Nuestro derecho a decidir: el aborto
Al
grito de “el
aborto es sagrado” irrumpieron
en el Congreso tres feministas de FEMEN el pasado 9 de octubre.
También el 28 de septiembre, numerosas organizaciones sociales
se manifestaron en
varias ciudades de España reivindicando el derecho a la salud
reproductiva y a la elección de la maternidad. Un derecho que
peligra debido a la modificación de la Ley del aborto de Gallardón,
ya que ésta supondría un retroceso enorme para la salud
reproductiva, cuya conquista es aún una realidad muy lejana en
muchos lugares del mundo.
Aborto y legislación española
Foto:
“Yo decido” / Flickr Montecruz Foto
El aborto es la interrupción del embarazo pudiendo ser espontáneo
o natural e inducido, siendo este último el que arrastra
polémica, y el que está sujeto al ordenamiento jurídico de cada
país.
A nivel internacional, su regulación es muy diversa, desde el libre
acceso al aborto en servicios sanitarios públicos gratuitos, como en
el caso de Holanda y Reino Unido, hasta la penalización con
años de prisión para las mujeres que aborten y quienes se lo
practiquen, como es el caso de Malta, Chile, El Salvador, Nicaragua y
República Dominicana.
La ley española actual es una ley de plazos que
equipara el modelo español con la legislación de otros países de
Europa, como Holanda o Francia. Se puede interrumpir el embarazo sin
dar ninguna explicación hasta la semana 14 de gestación. A partir
de entonces, y hasta la semana 22, pueden hacerlo sólo si se
aprecian malformaciones fetales o si hay riesgo para la salud de la
madre. Después de este tiempo, la interrupción del embarazo sólo
está permitida si un comité médico determina que hay una
malformación grave o incompatible con la vida.
La
nueva norma que plantea el ministro de Justicia, Alberto
Ruiz Gallardón,
dibuja un marco legal más restrictivo incluso que el de países
tradicionalmente católicos como Italia o Polonia. La reforma, que se
ha dado a conocer de forma ambigua y a cuentagotas, supondría que el
aborto sea un delito excepto
en casos concretos, que son los admitidos en la Ley de 1985,
(violación, malformación del feto o riesgo para la madre), aunque
con modificaciones.
-
El supuesto de malformación
del feto podría quedar suprimido en la mayoría de los casos.
Aunque el ministro de Justicia ha expuesto distintas opciones en el
último año, cobra fuerza aquella en la que el aborto se pueda
practicar en los casos de malformación grave y quede prohibido en
los de “discapacidad” del feto; pero no está claro qué se
entendería por discapacidad.
-
Se les exigirá a las
menores, sin excepción, el permiso de sus tutores para abortar, lo
que supone un gran retroceso, porque actualmente, las chicas de 16 y
17 años pueden abortar libremente, aunque deben decírselo a sus
padres excepto en los casos en los que la menor embarazada alega que
contarlo en casa le puede generar un conflicto puede abortar sin que
los padres sean informados.
El supuesto de malformación
del feto podría quedar suprimido en la mayoría de los casos.
Aunque el ministro de Justicia ha expuesto distintas opciones en el
último año, cobra fuerza aquella en la que el aborto se pueda
practicar en los casos de malformación grave y quede prohibido en
los de “discapacidad” del feto; pero no está claro qué se
entendería por discapacidad.
Se les exigirá a las
menores, sin excepción, el permiso de sus tutores para abortar, lo
que supone un gran retroceso, porque actualmente, las chicas de 16 y
17 años pueden abortar libremente, aunque deben decírselo a sus
padres excepto en los casos en los que la menor embarazada alega que
contarlo en casa le puede generar un conflicto puede abortar sin que
los padres sean informados.
Así nos va... Un país donde se eleva a derecho (o despenaliza, que a la criatura descuartizada poco le hará que se tilde de esto o de lo otro) liquidar al más indefenso. El hombre de las cavernas debía ser más civilizado, porque el de hoy es ser BRUTAL. Despiadado hasta decir bastas.
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