El servicio de mensajería WhatsAppha activado a partir de esta semana las llamadas telefónicas a través de su aplicación. De momento, el servicio de voz se encuentra en periodo de pruebas y solo los usuarios del sistema Android y Blackberry 10 con la última actualización podrán hacer uso del mismo. La compañía aún no se ha pronunciado sobre la actualización de este servicio para el sistema iOS de Apple.
El coste de la llamada será gratuito, aunque supondrá un gasto de datos si no se hace a través de una conexión wifi. También se podrán hacer llamadas a dispositivos móviles en el extranjero siempre y cuando tenga el tráfico de datos activo y ojo después con la factura, ya que este tipo de conexión tiene un coste elevado. Por otra parte, Whatsapp advierte de que no se podrán realizar llamadas a teléfonos de emergencia. Para hacer una llamada basta con elegir el contacto deseado y apretar el icono de teléfono en la parte superior derecha de la pantalla.
El logo para iniciar la llamada aparece en la parte superior derecha.
Esta innovación se suma a otros avances que WhatsApp ha hecho en los últimos meses. Así, hace unas semanas activó su versión web. El pasado noviembre puso en marcha en España la función de la doble marca azul, un icono que confirma si se ha recibido y leído el mensaje. Una novedad que generó polémica por verse como algo poco discreto y que más tarde la empresadecidió retirarlo como obligatorio, aunque la opción de desactivarlo solo está disponible en Android.
La nueva presentación con los tres apartados: llamadas, mensajes y contactos
Tras la implantación de esta nueva herramienta, la Guardia Civil y la Oficina de Seguridad del Internautaha alertado de una falsa aplicaciónen Google Play, llamada Activar Llamadas Whatsapp, que utiliza como pretexto la reciente activación del servicio de mensajería para engañar a los usuarios y se suscriban a servicios con SMS Premium. La Oficina de Seguridad del Internauta aconseja que de haber instalado la aplicación en alguno de los dispositivos móviles, se recomienda desinstalar la aplicación inmediatamente, consultar al proveedor correspondiente si hemos sido suscritos a algún servicio SMS y si ha sido así proceder a darse de baja de este servicio.
Whatsapp no es la primera aplicación de mensajería instantánea que ofrece llamadas gratis. Además de Viber, que basa su servicio en llamadas entre sus usuarios, Line es otra de las aplicaciones móviles que ofrece desde el principio este servicio.
España es el país europeo en el que los usuarios de telefonía móvil usan más los servicios de mensajería instantánea independientes como WhatsApp, Line u otros similares. Esa fue la principal conclusión de un informe sobre servicios over the top en España publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que se dio a conocer en Barcelona en el congreso Mobile World.
El coste laboral medio por trabajador y mes (que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales) ascendió a 2.638,8 euros en el cuarto trimestre del año pasado, lo que supone un descenso del 0,5% respecto al mismo periodo de 2013, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con este descenso interanual en el […]
El coste laboral medio por trabajador y mes (que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales) ascendió a 2.638,8 euros en el cuarto trimestre del año pasado, lo que supone un descenso del 0,5% respecto al mismo periodo de 2013, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con este descenso interanual en el cuarto trimestre de 2014, el coste laboral encadena cuatro trimestres consecutivos en negativo. Además, la disminución del cuarto trimestre ha sido más pronunciada que la de los tres trimestres anteriores (-0,2% en el primero, -0,1% en el segundo y -0,4% en el tercero).
El coste laboral se compone del coste salarial y de los otros costes. En el cuarto trimestre del año pasado, el coste salarial (que comprende todas las remuneraciones, tanto en metálico como en especie) bajó un 0,2% respecto al cuarto trimestre de 2013, hasta situarse en 1.991,84 euros por trabajador y mes.
Excluyendo el factor variable de los salarios (pagos extraordinarios y atrasados) se obtiene el coste salarial ordinario, que en el cuarto trimestre creció un 0,1%, hasta los 1.628,75 euros.
Los otros costes (costes no salariales) alcanzaron en el cuarto trimestre de 2014 los 646,96 euros, con un descenso interanual del 1,5%. El componente más importante de los otros costes son las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, que totalizaron 584,52 euros, un 1,8% más que en el cuarto trimestre del año anterior.
