El Partido Popular se verá obligado a negociar desde este martes cambios en la ley de seguridad ciudadana, popularmente conocida como ley mordaza. El pleno del Congreso aprobará admitir a trámite las proposiciones de ley de PSOE y PNV que tienen como objetivo modificar la polémica ley. Por su parte, Podemos, pedirá su derogación completa. Estos son algunos de los puntos más polémicos que sanciona la ley.
El texto aprobado considera una infracción cualquier "perturbación grave de la seguridad ciudadana" que se produzca frente a las sedes del Congreso, el Senado y los parlamentos autonómicos, aunque los representantes públicos no estén reunidos en ese momento. "Pero qué es y qué no es perturbar la seguridad ciudadana", se pregunta Greenpeace, que denuncia cómo esa decisión queda al "arbitrio" de la policía. Esta medida coincide con la aparición de movimientos como Rodea al Congreso.
Fotografiar a policías
Las cámaras de vídeo se han multiplicado en las manifestaciones durante los últimos años. Y las redes sociales se han convertido en el instrumento utilizado para difundir grabaciones, que han permitido en varias ocasiones captar abusos policiales y servir como prueba para la condena de los agentes. La Ley Mordaza sanciona "el uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales" de policías "que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación". Una limitación que ha denunciado Amnistía Internacional: "Captar imágenes de la policía, ya lo hicieran periodistas u otras personas con cámaras o teléfonos móviles, ha ayudado en ocasiones a difundir información sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía".
Parar un desahucio
"En nombre de la seguridad ciudadana, la nueva normativa viene a sancionar, prohibir y criminalizar prácticas tan normalizadas como parar un desahucio", señala la PAH, uno de los colectivos más activos desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, a la que el PP llegó a acusar de “coquetear con organizaciones próximas al terrorismo” etarra. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana dificulta la acción de sus activistas, ya que permite a la policía sancionar a aquellos que “obstruyan a cualquier autoridad, empleado público o corporación oficial en el cumplimiento o la ejecución de acuerdos o resoluciones administrativas o judiciales”.
Protestar en las alturas
Un artículo de la Ley Mordaza lo deja bien claro. Los agentes multarán “el escalamiento de edificios o monumentos sin autorización cuando exista un riesgo cierto de que se ocasionen daños a las personas o a los bienes”. “Este artículo parece haber sido redactado específicamente para prohibir y perseguir los actos públicos que Greenpeace realiza basándose en el derecho a la libertad de expresión”, subraya la ONG en el informe que elaboró contra la normativa aprobada por el PP. “En este caso, la comisión de la infracción tiene lugar sin necesidad de que se produzca ni alteración del orden público, ni daño a la seguridad ciudadana”, remacha el colectivo. La imposición de la sanción se somete, bajo criterio policial, únicamente a la existencia de un “riesgo”.
La resistencia pacífica y las sentadas
La Ley Mordaza ha puesto fecha de caducidad, según recalcan las ONG, a la resistencia pacífica. La nueva normativa otorga a la policía la capacidad de multar a quienes se nieguen a disolver reuniones y manifestaciones en lugares públicos una vez lo ordene "la autoridad competente". También sanciona "la desobediencia o la resistencia a la autoridad o a sus agentes en el ejercicio de sus funciones".
El caso Puigdemont ha dado un giro crucial después de que la justicia alemana haya decidido este jueves dejar en libertad bajo fianza a Carles Puigdemont. La Audiencia territorial de Schweslig Holstein considera "inadmisible" el delito de rebelión, por el que el expresidente de la Generalitat se encuentra procesado en España. La justicia alemana sí tramitará en cambio la solicitud de extradición del Tribunal Supremo por el delito de malversación de fondos públicos. Los jueces alemanes consideran que no hay indicios de que Puigdemont "vaya a estar en riesgo de persecución política" cuando sea enviado a España, que solo le podrá juzgar por el delito por el que se le extradite. La decisión pone en jaque la actuación de la justicia española contra el principal dirigente del procés.
La noticia se conoció a través de un comunicado de la Audiencia territorial. En la nota se subraya también que a Puigdemont "se le acusa de malversación, una acción concreta que es también punible según la ley alemana y no por sus convicciones políticas", indica el comunicado. Puigdemont deberá pagar una fianza de 75.000 euros para poder quedar en libertad. Fuentes jurídicas explican que el procesado deberá fijar su domicilio en Neumünster, la localidad del norte de Alemania en la que se encuentra encarcelado hasta que se tramite la euroorden por malversación de fondos.
Una portavoz de la Audiencia informó de que, en cualquier caso, Puigdemont no podrá abandonar Alemania durante el tiempo que dure la tramitación de la euroorden cursada por España. El expresidente catalán deberá además presentarse una vez a la semana ante la policía, según confirmó una portavoz del tribunal a la agencia Reuters.
