la extorsión, el control de yacimientos petrolíferos y refinerías, el robo de activos económicos, el secuestro, el contrabando de dinero efectivo y la financiación a nivel local.
Acciones para evitar el financiamiento del terrorismo
Actividad de la Unión Europea (UE)
El Consejo de la UE está trabajando en una propuesta de la Comisión Europea para modificar la cuarta Directiva contra el blanqueo de capitales (2015/849). Además, en el 2016 trazó un plan de acción con dos líneas de actuación principales: la primera centrada en rastrear a los terroristas a través de sus movimientos financieros e impedirles que transfieran fondos u otros activos; y la segunda centrada en desmantelar las fuentes de ingresos de las organizaciones terroristas.
Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional [Foto: FMI vía WikimediaCommons].
El hecho de que los estados miembros actúen conjuntamente en el sí de la UE dificulta dañar la estabilidad y la reputación del sector financiero y que no suponga una amenaza para el mercado interior. Así, se intentan evitar los efectos adversos para el mercado único. Además, la amenaza terrorista es de carácter transfronterizo, por lo tanto, las normas que se utilicen tienen que estar armonizadas y ser coherentes para ser eficaces.
Actividad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
El grupo de trabajo de la ONU en esta materia ha lanzado varios informes donde recuerdan que los terroristas y los grupos terroristas tienen muchos métodos a su disposición para mover fondos alrededor del mundo. De esta forma, pueden usar sistemas financieros formales o canales no regulados, o simplemente mover dinero a través de las fronteras en efectivo. Además, cada vez hay más pruebas de que los grupos terroristas están explotando vulnerabilidades en el sistema de comercio internacional para mover el valor con fines ilegales.
Muchas personas perciben que los métodos no tradicionales de movilización de dinero presentan un mayor riesgo porque están en diferentes grados no regulados. Así, las nuevas tecnologías y otros sistemas alternativos han llevado a los países a revisar su marco normativo. Por este motivo, recomiendan la coordinación en las políticas entre los diferentes estados dado la dimensión transfronteriza de esta amenaza.
Christine Lagarde, Directora del FMI, escribió en un artículo, que más tarde reproduciría en un discurso que tuvo lugar en Valencia hace pocos días, en que expresa que las nuevas tecnologías ofrecen muchas ventajas pero también crean riesgos para la estabilidad financiera. Por este motivo, es necesario definir la situación jurídica de las monedas virtuales, o fichas digitales, luchar contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
Actividad del Fondo Monetario Internacional (FMI)
El trabajo del FMI en esta materia comenzó en el año 2000, cuando respondió a los llamamientos de la comunidad internacional para ampliar su labor en materia de lucha contra el blanqueo de capitales (AML). Dada la relación entre el blanqueo de capital y el terrorismo, y tras los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el FMI intensificó sus actividades de AML y las amplió para incluir la lucha contra el financiamiento del terrorismo (CFT). En 2009, el FMI puso en marcha un fondo fiduciario respaldado por donantes para financiar el desarrollo de capacidades ALD/CFT en sus países miembros. En 2014, la Junta Ejecutiva del FMI revisó la estrategia de ALD/CFT del Fondo y dio orientaciones estratégicas para el trabajo futuro.
Conclusión
Para terminar, podemos concluir que las redes terroristas operan en diferentes países y dependen de su capacidad de financiar actos terroristas en un país desde una base situada en otro. Además, la innovación en los servicios financieros y los avances tecnológicos pueden utilizarse indebidamente para ocultar la financiación del terrorismo. Así, se ha convertido en una tarea primordial en el sistema internacional limitar y seguir la pista de las operaciones financieras para poder bloquear los movimientos de los fondos que necesitan para financiar sus actividades. Para ello, es necesaria una actividad conjunta del sistema internacional que permita identificar las cuentas bancarias, y un sistema donde se detecten aquellas actividades sospechosas, evitando así el anonimato y facilitando el poder rastrear el capital desde su procedencia hasta su destino.
Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.
http://www.unitedexplanations.org/2017/07/24/nuevas-tecnologias-financiando-terrorismo/
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