El segundo elemento importante de los otros costes son las percepciones no salariales, que bajaron un 18,3% en el cuarto trimestre debido a la caída de las indemnizaciones por despido y de las otras percepciones no salariales (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, pagos compensatorios).
Por su parte, las subvenciones y bonificaciones, también incluidas en los otros costes, aumentaron un 18,3% en tasa interanual.
Imaginemos el volumen del fraude que el PP ha podido hacer a la Hacienda Pública durante las últimas dos décadas. Imaginamos que la culpa es de PODEMOS, o de Chávez, o de Maduro. La Agencia Tributaria insiste en su idea de que el PP no cometió delito fiscal y que tenía derecho a no declarar […]
Imaginemos el volumen del fraude que el PP ha podido hacer a la Hacienda Pública durante las últimas dos décadas. Imaginamos que la culpa es de PODEMOS, o de Chávez, o de Maduro.
La Agencia Tributaria insiste en su idea de que el PP no cometió delito fiscal y que tenía derecho a no declarar las donaciones recibidas en 2008 que Bárcenas recogió en su contabilidad manuscrita. El departamento que dirige Cristóbal Montoro señala, sin embargo, que si el PP hubiera decidido pagar el impuesto de sociedades por el dinero recibido la cuenta le hubiera salido a pagar por encima de los 220 mil euros.
La dimensión de la cifra no es un tema menor ya que de prosperar la postura del juez (que el PP tenía obligación de tributar por las donaciones) la cantidad calculada por el fisco situaría al PP como responsable de la comisión de un delito fiscal.
Hacienda ha remitido al juez de la Audiencia Nacional un documento en el que afirma que las donaciones realizadas al PP en el ejercicio 2008, como entidad sin ánimo de lucro, están exentas de tributación al haber quedado “acreditado” que destinó los fondos obtenidos al objeto principal del partido y, por tanto, no aprecia delito fiscal.
Según la Agencia Tributaria, las donaciones a entidades sin ánimo de lucro “siempre” han estado exentas, y añade que el único requisito legal para la aplicación de la exención es que los fondos se dediquen al objeto principal de la entidad sin ánimo de lucro. Este uso habría quedado “acreditado” en este caso, a su juicio.
De este modo, afirma que no estarían exentas las donaciones privadas que se desviaran del fin propio de la entidad, como cuando se considere una asociación ilícita o bien una entidad con fines lucrativos y, por ejemplo, reparta dividendos a sus afiliados, pero sí aquellas destinadas a entidades sin ánimo de lucro, “como puede ser un partido, Cáritas o la Cruz Roja”, cuyo beneficiario de la exención “es el conjunto de la sociedad”.
Para la Agencia Tributaria, habría quedado acreditado que las donaciones que recibió el PP fueron a fines propios de un partido político, como es el caso del pago de actos electorales, obras en inmuebles del partido, etc., cumpliendo, “con independencia de su origen”, con el fin de interés general, “bien jurídico protegido por la exención fiscal”.
La Agencia Tributaria responde al juez Ruz, quien le había solicitado que determinara “la eventual responsabilidad” que pudiera alcanzar al PP por el Impuesto sobre Sociedades de 2008 –último año no prescrito– y por el IVA en relación con las donaciones que recibió en dicho ejercicio, a pesar de que considera que la petición del juez podría constituir una solicitud “exorbitante al marco legal del auxilio judicial”, con una posible “invasión” de las competencias de la Administración Pública por el órgano judicial.
En el documento, que remitió al juez Ruz el pasado lunes 16 de marzo, el organismo dirigido por Santiago Menéndez realiza dos simulaciones de liquidación del Impuesto de Sociedades del PP del año 2008 de acuerdo con las supuestas donaciones ilegales que habría recibido por importe de 888.000 euros, según las anotaciones del extesorero del partido Luis Bárcenas, porque así se lo pide el juez, pese a que considera que la base imponible calculada, al computar ingresos pero no gastos, resulta “irreal y contraria al principio de verdad material”.
