En estas fiestas el concepto de familia es casi la base fundamental de cualquier celebración, pero no podemos negar que los tiempos han ido cambiando y las relaciones familiares también, aunque esto no es un problema. El problema de verdad surge cuando los padres pretenden suplir la falta de tiempo de nuestra sociedad actual, con montones de regalos y caprichos que poco pueden hacer por sustituir el afecto que solo la familia puede dar. El principal objetivo de cualquier papá o mamá es dar bienestar a los hijos, pero cuando uno se deja llevar por el consumismo, cree que la única manera de atraer el cariño es llenar de juguetes y otras cosas materiales.
Antes de colmar a un niño de cosas materiales, lo más importante es enseñar que es más significativo el ser que el tener. Con mucha frecuencia olvidamos que lo más importante es estar con ellos, demostrándoles con hechos y no con objetos el verdadero significado del amor y unión familiar.
Por eso, en Navidad, es más importante que nunca que reflexionemos en torno al consumismo exagerado de las fechas. No tiene nada de malo que quieras comprar un regalo a tus hijos por Navidad, pero recuerda que no se trata de comprar por comprar, pues esto puede revertir en algo perjudicial sobre todo cuando:
- Detrás de los regalos existe un sentimiento de culpa o frustración. Si se trata de compensar con un dulce o un juguete el tiempo que no se pasa con un hijo será mejor desistir.
- No se consideran los gustos de los niños y más bien se refleja un deseo personal insatisfecho de la infancia por parte del progenitor.
- Un padre o madre se empeña en dar a sus hijos lo que no tuvo, aunque por ello deba pagar lo que sea y desestabilizar la economía familiar.
- Se llega a chantajear a un niño a cambio de lo que se le regala, presionándolo para que sea perfecto en las cosas que haga.
COSAS QUE PUEDES HACER PARA NO CAER EN EL CONSUMISMO
Aunque puedas darles todos los juguetes del mundo a tus peques no lo hagas. Deben aprender que detrás de cada cosa que regalas está el esfuerzo del trabajo y que también hay que merecerlos:
- Nunca des todo al instante.
- No des más de lo que necesiten.
- No des cosas sin que haya habido un esfuerzo de por medio, así sea pequeño.
- Regala solo cosas adecuadas para la edad.
- Limita los obsequios a fechas especiales o a logros obtenidos.
- Encomienda pequeñas tareas que sean un incentivo para obtener algo.
- Cambia el enfoque de tu propósito. En lugar de darle a tus peques todo lo que no tuviste solo por tener cosas, regala todo ese amor que te faltó o las cosas que echaras de menos por parte de tus padres.
Educar en valores es siempre muy importante, pero más si cabe en unas fechas tan convulsas como son las navidades. Sé un ejemplo para tus hijos y dales mucho amor y cariño, además de cosas materiales. Solo así podrás combatir el consumismo extremo y apostar por la magia y el verdadero espíritu de la Navidad.
https://familiaysalud.bosquedefantasias.com/consejos-padres/pautas-combatir-consumismo-navidad