La ONU define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”. De acuerdo con la OMS, 1 de cada 3 mujeres “sufre violencia física o sexual infligida por la pareja en algún momento de su vida”.
Inundados como estamos hoy en día de contenido audiovisual, os presentamos aquí los dos vídeos clave para comprender de un modo sencillo esta problemática:
1. La violencia psicológica que sufren las mujeres que son maltratadas es el elemento clave para entender por qué, después de sufrir maltrato por parte de su pareja, siguen con ella.
La psicóloga e investigadora Lenore Walker define así el Ciclo de la Violencia, compuesto de 3 fases:
- Acumulación de Tensión: el agresor está tenso y enfadado sin motivo, pero lo niega, desplazando la culpa hacia la víctima, que con el paso del tiempo comienza a culpabilizarse, mientras que él mantiene su postura, con más enfado, iniciando el aislamiento de la víctima y las agresiones verbales hasta llegar a las amenazas físicas. La víctima siempre intenta calmarle y está en un estado de ansiedad alto. Esta fase puede durar tanto días como años. A veces comienza al poco tiempo de empezar una relación o tras años de convivencia.
- Explosión Violenta: El agresor canaliza toda la tensión acumulada a través de insultos y golpes, está fuera de control. La víctima no reacciona, sufre una tensión psicológica aguda. Ella espera a que la violencia pare.
- Luna de Miel: El agresor pide perdón, promete cambiar, se muestra muy cercano y cariñoso con la víctima. La víctima vive en una falsa ilusión, pensando que él está realmente arrepentido, que no quería hacerlo. La dependencia entre ambos se acentúa.
¿Cómo funciona este ciclo?
Cuando el agresor sienta que realmente ha sido perdonado y que la situación violenta se ha olvidado, volverá a comenzar. Pero el maltrato cada vez será más frecuente y grave, pudiéndose suprimir la tercera fase.2. “Cuando maltratas a una mujer, dejas de ser un hombre”. Es esencial que los hombres tomen conciencia del poder que tienen para cambiar la situación actual.
Tradicionalmente, un hombre que no demostraba su fuerza, era menospreciado por el resto. Hoy en día, debemos luchar para que los hombres que humillan y maltratan a las mujeres sean condenados por el conjunto de la sociedad, para que las generaciones más jóvenes no reproduzcan los comportamientos violentos que hayan podido presenciar y adquieran nuevos valores, para que la publicidad machista forme parte de un pasado indigno y para que el lenguaje deje de menospreciar a las mujeres.
En definitiva, todos y cada uno de nosotros debemos luchar para que haya tolerancia cero en todos los ámbitos, porque la discriminación genera violencia.
¿Qué tipos de violencia existen?
La violencia psicológica, la física y la sexual.
La violencia psicológica: se da cuando se agrede verbalmente dañando así a nivel psicológico y emocional. Puede incluir, entre otros: gritos, humillaciones, amenazas, indiferencia, acoso, prohibiciones, intimidación, celos patológicos, menosprecio, chantaje o control. Es la forma de violencia más invisible, pero sus efectos son los más difíciles de borrar: baja autoestima, culpabilización, aislamiento social, miedo…
La violencia física: el uso de la fuerza para dañar al otro, bien con su propio cuerpo bien con algún objeto o sustancia. Puede incluir, entre otros: puñetazos, patadas, apuñalamientos, o quemaduras.
La violencia sexual: Son actos que atentan contra la libertad sexual y se realizan con violencia o intimidación. Puede incluir, entre otros, violación o agresión, abuso o explotación sexual. De acuerdo con ONU Mujeres (2013), el 35% de las mujeres que han tenido una relación de pareja, también admiten haber sufrido maltrato físico o sexual por su parte. No obstante, existen también estudios nacionales que aumentan dicha cifra hasta el 70%. Asimismo, un estudio (realizado en 28 países de la UE) reveló que solo el 14% de las mujeres había denunciado a su pareja por el incidente de violencia más grave .
¿Qué es el feminicidio?
La RAE por fin ha aceptado incluir este término en su diccionario y se entiende como el “asesinato de una mujer por razón de su sexo”. Y es que es, o mejor dicho, sigue siendo, la gran pandemia de nuestras sociedades. Las cifras son escalofriantes, cuando el feminicidio es solo la punta del iceberg, y detrás de ello se encuentran miles de mujeres maltratadas que, en el peor de los casos, ni siquiera denuncian por miedo. Tratemos de no estigmatizar a las mujeres que han sufrido esta violencia porque no son víctimas, sino supervivientes. En Guatemala, solo entre el 1 de enero y el 16 de octubre de 2012 hubo 512 feminicidios y la tasa de impunidad suele ser del 98%; en Colombia 1.415 en 2011, es decir, casi cuatro feminicidios cada día; entre 2010 y 2011 desaparecieron 3.000 mujeres en México y Ecuador ni siquiera publica cifras oficiales desagregadas por género. En España, 352 mujeres fueron asesinadas a manos de hombres entre 2010 y 2012. Denunciar la violencia contra la mujer no significa menospreciar en ningún caso la posible violencia que pueda producirse contra el hombre. Todos debemos luchar por una sociedad sin violencia.
Si agreden a una mujer, todas y todos debemos responder. Y, porque como dijo Víctor Hugo, la utopía de hoy es la realidad de mañana. Si te pega, no te quiere. Cuidado, el machismo mata. Que el miedo no te paralice, ¡denuncia!
http://www.unitedexplanations.org/2015/04/14/te-amo-o-tu-amo/
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