En la primera, suma como ingresos los 888.000 euros de donaciones presuntamente irregulares que recibió el PP en 2008, pero no incluye los posibles gastos deducibles a que pudiera tener derecho, también de acuerdo con las anotaciones de Bárcenas, por importe de 1.646.710 euros, ni tampoco aquellos otros gastos derivados del funcionamiento del partido. Bajo esta premisa, estima que la cuota dejada de ingresar por el Impuesto de Sociedades habría ascendido a 220.167,04 euros y, por tanto, el PP habría cometido delito fiscal.
En cambio, en la segunda simulación que realizan los funcionarios de la Agencia Tributaria, los ingresos son los mismos (888.000 euros de supuestas donaciones irregulares), tampoco se consideran los gastos deducibles de acuerdo con las anotaciones de Bárcenas, pero sí aquellos otros realizados por el PP, con lo que la cuota dejada de ingresar se rebajaría hasta los 25.630,03 euros, en este caso por debajo de los 120.000 euros que marcan el delito fiscal.
En cuanto al IVA, la Agencia Tributaria sostiene que el PP tiene en el caso de las operaciones examinadas la condición de destinatario de las mismas y, por tanto, no de sujeto pasivo del IVA.
Por último, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda asegura al juez Ruz que colabora “leal y continuamente” con la Administración de Justicia en las investigaciones judiciales, cuando así lo requieren los tribunales y que a ello dedica un “enorme esfuerzo organizativo”. “Nunca ha habido una colaboración tan estrecha y fluida”, añade la Agencia Tributaria, que indica que en 2014 un total de 1.409 funcionarios han prestado colaboración en procedimientos judiciales.
Así, asegura que ha sido “dura” cuando ha localizado delito, con independencia de los agentes afectados, y recuerda que cuando ha apreciado la existencia de un posible delito fiscal (“por una empresa que ejecutó unas obras de arquitectura”, asegura en referencia a las obras de la sede del PP en Génova, aunque no lo cita), lo ha explicitado en sus informes, personándose entonces como perjudicada en la causa.
Lizzie Velásquez, estadounidense de Texas, tenía 17 años cuando consultando YouTube un video titulado "La mujer más fea del mundo" le llamó la atención. Duraba apenas ocho segundos y ya tenía cuatro millones de visualizaciones.
Le ganó la curiosidad e hizo clic. Y se quedó de piedra.
La mujer de la que hablaban era ella.
"Estaba impresionada", cuenta Velásquez. "Pero no fue hasta que empecé a leer los comentarios cuando me hundí del todo".
"¿Por qué la tendrían sus padres?", decía uno de los textos. "Que la quemen", otro.
La lista era larga.
Algunos de los que decidieron dejar su opinión por escrito sugerían que debería suicidarse, incluso había quien aseguraba que se quedaría ciego si la viera por la calle.
Velásquez no pudo dejar de leer cada uno de los comentarios. Y eso que había cientos.
"Lloré noches enteras. Era apenas una adolescente y pensé que mi vida había acabado", recuerda.
"No pude contarle a nadie sobre el tema. No le dije nada a mis amigos. Estaba demasiado impresionada".
Y eso que Velásquez estaba acostumbrada al acoso diario por su aspecto.
Nació con dos enfermedades raras. Una de ellas, el síndrome de Marfan, es una afección de los tejidos conectivos y se caracteriza por un aumento inusual de la longitud de los miembros.
Su segundo padecimiento es la lipodistrofia, que provoca una distribución anormal de la grasa corporal.
Como consecuencia de ambas, Velásquez no puede ganar peso, no importa cuánto coma.
El primer día en la guardería, por ejemplo, sus compañeros retrocedieron al verla, por miedo.
Su historial médico incluye una cirugía ocular, una de oído, reconstrucción total de los pies, pruebas de densidad ósea e incontables entradas y salidas del hospital con el objetivo de determinar cuál era la enfermedad que sufría.
No fue hasta el año pasado cuando por fin la diagnosticaron.
Ahora tiene 26 años, mide metro y medio y pesa 27 kilos. Está totalmente ciega del ojo derecho y tiene discapacidad visual en el izquierdo.
También suele sufrir agotamiento e infecciones con frecuencia, como bronquitis.
En noviembre fue ingresada en el hospital debido a un problema con su esófago que la hacía vomitar todo lo que comía.