La Audiencia considera que no se da un requisito clave para considerar que ha habido un delito de "alta traición", el equivalente a la rebelión según el código penal alemán y que puede conllevar hasta 30 años de prisión.
Los artículos 81 y 82 del código penal alemán exigen que para que haya alta traición también tiene que haber violencia o amenaza de violencia. "Lo que se requiere es que la violencia imponga tal presión en un órgano constitucional que la voluntad de este se doblegue y ese no es el caso aquí", dice el tribunal en el comunicado, citando jurisprudencia previa. "A (Puigdemont) como iniciador del referéndum, se le puede imputar la violencia que tuvo lugar el día de la consulta, pero estos actos violentos no tuvieron la forma, la envergadura y el efecto suficiente como para ejercer tanta presión en el Gobierno y que éste tuviera que capitular frente a las demandas de la persona violenta", dice el comunicado. Es decir, la Audiencia considera que el secesionismo sí alentó actos de violencia, pero no logró que el Estado claudicase, condición que exige la ley alemana para permitir la extradición por el delito de rebelión.
Puigdemont fue detenido en Schlewsig-Holstein después de haber huido de España hace cinco meses y de haber fijado su residencia en Bélgica. Este Estado federado alemán linda con Dinamarca, desde donde viajaba Puigdemont, después haber pasado por Finlandia en su intento de internacionalizar el conflicto catalán. Desde hace 11 días, Puigdemont duerme en la cárcel de Neumüster, donde ha recibido la visita de sus abogados y de algunos simpatizantes, incluido un eurodiputado eurófobo alemán y un representante del partido de la Izquierda alemán.
EL GOBIERNO ESPERA QUE LLARENA ACTÚE PARA DEFENDER LA LEY ESPAÑOLA
ANABEL DÍEZ
El Gobierno acogió ayer con preocupación la decisión de la Audiencia de Schleswib-Hostein (Alemania) de dejar en libertad a Carles Puigdemont por no apreciar la equiparación entre el delito del que se le acusa en España —rebelión— y el de alta traición del código penal alemán. El expresident solo se enfrenta ahora a un posible delito de malversación.
El Ejecutivo duda sobre lo que hará el juez del Supremos Pablo Llarena, que puede dejar que el proceso siga su curso o retirar la euroorden. “El Gobierno está convencido de que la justicia española adoptará las medidas más adecuadas ante estas nuevas circunstancias para velar por el cumplimiento de las leyes de nuestro país”, afirmaron fuentes de La Moncloa. Pedro Sánchez, líder del PSOE, opinó: “Tan peligroso es judicializar la politica como politizar la justicia. Lo importante es que se extradite a Puigdemont para que rinda cuentas”.
“Los políticos no pueden ser impunes”, señaló por su parte Carlos Carrizosa, número dos de Ciudadanos en Cataluña. Miquel Iceta, del PSC, cree que la decisión del tribunal alemán “tendrá incidencia en el devenir judicial”. “La decisión deja al sistema judicial español en evidencia”, dijeron fuentes del PNV. “La cárcel no es la solución”. En la misma línea se expresaron Junts per Catalunya y ERC, que celebraron la decisión y pidieron la liberación de los independentistas en prisión preventiva.
El pasado martes, la Fiscalía regional recomendó extraditar a Puigdemont tanto por malversación de fondos como por alta traición. Recomendó también que el procesado permaneciera en prisión hasta que se produzca la decisión final de extradición. Ahora, el tribunal regional de Schleswig, el competente para decidir sobre el caso ha revertido la decisión de la Fiscalía. El Gobierno alemán ha dejado el caso en manos de la justicia y ha asegurado que no interferirá en la decisión.
El expresidente catalán ha contratado para su defensa a un reputado abogado alemán, Wolfgang Schomburg, con una amplia trayectoria en justicia penal internacional. Schomburg había amenazado con elevar el caso al Tribunal Constitucional alemán, lo que complicaría aún más el proceso. La detención de Puigdemont y el proceso de entrega a España ha desatado un intenso debate jurídico en el país. Varios penalistas habían advertido que el requisito de la violencia podría ser el pr
"Suegra, nuera y yerno, la antesala del infierno", "suegra y nuera, no hay peor parentela", "la nuera barre, para que la suegra no ladre"... El refranero español está repleto de frases alusivas a la mala relación entre suegras y nueras. Por mucho que se trate de un estereotipo, la realidad es que en muchas familias se vive una engorrosa convivencia entre ambas.
La historia está llena de ejemplos. La archiduquesa Sofía hizo la vida imposible a la emperatiz Sissi; la emperatriz María Fiodorovna criticaba abiertamente a su nuera, la zarina Alix de Hesse y María Cristina de Habsburgo no ocultaba su animadversión hacia Victoria Eugenia de Battenberg, la abuela del Rey Juan Carlos.