Y ahora se está sometiendo a escáneres de corazón para determinar si el síndrome de Marfan afectó a ese órgano.
Otro problema de salud recurrente lo suele tener con su pie derecho. Lo fractura con facilidad porque no tiene grasa en el talón.
Pero todo esto no la detiene.
"Cabeza alta"
Cuando nació pesaba 1,2 kilos y los médicos dijeron a sus padres que no sabían cuánto viviría y que, en cualquier caso, tendrían que cuidar de ella por el resto de su vida.
Sus padres, sin embargo, dicen que en aquél momento no pensaron "¿por qué nos está pasando esto a nosotros?" y que todo lo que querían era llegar a casa para empezar una nueva vida.
Y por esa actitud asegura Velásquez que les debe a ellos su capacidad para pensar en positivo. Así lo hacía cuando la acosaban en la escuela o se burlaban de ella en la calle.
Sus padres le insistían en que debía ir al colegio con la cabeza alta, sonriente, y ser amable con todo el mundo, la trataran como la trataran.
Y ese mensaje le quedó grabado.
Por eso, ahora dice que felizmente perdonaría a los autores de aquél video de YouTube que tanto la hizo sufrir hace 9 años.
"No sé qué estarán viviendo", sugiere. "Aunque mi vida puede ser dura por momentos, ellos podrían estar pasando por algo mucho peor".
Además, cuando aquello ocurrió, Velásquez decidió que podía hacer algo más con su vida.
Abrió su propio canal de YouTube para hacer saber a la gente quién era realmente la persona de la que hablaba el video de "La mujer más fea del mundo" y para animar a otros a sentirse cómodos en su propia piel y tener confianza en ellos mismos.
La iniciativa fue todo un éxito y ahora tiene 240.000 suscriptores.
Además, uno de los videos colgados en el canal, el de su participación en 2013 en la serie de conferencias de TED con una charla titulada "¿Cómo te defines a ti mismo?", acumula más de siete millones de visualizaciones.
Inspiración para otros
Velasquez dice que la comunidad que se ha creado en torno a su presencia en internet es increíble y que recibe comentarios de personas que dicen que han sido intimidadas y que le agradecen su ayuda.
Pero sus intenciones no terminan ahí.
Ahora se asoció con Tina Meier, cuya hija Megan se suicidó después de haber sido acosada en internet, y juntas están haciendo campaña para que los representantes del Congreso de Estados Unidos voten a favor del primer proyecto de ley federal contra el acoso escolar.
De aprobarse, todas las escuelas del país tendrían que registrar cada uno de los casos. Además, se destinarían fondos federales a luchar contra este tipo de intimidación.
Y ahora todo este trabajo contra el acoso, además de su propia historia, será recogido en un documental.
La directora del film, Sara Hirsch Bordo, insiste en que no trata de la historia de Velásquez sino que es una historia universal, dirigida a todos aquellos que han sido acosados.
"El triunfo ante la adversidad es una historia universal", explica.
"Y tan pronto como Lizzie se hizo más abierta y honesta, con su charla para TED y sus videos en YouTube, quedó claro que la gente estaba sedienta de una historia en la que alguien se levanta y dice 'no voy a ser una víctima, voy a cambiar esto'".
¿Se puede ser demasiado hermoso? Aquellos con la suerte de tener unas facciones simétricas y una figura llamativa, ¿viven en una nube de halagos? ¿O deben pagar un precio por ello?
Sin embargo, el tema de las bendiciones y las maldiciones de la belleza despierta mucho interés en la comunidad científica, sobre todo entre los psicólogos.
Es el caso de los psicólogos sociales Lisa Slattery Walker y Tonya Frevert, de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), quienes analizaron todas la evidencias recabadas hasta la fecha por diversos estudios. Sus conclusiones seguramente no son las que esperarías.
En el plano más superficial, se podría pensar que la belleza provee de una especie de halo.
Cuando vemos a alguien físicamente agraciado, nuestro subconsciente, por asociación, asume que también ha sido bendecido en otros aspectos. "Es una de las muchas características asociadas al estatus que podemos identificar en las primeras interacciones con una persona", dice Walker.
Bello y bueno
Los psicólogos llaman a esto la heurística de "lo que es bello es bueno", pero los fans de la serie 30 Rock identificarán el fenómeno como "la burbuja". El personaje que interpreta el actor Jon Hamm es un incompetente y aun así se las arregla para vivir en un feliz autoengaño gracias a su buen aspecto. Como médico ni siquiera puede llevar a cabo la maniobra de Heimlich o la compresión abdominal, un procedimiento de primeros auxilios, pero logró graduarse echando mano de su encanto natural.
De acuerdo a la evidencia disponible, esa "burbuja" es una realidad.
En lo que respecta a la educación, Walker y Frevert encontraron una gran cantidad de investigaciones que demuestran que los profesores tienden a asumir que los estudiantes guapos, tanto en el colegio como en la universidad, son más competentes e inteligentes. Y esto se refleja en las notas que les adjudican.
Es más, la influencia de la "burbuja" crece con los años. "Existe un efecto acumulativo", explica Frevert. "Ganas confianza en ti mismo, piensas más en positivo y tienes más oportunidades de demostrar cuán competente eres".
En el lugar de trabajo tu rostro puede ser tu tesoro. Cuando todo lo demás ya se ha tomado en cuenta, los atractivos suelen ganar más dinero y alcanzar puestos de mayor responsabilidad que aquellos que son considerados poco agraciados físicamente. Lee también: Medicina estética para conseguir empleo en España
Un estudio llevado a cabo con graduados de maestría concluyó que los más atractivos del grupo ganaban entre 10 y 15% más dinero que el resto, lo que suponía US$230.000 más durante toda la vida laboral.
"(Ser bello) te confiere ventajas durante toda la vida, desde el colegio hasta el lugar de trabajo", dice Walker.
Incluso en los tribunales, una apariencia agradable puede resultar mágica. Es probable que un acusado atractivo obtenga una sentencia más leve o que incluso logre no ser condenado.
A su vez, los demandantes hermosos tienen más probabilidades de ganar el caso y de conseguir acuerdos monetarios más favorables. "Es un efecto generalizado", asegura Walker.
¿También ellas?
Pero aunque la belleza juegue a favor en la mayoría de las circunstancias, aún hay situaciones en las que puede ser contraproducente.
Mientras los hombres atractivos suelen considerarse mejores líderes, los prejuicios sexistas juegan en contra de las mujeres bellas, haciendo que sean menos deseables para puestos de gran responsabilidad y que requieran autoridad.
Asimismo, varios estudios concluyeron que en una gran proporción en los procesos de selección el entrevistador tiende a no contratar a personas que considera más atractivas que él mismo.
Ser bello también podría afectar en un tema más delicado: el cuidado médico.
La tendencia a relacionar el buen aspecto con el estar sano lleva a que muchas veces se tome menos en serio la enfermedad cuando el paciente es hermoso. Según varias investigaciones, los médicos suelen tener menos cuidado con los pacientes atractivos cuando estos han acudido a ellos por dolores.
Los bellos también se sienten solos
Además, la burbuja de la belleza puede ser un lugar solitario.
En ese sentido, un estudio de 1975 descubrió que la gente tendía a alejarse más al cruzarse con una mujer bella en la acera que con una menos atractiva, haciendo la interacción más distante.
"El atractivo puede transmitir más poder en un espacio visible, pero a su vez puede hacer que los demás sientan que no pueden acercarse", dice Frevert.
En la misma línea, el sitio para buscar parejas en internet OK Cupid recientemente informó que los usuarios con fotografías impecablemente bellas en su perfil tienen menos posibilidades de conseguir citas que aquellos que cuelgan fotos más curiosas y menos perfectas; quizá porque los demás se sienten menos intimidados.
Así que, como habrás podido adivinar, ser bello no es un pasaporte directo a la felicidad, aunque ayuda.
Frevert y Walker hacen hincapié en que, sus influencias en varios aspectos, como la concepción misma de la belleza, son superficiales y no están, de ninguna manera, arraigadas en nuestra biología.
"Tenemos todo un conjunto de ideales culturales sobre la belleza que nos permite decir si alguien es atractivo o no, y asociamos esos mismos patrones a las capacidades de cada quien", dice Walker.
En cierto sentido, es sólo un atajo cognitivo para una evaluación rápida. "Y al igual que muchos atajos que utilizamos, no es muy fiable", añade.