Por lo que acabamos de ver, la Familia Real española no es ajena a estas fricciones. Pese a que ya se sospechaba que la relación entre las Reinas no era idílica, nos hemos quedado perplejos al ver a doña Letizia intentando impedir a toda costa que la abuela se hiciese una foto con sus nietas Leonor y Sofía.
¿Qué ha podido pasar para que doña Letizia tenga un comportamiento tan maleducado con su suegra delante de las cámaras?¿Qué se esconde detrás de esa imagen? ¿Es la Reina Sofía una suegra tóxica?
Por mucho que el gesto de doña Letizia sea ridículo y que todas sintamos simpatía hacia doña Sofía, seamos sinceras: que levante la mano aquella mujer a la que su suegra no haya sacado de sus casillas en alguna ocasión.
Hay muchos tipos de suegras: la entrometida, la inoportuna, la controladora, la mártir, la envidiosa, la falsa, la chismosa, la tóxica, la perfecta, la pasota, la juvenil, la ideal, la amorosa, la opinóloga, la enrollada... Pero, todas tienen algo en común: su hijo es maravilloso y nada es lo suficientemente bueno para él.
La relación entre yernos y suegros tampoco es mucho mejor, aunque digamos que, en líneas generales, intentan evitar el conflicto, siempre que no haya un partido de fútbol de por medio, claro. Pero, en el tema de la educación de los niños, suelen preferir mantenerse en un segundo plano.
La llegada de los nietos
La suegra puede permanecer agazapada durante años, conformándose con soltar indirectas, hasta que llegan los nietos. En ese momento, arranca la competición. Y no hay vuelta atrás.
Como si se tratase del Rally Dakar, la suegra calentará neumáticos, acelerará, cambiará de marcha, hará punta-tacón, trazará curvas, derrapará, soltará embrague, realizará slaloms... Todo con un objetivo: demostrarte que, por muy buena madre que seas, ni en sueños lograrás superarla.
Así, desde el mismo momento en que tienes a tu bebé en brazos, empieza el rosario de reproches: "No le cojas, que le vas a malcriar", "dejámelo a mí que yo le duermo en cinco minutos", "¡que coman lo que quieran, total si son niños!, "para un ratito que les veo, les voy a comprar algo en el chino", "¡mira esta foto, el niño es clavadito a mi hijo...!"
Los motivos de los enfrentamientos son muy sencillos: tú quieres criar a tus hijos de una manera y ella, les educa de otra totalmente distinta. Además, por muchas instrucciones que des y por numerosos post-it que pongas en el frigorífico, todo será en vano: tu suegra hará lo que le salga del bolo.
Si dices que no quieres que los niños coman pasta, sino verdura, ella preparará un plato gigante de espaguetis; si no les dejas jugar a la tableta a determinadas horas, estarán toda la tarde con la pantalla; si se tienen que acostar a las diez, lo harán a las doce; si no les dejas comer chuches, les habrá comprado una bolsa repleta de gominolas... En fin, la lista es interminable.
Las suegras hacen cosas que nos sacan de quicio como las visitas sorpresa, las llamadas telefónicas a todas horas o esos domingos de comidas familiares interminables, en las que, por supuesto, ellas preparan un manjar digno de dioses.
Es cierto que las abuelas no están para educar sino para malcriar, pero con los tiempos que corren, muchas ejercen de auténticas cuidadoras de sus nietos. Y si les consienten todo, acaban echando por tierra la tarea educadora de los padres.
También es verdad que tu madre hace lo mismo, pero con ella tienes confianza suficiente para regañarla y expresarle tus quejas. Con tu suegra, no te atreves, así que lo más probable es que te acabes enfadando con tu marido para que se lo diga a su madre. Pero ya se sabe cómo son los hijos: tu mensaje llegará a la emisaria totalmente dulcificado.
Alejadas de los focos
A nadie se le escapa que doña Letizia es una madre controladora que lleva la educación de sus hijas de manera estricta y que ha querido mantenerlas alejadas de los focos el mayor tiempo posible. Pero intentar impedir una foto de la abuela con sus nietas en la catedral de Palma, en un acto rodeado de fotógrafos, resulta un tanto inconveniente.
Con el desplante en la catedral de Palma, la mala relación de doña Letizia con su familia política ha salido a la luz: no sólo con sus cuñadas, sino también con la parte griega del clan. No hay más que ver lo poco que tardó en reaccionar la exquisita Marie-Chantal Miller, casada con Pablo de Grecia, primo del Rey Felipe VI y antiguo amigo íntimo: "¡Ninguna abuela se merece ese tipo de trato! Wow, [Letizia] ha mostrado su verdadera cara".
Cargar con la pesada losa de la Reina Sofía, no debe ser fácil. Tal vez la Reina tenga sus motivos para hacer lo que hizo. Pero, desde luego, ni las formas ni el lugar son los apropiados. Doña Letizia ha ingresado por derecho propio en el Club de las Malas Nueras.