De hecho, se podría disminuir el impacto del "efecto burbuja" fácilmente. Los departamentos de recursos humanos podrían facilitar más información sobre los logros del candidato antes de las entrevistas de trabajo, por ejemplo.
En última instancia, Frevert señala que preocuparse demasiado por la apariencia física podría ser contraproducente si ello implicara más estrés y ansiedad. "Si estás obsesionado con el atractivo, eso puede alterar tus experiencias e interacciones", dice la psicóloga.
Es un cliché, pero la belleza no compensa una mala personalidad. O como la escritora Dorothy Parker dijo, más elegantemente: "La belleza tiene la profundidad de la piel, pero la fealdad toca el hueso". Lee la historia original en inglés en BBC Future
La sociedad enmarcó la matanza terrorista en los trenes de Cercanías en lo conocido. Y lo conocido era, por una parte, ETA y, por otra, la guerra de Irak. En realidad, ambas interpretaciones eran erróneas
Al contrario de lo que sucedió con la sociedad británica tras los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, los perpetrados el 11 de marzo de 2004 en Madrid dividieron profundamente a los españoles. Aún persisten secuelas de esa desunión, aunque con el tiempo sean menos manifiestas. Ha sido y es una discordia basada en diferentes atribuciones de culpa por la matanza en los trenes de Cercanías. Pero resultó ser una división espuria, derivada de una politización del 11-M que se prolongó con la comisión parlamentaria dedicada a esos atentados y más allá. Algo a su vez posible debido a especificidades del sistema político español —como su mayor tendencia a la polarización o la recurrente ausencia de consensos de Estado en Asuntos Exteriores, Defensa o antiterrorismo— y, sobre todo, porque los ciudadanos no eran conscientes de la amenaza de un fenómeno terrorista instalado en nuestra sociedad una década antes del 11-M.
Unos españoles, ubicados sobre todo en la derecha del espectro político, creyeron, y aún en parte siguen pensando, que los atentados de Madrid fueron de uno u otro modo obra de la organización terrorista ETA. La formulación más habitual de este argumento aduce que los denominados moritos de Lavapiés —una manera extravagante de aludir a quienes constituyeron la red terrorista del 11-M— carecían de los conocimientos y las capacidades para llevar a cabo lo ocurrido el 11 de marzo de 2004. Por eso, aunque se tratara de individuos que participaron en los hechos, tuvieron que haber sido instigados y apoyados desde el interior de nuestro país por otros terroristas con experiencia. A menudo, a este argumento se añaden especulaciones sobre el modo en que el presidente del Gobierno que el PSOE formó tras el resultado de las elecciones celebradas tres días después del 11-M, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció a ETA una salida de transformación en lugar de optar por derrotarla.
Otros españoles, situados preferentemente a la izquierda del mismo espectro político, pensaron, y no pocos aún creen, que los atentados del 11 de marzo de 2004 fueron una consecuencia de la llamada foto de las Azores —en alusión a la instantánea tomada el 16 de marzo de 2003 en una de esas islas del Atlántico y que hizo visible el alineamiento del presidente del Gobierno español, José María Aznar, con la guerra al terrorismo auspiciada por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush— y el posterior despliegue de tropas españolas en Irak inmediatamente después de haber sido invadido este país y derrocado el dictador Sadam Hussein. No ha sido inusual que desde este sector social se critique al entonces Ejecutivo del Partido Popular por haber insistido en asociar a ETA con el 11-M, incluso cuando la evidencia apuntaba en otra dirección, para mantener así sus expectativas electorales ante los comicios generales que se celebraron sólo tres días después de los atentados.
El atentado de Madrid
se decidió en diciembre de 2001 en la ciudad paquistaní de Karachi
En realidad, ambas interpretaciones sobre el 11-M eran erróneas y la lacerante división en que se sumieron los españoles, incluidas las propias víctimas, ha sido y es engañosa. Ninguna evidencia hay, directa o indirecta, de que la organización terrorista ETA estuviese implicada en los atentados. Tampoco es cierto que la idea de perpetrar una matanza en Madrid surgiera a raíz de la presencia de soldados españoles en territorio iraquí. Como explico y documento en el libro ¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España, la decisión de ejecutar ese acto de terrorismo se tomó en diciembre de 2001 en la ciudad paquistaní de Karachi y fue ratificada durante una reunión que delegados de tres organizaciones yihadistas magrebíes mantuvieron en Estambul en febrero de 2002. Además, lo que se convertirá en la red del 11-M inició su formación al mes siguiente, todo ello más de un año antes de la invasión de Irak.
Pero no hacía falta investigar los atentados del 11-M ni desvelar nueva información sobre los mismos para evitar la división de los españoles, aunque hacerlo haya contribuido a mitigarla. Bien pudo haber bastado con que, como ocurría con los británicos, los españoles hubiéramos estado lo suficientemente sensibilizados respecto a la amenaza del terrorismo yihadista que, además de la relacionada con ETA, se cernía sobre nuestro país con anterioridad a la invasión y ocupación de Irak. Desde al menos 1997, los informes que la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) del Cuerpo Nacional de Policía remitía a los jueces de instrucción de la Audiencia Nacional, quienes debían autorizar escuchas telefónicas relacionadas con los yihadistas que desarrollaban ya actividades en España, dejaban constancia de que sus investigaciones eran necesarias para “prevenir la muy posible comisión de atentados en nuestro país”.
Al presentar ¡Matadlos! a lo largo del último año en numerosas ciudades españolas he podido constatar cómo, incluso entre los ciudadanos interesados y que eran adultos cuando se perpetraron los atentados de Madrid, existía un gran desconocimiento sobre la trayectoria del yihadismo en nuestro país desde mediada la pasada década de los noventa. Casi nadie —o muy pocos— sabía que Al Qaeda fundó en España, en 1994, una de sus más importantes células en Europa Occidental, desmantelada en noviembre de 2001 al quedar de manifiesto su conexión con la responsable de los atentados del 11-S. Como casi nadie —o muy pocos— eran conscientes de que sólo a lo largo de 2003, el año anterior al del 11-M, se detuvo en nuestro país a más de 40 individuos por su implicación en actividades de terrorismo yihadista. Esta cifra nunca antes había sido tan elevada desde que, en 1995, fuese detenido en Barcelona el primer yihadista o desde que, en 1997, se desarticulara en Valencia la primera célula yihadista.
No hubo una adecuada pedagogía política sobre el terrorismo yihadista
y se trivializó su peligro
El desconocimiento de estos y de otros muchos episodios relacionados con la evolución del terrorismo yihadista en España a lo largo del decenio que precedió a los atentados de Madrid, así como el hecho de que no fuera percibido como amenaza por parte de la opinión pública española hasta muy tardíamente, y sólo cuando se inició la crisis iraquí en 2002, se explican en parte por la obligada atención que suscitaba el frecuente terrorismo de ETA. Pero no hubo una adecuada pedagogía política sobre el problema e incluso se llegó a trivializar su peligrosa realidad —¿hay que recordar aquello de la Operación Dixán?—. Consecuencia de todo ello fue que, cuando se produjo el 11-M, los españoles buscaron interpretar la matanza terrorista en los trenes de Cercanías enmarcándola en lo conocido al no poder hacerlo en relación a lo que les era desconocido. Lo conocido era, por una parte, ETA y, por la otra, Irak.
Si el 11-M nos dividió es porque los españoles carecimos como sociedad de la necesaria resiliencia ante atentados terroristas de gran magnitud, más allá de la gestión de crisis y emergencias. En la actualidad, cuando el yihadismo global se encuentra más extendido que nunca y la amenaza del terrorismo que lo caracteriza no ha sido tan elevada para las democracias liberales desde el 11-S, que España sea menos vulnerable a la par que más consciente y resiliente, tanto frente a la penetración de los actores y la ideología asociados con dicho fenómeno, como ante cualesquiera eventuales nuevas expresiones de su violencia contra nuestros ciudadanos e intereses, continúa siendo una tarea pendiente para las élites políticas y el conjunto de nuestra sociedad civil, en especial los medios de comunicación.
Fernando Reinares es investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos y Adjunct Professor de Estudios de Seguridad en la Universidad de Georgetown. Autor del libro ¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España(Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2014